Se aproximan las 2:00 p.m. en el gimnasio del Roberto Huembes. El campeón mundial de boxeo arriba junto a su hijo. Saluda a los pocos boxeadores que hay en el centro de adiestramiento y con una sonrisa habitual accede a la entrevista. Es el mismo René Alvarado de toda la vida, cargado de humildad, pero con la cabeza enfocada en sus objetivos. La vida lo forjó junto a su hermano a martillazos. Fue criado solo por su mamá y desde pequeño se dedicó a ayudarle en lo que pudiera en el mercado. No es alguien preocupado por lucir la camisa más costosa o los zapatos de la marca más cara, eso sí, muestra con orgullo una camisa negra con letras doradas que lo acredita como campeón del mundo. Todavía vive su sueño de infante y quiere retirarse siendo campeón. “Tengo la misma ilusión de cuando me coroné un 23 de noviembre de 2019”, dice el Gemelo.
Durante la conversación no parece que viajará este miércoles a Texas para su compromiso ante Róger Gutiérrez. Da la sensación de tener todo bajo control. También asombra que a tres días del pesaje oficial no tenga ningún rastro de sufrimiento. “Soy un 130 libras natural. Pienso que el día de la pelea subiré en 139 o 140. Quiero estar fuerte y rápido”. Empieza su sesión de adiestramiento junto a Sergio González y se muestra con la confianza que caracteriza a un peleador que ha sacrificado los últimos tres meses dedicados a sudar sin pausas porque sabe que su futuro está en juego.
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¿Pensaste que no ibas a defender por las cancelaciones?
Siempre le pedí a Dios y decía en mi mente en qué momento llegué a ser campeón porque es un año difícil, pero creo que estamos trabajando muy bien. Al final llegó nuestro momento y tengo la misma ilusión de cuando me coroné.
¿Sentís peso por ser el campeón mundial y favorito ante Róger Gutiérrez?
Es una oportunidad y un sueño, no carga. Estaré en una cartelera de gran nivel con Ryan García y por eso me siento contento y con ganas de lucir muy bien. Estoy ansioso que ya se dé el combate.
¿Hay responsabilidad de impactar?
Si porque los ojos estarán sobre los campeones. Quiero ser visto como un campeón sólido.
Las cartas están sobre la mesa ¿qué esperar en la revancha?
Me comprometí en los entrenamientos un cien por ciento. Las peleas son diferentes. Otro factor es que ahora va por título y sé lo que se siente cuando sos retador, eso te da un doble impulso. Yo estoy confiado en mi preparación.
Vos también has cambiado y mejorado. Ahora sos campeón…
Busco eso. Mi objetivo es mantenerme como campeón y tengo salud gracias a Dios.
¿Qué aspectos trabajaste en el campamento?
Siempre trato de mejorar. Contra Andrew Cancio estuve bien, hubo mucha mejoría y fue mi pelea perfecta y quiero seguir así. Por más que trabajés lo clave son las condiciones. Eso ayuda a verte bien en la corta, media o larga distancia. Eso hice. Trabajé lo técnico, la defensa y tener suficiente aire.
El empuje es la clave ¿no vas a cambiar tu ritmo sin pausas en atacar?
Sí, ese es mi estilo y no lo voy a cambiar. Eso me favorece porque cuando meto presión ahogo a los rivales con ese ritmo y reitero que se necesitan condiciones que las tengo.
Félix dice que busca el nocaut porque no confía en los jueces. ¿Vas por el nocaut?
Eso es incierto. El nocaut sale solo. Lo que uno trata de hacer es la presión. Hago lo mismo que mi hermano. Nos conviene ir hacia adelante.
¿Si conseguís la victoria cuál es el siguiente reto?
Mi siguiente objetivo es unificar. Quiero otra corona en la misma categoría. En otras palabras, ganar para unificar.