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Guillermo Rothschuh Villanueva, estrena su nuevo libro “Redes y Revuelta Cívica en Nicaragua”. LA PRENSA/Cortesía

Una oportunidad para repensar la rebelión de abril

Este libro ve luz en un momento en que la lucha cívica se percibe estancada. A más de dos años del estallido de abril, la oposición está inmovilizada por sus disputas internas, y el gobierno de Ortega se aferra al trono a toda costa

Abril de 2018 lo removió todo. Los ciudadanos —guiados por los estudiantes— cimbraron al poder político, al status quo, y a la sociedad misma. Reconfiguraron Nicaragua de manera todavía insospechadas.

Los medios de comunicación y las redes sociales —herramientas protagónicas — no escaparon de esa vorágine llamada “rebelión”… y el profesor Guillermo Rothschuh Villanueva estaba allí, fiel a su estilo: tomando notas, analizando, sistematizando el proceso para devolver a la sociedad una mirada crítica y beligerante, en una época en la que los hechos son relegados por la apariencia de la verdad, esa narrativa construida en base a emociones y creencias personales.

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“Redes y Revuelta Cívica en Nicaragua” es el resultado de esa constancia del profesor, como le llamamos todos a quienes, de una u otra forma, el magisterio nos ha tocado. No en vano esta obra está dedicada a los estudiantes, estandarte rebelde y libertario de abril, y que Rothschuh Villanueva conoce muy bien luego de su paso por las aulas de la Universidad Centroamericana (UCA) y otras universidades.

Presentación del libro: Jueves 3 de diciembre a las 3.30 p.m., auditorio sede central, Universidad Pablo Freire. Barrio Monseñor Lezcano, de donde fue el restaurante Munich, 20 varas al norte. Acceso libre.

 

Guillermo Rothschuh Villanueva, catedrático y escritor. LA PRENSA/Cortesía

Este libro ve luz en un momento en que la lucha cívica se percibe estancada. A más de dos años del estallido de abril, la oposición está inmovilizada por sus disputas internas, y el gobierno de Daniel Ortega Murillo se aferra al trono a toda costa.

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Lo que aflora en el país es el odio, la desazón, la delincuencia y una perenne crisis económica que ensancha los enconos. ¿Podremos vivir juntos algún día?, es una de las varias preguntas que plantea Rothschuh Villanueva en este libro.

Intentar responder estas preguntas relativas al embrollo sociopolítico quizá, en este lapso de frustraciones, ayuden a los nicaragüenses a reconducir lo andado, tras la masacre de los disparos letales, la cárcel, el exilio, y el hostigamiento sistemático. “Redes y revuelta cívica en Nicaragua”, constituye una invitación para repensar.

Fotografía de  Lucero, retrata el grito de las mujeres en las protestas contra Ortega. Esta imagen forma parte de su serie “Nosotras en la resistencia”.  LA PRENSA/Cortesía/FVBCH

La nueva obra de Rothschuh Villanueva se centra en el papel de las redes sociales, y no es poca cosa. Estas herramientas digitales potenciaron la lucha cívica, pero también la confrontación. En la actualidad, el campo de batalla y el paredón está en Twitter y Facebook. Sin embargo, las discusiones —que son sanas— las copa el neologismo posverdad, es decir la mentira emotiva que supedita los hechos. Es grave.

Democracias tan sólidas como la estadounidense han sufrido el filo de la posverdad bajo la presidencia del energúmeno Donald Trump. La posverdad distorsiona y torpedea la democracia y la institucionalidad. Aunque en Nicaragua se habla poco al respecto, la posverdad tiene un papel protagónico en las narrativas.

Y las narrativas cuentan más de lo que creemos. Nos configuran y dividen como sociedad. Desde el gobierno con su granja de troles funcionando en el Instituto de la Juventud, hasta los sablazos que los opositores Azul y blanco se lanzan entre sí.

La Policía prohibió en octubre de 2018 las manifestaciones sin su previa autorización, en un intento para evitar que los nicaragüenses salieran a las calles. LA PRENSA/Jader Flores

Todo eso tiene impacto real en la dinámica política y social. Es por eso que este libro también es una oportunidad para entender este fenómeno del mundo digital, que es tan complejo como dañino. Un polo a tierra en medio de tanta crispación.

