La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este jueves (31.12.2020) su primera autorización para uso de emergencia de una vacuna contra el COVID-19, concretamente la desarrollada por las farmacéuticas Pfizer (Estados Unidos) y BioNTech (Alemania), que ya se aplica en varios países del mundo, entre ellos México, Costa Rica y Chile.
La luz verde al preparado, que ya había obtenido este tipo de autorización en mercados como Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea, sirve para países que no tienen entidades de homologación de este tipo de productos, por lo que abre la puerta a su uso especialmente en países de desarrollo, haciendo más expedito el acceso a los tratamientos.
“Es un paso muy positivo para garantizar un acceso universal a las vacunas contra el COVID-19”, aseguró Mariangela Simao, directora encargada del acceso a los medicamentos en esta agencia de la ONU. La OMS también señaló que la autorización permitirá el uso de la vacuna a agencias como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) o el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
.@WHO issued its first emergency use validation for Comirnaty COVID-19 mRNA vaccine for emergency use, making the Pfizer/BioNTech vaccine the first to receive emergency validation from WHO. We need to ensure equitable access to vaccines to combat #COVID19. https://t.co/K198rTpP5c
— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) December 31, 2020
Apoyo a países en desarrollo
Simao subrayó que “se necesita un esfuerzo aún mayor para asegurar que se disponga de suficientes dosis de vacunas para satisfacer las necesidades de las poblaciones prioritarias en todo el mundo”. La OMS ha concedido este permiso cuando la pandemia cumple un año desde que China notificara la existencia de un nuevo coronavirus, y después de que expertos del organismo con sede en Ginebra revisaran los datos sobre seguridad, eficacia y calidad de la vacuna.
La organización admitió que esta vacuna, con una eficacia de en torno al 95 por ciento en los ensayos clínicos, presenta desafíos para su uso, debido a la necesidad de ser almacenada a entre 60 y 90 grados bajo cero. “Por ello, la OMS trabajará para apoyar a países en el desarrollo de planes de envío y prepararlos en el uso (de la vacuna)”, señaló.