Una vez cumplida su misión, Félix “el Gemelo” Alvarado no dudó en soltar la lista de sus próximos oponentes: “Quiero unificar. Ese es mi principal objetivo. Pienso en Soto, Shiro o Kyoguchi. Me gustaría medirme a ellos y así ver quién es el mejor de las 108 libras”, indicó para diferentes medios estadounidenses mientras sudaba luego de 10 asaltos agotadores contra el sudafricano Dejaay Kriel.
El campeón mundial de las 108 libras de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) logró un debut espectacular en tierras norteamericanas. Desplegó todo su tren de pelea desde el primer asalto, saltó sobre el aguijón del sudafricano y, como si fuera una esponja, absorbió muchos golpes del rival, pero volvía a su forma natural, como si su piel tuviera una capa de hierro cubriéndolo de las balas del adversario. El Gemelo cubrió sus deficiencias defensivas con coraje, esa valentía de los pugilistas que nacen para ser guerreros. Kriel, con mejor técnica, se vio inutilizado con las embestidas. El campeón era incómodo, esa piedra en el zapato que no te deja caminar con calma o peor aún, una espina.
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En la ofensiva Félix nunca se ha caracterizado por ser depurado. Sabe soltar tres golpes limpios: el gancho de izquierda para rematar con el cruzado de la misma mano y el volado de derecha, más allá de eso el resto es un torbellino, confuso e impredecible. Te puede golpear hasta a coscorrones, pero jamás dejará de tirar. “Me cansé, tuvo que ver la experiencia del sudafricano. Busqué ese cruzado de izquierda en toda la pelea para rematarlo, también lo supe manejar bien en las cuerdas para hacer mis descargas. Estoy feliz por la victoria”, agregó. Alvarado tiene inteligencia para saber descifrar a los oponentes y qué estrategias seguir o improvisar durante los tres minutos entre él y el peleador que le quiere arrebatar su sueño. Contra Kriel no quiso darle confianza porque si lograba asentarse y pelear al contragolpe iba no solo a ser complicada la pelea sino más desgastante, por eso sorprendió peleando el primer round como si fuera el último, provocando el intercambio, saliendo mejor parado el pinolero.
Ahora, según las declaraciones del monarca, buscar a Shiro, Soto o Kyoguchi. Por más que pretenda conquistar el mercado de Estados Unidos, Félix desea ir a Japón porque sabe que ganará más dinero ya sea ante Shiro (CMB) o Kyoguchi (AMB). En diciembre de 2019 le habían ofrecido más de 100 mil dólares por la unificación, pero una enfermedad provocó la cancelación. Ante los japoneses no saltará como favorito. El primero es un estilista con buena puntería, defensa respetable y un historial respetado con siete defensas en tres años, entretanto Kyoguchi es un pegador peligroso por su buena línea de boxeo. Alvarado tendrá que remar contra la corriente y parece haber nacido para eso. En el caso de Soto es más accesible. El mexicano campeón de la OMB lució muy mal contra Carlos Buitrago y su fortaleza es el fajo, pero no pega más que el nicaragüense, ni tiene esa consistencia en asimilación y ofensiva.