Al adentrarse en estos ensayos, uno encuentra al profesor Rothschuh Villanueva en su tinta. Profuso y sus frases concisas como aforismos. “Redes y Revuelta Cívica en Nicaragua” permite ver también la evolución y adaptación de un escritor, pero sobre todo la de un catedrático, a las nuevas tecnologías.

Aunque Rothschuh Villanueva tuvo un parto de tinta y papel en el pasado en los medios de comunicación, ha sabido tomar la ola vertiginosa de la era digital y del móvil. Se ha sumergido en las complejidades actuales para explicar los entresijos de estos fenómenos comunicacionales gestados desde las pantallas táctiles.

Aunque la mirada de Rothschuh Villanueva es actual, sus planteamientos no dejan de reivindicar la calidad del periodismo. Denuncia a la vez los atropellos contra la prensa independiente, cometidos por el Gobierno Ortega-Murillo. Uno de los ensayos que mejor lo demuestra en este libro es “La muerte de El Nuevo Diario”, un periódico que cerró operaciones por las presiones oficiales.

LA PRENSA/ARCHIVO

La condescendiente línea editorial que los banqueros propietarios impusieron a El Nuevo Diario, varió después de abril 2018, cuando todo se removió. Las críticas del diario causaron que papel y tinta fuese retenido por aduana, al igual que al diario La Prensa, El Nuevo Diario no logró sobrevivir al estrangulamiento.

No solo se cerró un periódico, sino que con él se fueron las historias de aventajados periodistas que hicieron escuela en Nicaragua. Recuerdo que cuando ingresé a la UCA a estudiar comunicación social, solía leer los jueves la edición de El Nuevo Diario. Era cuando me encontraba la columna del Observatorio de Medios que escribía el profesor Rothschuh Villanueva.

Me llamaba la atención porque abordaba la ingeniería que impulsaba las noticias. Los errores y aciertos de los periodistas bajo escrutinio constructivo. Por casualidades del destino, al muy poco tiempo de ingresado en la facultad, me propusieron realizar una pasantía en el Observatorio de Medios.

Acepté de inmediato. Personalmente, las aulas siempre me han deprimido. Así que la oferta era atractiva. Antes de iniciar la pasantía, me contaron de las apasionadas Cátedras Abiertas del profesor Rothschuh Villanueva en la UCA. Aunque nunca me dio clases formalmente, sin querer, al sumarme al Observatorio de Medios, me matriculé en la “Escuelita de Memo”, como le decíamos en broma.

Cada semana, en aquella pequeña oficina forrada en vidrios, y bautizada “La pecera”, nos reuníamos para intercambiar los contenidos recopilados a través del monitoreo de medios. Durante las primeras semanas Rothschuh Villanueva me zarandeó.

Me quitó la candidez con las que interpretaba las agendas mediáticas, a identificar las motivaciones editoriales, a conocer estilos periodísticos, pero en especial a tener una visión completa del mapa de los medios de comunicación. Desde las empresas editoriales nacionales hasta Rupert Murdoch. Análisis más allá del ombligo, algo que todavía le falta a nuestro periodismo. Todo lo conversado en aquellos años, imberbe todavía, me es útil hoy en día.

La plática en la “Escuelita de Memo” no solo se centraba en las labores propias del Observatorio. En realidad, la conversación giraba en torno a la política nacional, la literatura y la no ficción. Nos extendíamos horas mientras el profesor citaba de memoria títulos de libros.

Recomendaba a Capote y a Norman Mailer; más a Vargas Llosa que a Gabo. “Ese es un arquitecto”, sentenciaba con vehemencia Rothschuh Villanueva, mientras evocaba “La ciudad y los perros”, “La casa verde” y “Conversación en La Catedral”.

Fueron jornadas provechosas que me sirvieron como calentamiento antes de entrar de lleno a la arena periodística. “Redes y Revuelta Cívica en Nicaragua”, así como las otras obras que le han antecedido, es producto de un Rothschuh Villanueva frenético con la lectura y su vastedad cultural.

Un acervo que no ha quedado en una vitrina, sino que lo ha ligado con su otra manía: la de observar y sistematizar las dinámicas de los medios de comunicación y, ahora, las redes sociales para darnos otra perspectiva de lo que usualmente vemos en esta Nicaragua cimbrada por la rebelión de abril.

*Premio Iberoamericano Rey de España 2018

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