No todo está perdido para René Alvarado después de perder por decisión unánime contra el venezolano y nuevo campeón mundial Róger Gutiérrez. Aunque hizo una presentación muy por debajo de las expectativas, casi consigue revertir el inicio de derrumbe que tuvo con dos caídas en el tercer asalto. Según el apoderado del excampeón nicaragüense, él se encargó de solicitar la cláusula de revancha porque no era una pelea mandatoria y les fue concedida. Lo que significa que probablemente antes de seis meses tendrá la oportunidad de lavar sus heridas y salir del hueco en donde cayó.
La cláusula de revancha cada vez más es utilizada en el boxeo profesional cuando un peleador decide escoger a su rival y si es derrotado, inmediatamente, la siguiente pelea sería ante el verdugo. La utilizó Anthony Joshua cuando perdió sorpresivamente frente a Andy Ruiz y en 2019 por ese mismo título que despojaron al pinolero la activó el excampeón boricua Alberto Machado cuando fue noqueado por Andrew Cancio. Así que el peleador a quien Alvarado destronó tuvo que vencer en dos ocasiones a Machado para poder ratificarse como monarca.
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La idea de enfrentar a Gutiérrez en el equipo de Alvarado era para tener un combate relajado contra un viejo conocido. René lo había vencido en 2017 y no se veía un peleador evolucionado y totalmente diferente. La empresa Golden Boy pretendía un oponente más complejo, pero se respetó la petición del apoderado de Alvarado porque el combate titular del 23 de noviembre de 2019 frente a Cancio había sido muy desgastante. No obstante, fueron sorprendidos no tanto por Gutiérrez sino con un René desconocido: sin la capacidad de librarse de los amarres y más vulnerable defensivamente, además que se vio débil en asimilación.
Habrá que esperar cómo transcurren las negociaciones y la curación de la cortada de Gutiérrez, lo cual será clave para la fijación de una fecha de revancha.