El epidemiólogo y miembro del Comité Científico Multidisciplinario, Leonel Argüello, aseveró que a pesar que ya pasaron varias semanas desde que los huracanes Iota y Eta tocaron tierra en Nicaragua, la estela de daños aún continúa incrementando.
Argüello, durante una entrevista en el canal CDNN 23, sostuvo que Nicaragua continúa acumulando las consecuencias, con la propagación de las enfermedades respiratorias, virales e intestinales, así como la falta de recursos vitales como el agua y la energía eléctrica, que dejaron los fenómenos tras su paso por el país.
A su vez recordó a la población de las zonas afectadas por estos huracanes, de categoría 4 y 5, estar atenta a los síntomas que presenten y no descartar que pueda ser que estén asociados a dengue, malaria o coronavirus.
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Recomendaciones luego de los huracanes
Entre las recomendaciones brindadas, el médico destacó el reciclaje del agua debido a que algunas de las comunidades afectadas aún se encuentran sin el líquido. El experto señaló que el proceso debe realizarse “siempre y cuando se utilicen los recursos y las formas adecuadas de realizar el procedimiento, como la aplicación de una técnica saludables como lavar con agua y jabón los techos de las viviendas”, donde correrá el agua, para luego proceder a los pasos de recolección, filtración y desinfección.
A pesar que el Ministerio de Salud en Nicaragua, sostiene que hay poco más de 50 contagios semanales, y un muerto en el mismo periodo por el Covid-19, Argüello indicó que este virus continúa haciendo estragos, contagiando a más personas y dañando el entorno familiar de los afectados.
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“A lo mejor (la persona que murió) era el sostén de la familia, a lo mejor era el ser más querido, por cualquier cosa, igual era una persona querida por su familia, y su familia queda dolida por la pérdida y traumada y no era lo que esperaban”, destacó Argüello.
El experto sostiene que a raíz de esto la población no debe normalizar la situación, debido a que el país ya tiene la experiencia “de la dolencia”, vivida durante la primera oleada de contagios que arrebató muchas vidas, entre los meses de mayo y junio.
Argüello admitió que pese a que existen personas que aún no recurren a la obtención de las medidas y han optado por normalizar la situación de la pandemia, existe otro apartado de la población que ya se ha sensibilizado y han decidido adaptar su vida diarias a los cuidados y prevención del contagio.