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El Diriangén tuvo las mejores ocasiones de peligro. LAPRENSA/CORTESÍA DIRIANGÉN

Diriangén mereció ganar frente a un desconocido Real Estelí en la final de Liga Primera

¿Qué pasó con ese equipo capaz de tumbar al Herediano, pelear contra el Alajuelense y sorprender al Motagua? Una copia sin cartuchos, un retrato sin color

¿Qué pasó con ese equipo capaz de tumbar al Herediano, pelear contra el Alajuelense y sorprender al Motagua? Una copia sin cartuchos, un retrato sin color. Eso fue el Real Estelí en el partido de ida a la final del futbol nacional contra el Diriangén. Aunque no hubo goles, sí superioridad de los locales, quienes mostraron un estadio abarrotado de aficionados. Los Caciques contaron con mejores contra golpes, mayores jugadas de peligro, mantuvieron sus cañones atacando y anularon a los generadores de juego en los norteños como Henry García. La tropa de Flavio Da Silva dejó la sensación de poder bajar de la nube imperial al Tren del Norte. Regresaron en su forma mortal a Liga Primera, sin la divinidad ni aura de los partidos de la Liga Concacaf.

El ataque del Diriangén pasó por Maycon Santana, fue el jugador más desequilibrante: atrevido, encarador, ejecutor, además de generar magia. Lo intentó en el minuto cinco, luego Laureiro probó el buen posicionamiento de Rodrigo Romo. Antes del cierre del primer tiempo, un centro de Laureiro casi sorprende a Romo y encuentra las redes, mientras Estelí conoció la portería diriambina en el agregado de la primera parte a través de Luis Acuña.

La tónica no varió mucho en la segunda parte. Estelí estaba entumido. Hay dos formar de interpretar esa mala actuación aunque no mal resultado: los jugadores estaban agotados por la intensidad del encuentro ante el Motagua, los viajes y cambios de hoteles o perdieron la motivación de la Liga Primera. Todo es especulativo, menos el juego infértil de los norteños que se evidenció ante miles de fanáticos.  Al 75 ocurrió la jugada del desafío con el cobro de Laureiro, la recepción y pase de Marel Álvarez para que Erick Téllez fusilara, sin embargo la estrelló en el travesaño.

El partido de vuelta será en Managua, en el Estadio Nacional porque Estelí está haciendo mejoras en el Independencia. No tiene validez el gol de visita, y con un primer partido amarrado, el segundo deberá ser de mayores riesgos. Nadie quiere ir a la tanda de penaltis, ni el Tren que viene de doblegar de esa amanera a los hondureños.  Es evidente quien mereció ganar, pero en cualquier momento el equipo desconocido encontrará su identidad.

Deportes Diriangén Real Estelí

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