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Félix Alvarado defendió su cetro por segunda vez en su carrera. LAPRENSA/CORTESÍA

Demolición total en Dallas: Félix Alvarado noquea en 10 asaltos a Dejaay Kriel

En el décimo asalto el réferi decidió detener el combate porque Alvarado mordía los huesos de Kriel y caminaba sobre su tumba, defendiendo así por segunda ocasión su cetro mundial de las 108 libras de la FIB

Entró emocionado, saludando a las sillas casi vacías, era su debut en Estados Unidos y nadie podía arruinarle su momento. Félix inició el combate a 200 kilómetros por hora, no existió round de estudio. Su oponente, el sudafricano Dejaay Kriel, se sorprendió porque en el primer segundo tenía una máquina de demolición encima. No lo dejaba respirar, mover un músculo, dar un paso, mover la cintura o estirar la cabeza. Félix saltó en caída libre, sabiendo lo que mejor sabe: atacar sin pausas y descargar su poder para finalizar temprano el combate.

Parecía que la pelea terminaría en el segundo asalto cuando el Gemelo impactó con un cruzado de izquierda la mandíbula de Kriel, el retador peleó con el corazón en los dientes, sin darse por vencido. No obstante, aunque físicamente no se veía abollado, internamente estaba destrozado. En el décimo asalto el réferi decidió detener el combate porque Alvarado mordía los huesos de Kriel y caminaba sobre su tumba, defendiendo así por segunda ocasión su cetro mundial de las 108 libras de la FIB.

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Era evidente que Alvarado buscaba un gran nocaut. Siempre ha dicho que no le gusta que sus peleas se vayan a la decisión, sino que pretende tener el destino de su combate. Trató de finiquitarlo en la segunda vuelta pero Kriel soportó, a pesar que restaban 1:40 para el desenlace del asalto. Alvarado estaba cortando fácilmente el caminar del rival, llevándolo a las cuerdas y soltar su ira. Curiosamente bajó un poco el gas en el tercer asalto, pero en el cuarto volvió en modo toro.  Usando la misma bala (cruzado de izquierda) estrelló contra el piso a Kriel. Otra vez las condiciones físicas mantuvieron al valiente retador con casi 2:30 minutos restantes.

La pelea varió un poco del sexto al octavo, cuando el nicaragüense buscaba el golpe letal, bajando un poco el acoso y la cantidad de golpes, aprovechando así Kriel para puntear, ganando dos asaltos. Eso no significaba que estaba enderezando la pelea, sino que Alvarado apuntaba, apuntaba, esperaba, esperaba, hasta que en el décimo apareció como un rodillo, atacando las zonas bajas y altas, un torbellino causando estragos. No había necesidad de continuar con la masacre y el réferi tuvo compasión.

Oscar de la Hoya veía con asombro a su muchacho, quien había debutado impactando en tierras americanas.

Deportes Félix Alvarado

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