Ya no basta con rascarse la cabeza para Zidane. Ha fracasado. Perdió su equipo por segunda vez ante el Shakhtar, ahora en Ucrania (0-2). No fue suficiente la dolorosa derrota (3-2) en el Alfredo Di Stéfano, sino que se congelaron en el frío de Kiev. Es la tercera derrota en los últimos cinco partidos. Ahora los Blancos dependen de los demás para avanzar a los octavos de final de la Champions League. Solo el hecho de mencionarlo parece una broma sin sentido, pero es una realidad.
En el duelo de este martes hubo un buen juego en el arranque, con Asensio como máxima figura cuando rozó en dos momentos la oportunidad del gol, el cual nunca llegó. No obstante, se fueron desmoronando como un castillo de naipes. No solo eran superados en las contras. Es que este Madrid es incapaz de abrirse camino hacia el gol e insisten en un juego predecible hasta por un barco sin brújula comandado por ciegos. La tropa de Zidane se dedica a jugar por los costados, buscando la velocidad de sus extremos y enviando balones constantemente hacia el área pequeña en la búsqueda de un cabezazo. Lo repitió una y otra vez, pero la defensa liderada por Bondao y Vitai no parpadeó.
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A pesar de no contar con Hazard, Valverde, Sergio Ramos y Carvajal, no había excusa. En los primeros 30 minutos hubo presión constante, se adelantaron las líneas y el conjunto ucraniano estaba arrinconado sin opciones de salir con vida, pero con el pasar del tiempo se fue esfumando esa intensidad en el Madrid. Cuando culminó la primera parte era de buenas sensaciones, la falta de gol era cuestión de tiempo. Sin embargo, todo eso se perdió en los camerinos.
El segundo tiempo el Shakhtar lo controló. No tenía la pelota pero si las mejores ocasiones. El Madrid no podía entrar a la cocina y se refugiaba en los disparos de larga distancia y centro inútiles que sin ejecutores no sirven para nada. Taison avisó al 52, pero Courtois salvó al Madrid hasta que en otra contra iniciada por Taison, el pase filtrado de Kovalenko fue tocado por Mendy y Dentinho pasaba la pelota entre las piernas del arquero belga. Era una locura. La falta de comunicación entre Mendy y Varane provocó el desastre.
Lo intentaba el Madrid, pero cada vez la intensidad bajaba. Zidane hizo un triple cambio con Vinicius, Mariano e Isco. El brasileño comenzó a desbordar con el balón al pie, sin concluir las jugadas. Y faltando ocho minutos para el desenlace, Salomon marcó el segundo a través de otro contragolpe bien ejecutado. El Shakhtar resistió para conseguir su recompensa, mientras el Madrid no solo hizo mal su función, sino que se hunden cada vez más en el infinito fracaso de esta temporada. Curiosamente, los ucranianos no le han hecho gol a nadie más que al Madrid en la Champions League, que se tambalean en la cuerda floja y se abre la tumba de la Europa League.