En las 52 peleas profesionales que ha realizado Román González solo hay un sitio que no olvidará jamás: el StubHub Center, Carson. Ese lugar estaba predestinado a ser la consagración de Chocolatito en el mundo del boxeo tras el polémico fallo ante el tailandés en Nueva York, sería la antesala del millón de dólares y el combate frente a Naoya Inoue, además de recobrar el título mundial de las 115 libras del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Los analistas esperaban regresarlo a la cúspide del mejor libra por libra del mundo, pero sorpresivamente fue destrozado ante más de 6,000 fanáticos en el combate estelar del evento. Esa pelea marcó la carrera del tetracampeón nicaragüense y posiblemente se vuelva a encontrar en el lugar de su pesadilla en la revancha contra Juan Francisco Estrada el 13 de marzo, unificando los cetros súper moscas de la AMB y CMB.
Según declaraciones del promotor inglés, Eddie Hearn, el StubHub Center sería el sitio ideal para albergar la pelea ante Estrada. Sería la segunda vez en la carrera de González que pelearía en ese lugar al igual que el Gallo. De las ocho veces que el nicaragüense combate en California, el lugar más recurrente ha sido Inglewood con tres ocasiones, saliendo invicto en sus compromisos, seguido por Las Vegas en donde también ha estado imbatible. Por su parte, el campeón mexicano enfrentó en la misma velada de pesadilla de Chocolatito a Carlos Cuadras, ganando una decisión sumamente cerrada.
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La idea de Hearn es tener público en el evento del nicaragüense, si en un dado caso todavía California no permite el ingreso de afición a las veladas boxísticas, tendrían como segunda opción Texas, estado que ha facilitado la entrada de público a las reyertas y ahí podría suceder en el Alamodome. La tercera opción es Arizona. Finalmente, la afirmación de Chocolatito de no volver a pelear en México hizo eco en el promotor, quien ni siquiera tiene en mente ese país para la revancha tras las dificultades que pasó el nicaragüense por la altura ante Israel González.
La primera pelea entre el mexicano y el nicaragüense sucedió en el Sport Arena de Los Ángeles, California, en un evento organizado por Top Rank de Bob Arum en alianza con Fernando Beltrán, presidente de la promotora Zanfer de México.