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Denvern Fox celebra el fallo de Montes. LA PRENSA/ CORTESÍA/ DIARIO DIEZ

La dimensión de lo conseguido por el Real Estelí

No hay que perder la perspectiva, el futbol nicaragüense es pequeño. No compite en Centroamérica aún. El Real Estelí logró ser la excepción en 2020 después de 30 años de disgustos

Los matices no opacan las victorias cuando los méritos son superiores. El Real Estelí consiguió el mayor logro de un club nicaragüense en un torneo internacional porque clasificar a Liga de Campeones ahora tiene más trascendencia que antes.  En el pasado (2008-2016) por ser el campeón de tu liga, tenías derecho a participar al menos en una fase previa. Ahora tenés que dejar en el camino a los más grandes de la región como el Motagua, subcampeón de la Liga Concacaf 2019 y 2018, para lograrlo. No hay  que perder la perspectiva, si el equipo que gana a Motagua fuera Olimpia, Marathon, FAS, Alianza, Comunicaciones, Municipal, Árabe Unido, Tauro o cualquier de los grandes del futbol del área no pasaba nada; para ellos es un triunfo más, estaban en la obligación, pero para el Estelí tiene otro significado.

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Las circunstancias del partido son lo de menos, porque errores hubo de ambos bandos. Que faltaran Rubilio Castillo (lesión), el argentino Gonzalo Klusener (sanción), el paraguayo Roberto Moreira (lesión) y el argentino Jonathan Rougier (estaba en la banca) no hace al Motagua un equipo pequeño ni restaba la obligación de ganar o, al menos, pasar la eliminatoria. Las Águilas Azules salieron  a ganar el partido y lo hicieron en casi todo el duelo con un plantel competitivo que contaba con Emilio Izaguirre, exleyenda del Celtic escocés y  actual seleccionado de Honduras, junto a Marcelo Pereira, Marcelo Santos, Omar Elvir, Héctor Castellanos, Félix Crisanto, Kevin López. Todos ellos jugaron contra Estelí desde el inicio, a excepción de Crisanto, y participaron con su selección en los amistosos ante la Azul y Blanco y Guatemala en octubre y noviembre. También fue titular Wesly Decas, exjugador del Atlanta United (2019), Nacional de Portugal (2018-19) y Juárez de México.

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No hay que perder la perspectiva, el futbol nicaragüense es pequeño. No compite en Centroamérica aún. El Real Estelí logró ser la excepción en 2020, después de 30 años de disgustos. En Costa Rica sorprendió al Herediano en Liga Concacaf y avanzó a cuartos de final contra Alajuelense, sin desentonar por los gestos futbolísticos mostrados en el campo. En Tegucigalpa, Honduras, volvió a repetir lo inédito con una dosis adicional de fortuna, pero es lo de menos.

La clasificación del Estelí ante Motagua encabeza la lista de los hechos trascendentales de nuestro futbol, que tiene en segundo lugar la victoria 0-1 del Tren del Norte sobre Herediano en noviembre que permitió avanzar hasta esta instancia. El otro triunfo de impacto es la eliminación del Managua FC al FAS de El Salvador a finales  de octubre. Ahora el panorama ha cambiado porque los resultados muestran un avance del futbol nicaragüense, que empezó a cambiar su imagen con los resultados de la Azul  y Blanco, pero también se mira con otros ojos en la región las gestas de los clubes.

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