El director ejecutivo de la opositora Alianza Cívica, Juan Sebastián Chamorro, reconoció que el clima de represión policial contra todo tipo de expresión crítica o de protesta augura un año electoral 2021 limitado y peligroso para los opositores y la ciudadanía en general.
Chamorro hizo estas consideraciones como reacción a la embestida policial que se dio este lunes contra periodistas y defensores de derechos humanos, quienes se reunieron frente al local donde funcionaba la redacción de los medios de comunicación Confidencial, Esta Semana y Niú (en Managua), para hacer un acto conmemorativo a dos años de la toma ilegal de esas oficinas el 14 de diciembre de 2018, por orden del régimen de Daniel Ortega.
El opositor dijo que esos hechos evidencian las violaciones a la libertad de movilización, libertad de expresión y libertad de informar de los medios de comunicación establecidas en la Constitución Política de Nicaragua.
“En Nicaragua no se puede ni siquiera hacer una conferencia de prensa, porque a los minutos de hacerla, llegan los antimotines a violar el derecho ciudadano, primero de movilizarse libremente por Nicaragua, porque estaban en la vía pública; segundo, de expresarse, porque estaban denunciando un atropello y, tercero, por informar”, dijo Chamorro.
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En 2018, el régimen de Daniel Ortega ejecutó una represión armada que aplastó las protestas civiles y dejó más de 300 muertos, según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Desde entonces, la Policía y grupos armados afines a Ortega persiguen a los opositores más destacados, evitan que se movilicen y que se reúnan, e incluso no los dejan salir de sus casas.
Chamorro particularmente es uno de los opositores más perseguidos, asediados y hostigados por la Policía Orteguista (PO): se le impide salir de Managua y además pende sobre su familia un proceso confiscatorio contra los negocios de su esposa.
Todo apunta a la abstención masiva
Este clima represivo se da a las puertas de las elecciones presidenciales de noviembre de 2021, en las que Ortega buscará su tercera reelección. Sin embargo, la falta de libertades políticas, sumado a un Consejo Supremo Electoral (CSE) sin credibilidad, hace cada vez más probable que se repita el escenario de abstención electoral de 2016, cuando la participación ciudadana fue escasa en los Centros de Votación (CV).
El presidente de Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), Luis Fley, manifestó que el incremento del asedio y la represión policial que se está viviendo en los últimos meses, es un adelanto de lo que vamos a tener el próximo año.
“No va a haber libertad de movernos, de expresión, de organización. Van a continuar nuestros derechos constitucionales suspendidos y eso es grave, porque así no pueden haber elecciones limpias, libres, creíbles y confiables, cuando no se les permite a los opositores manifestarse libremente”, expresó Fley.
El analista político Eliseo Núñez Morales manifestó que el régimen orteguista quiere dar una apariencia de fortaleza con el uso de la represión policial. “Ortega quiere generar en la población una sensación de que no hay forma de vencerlo, sea en las elecciones o sea de otra manera, para que la gente se desmovilice, para que la gente se desincentive y para que la gente crea que el voto no es útil. Él persigue este fin”, valoró Núñez.