Lázaro Blanco extraña el potaje cubano. Cuenta que tiene como ingredientes frijoles con jamón, carne y varias verduras. “Aquí no lo hacen. No lo he encontrado en ningún lado”, lamenta. Está enamorado de Nicaragua, a tal punto que estaría dispuesto a volver si es solicitado nuevamente en temporadas venideras. Se ha sorprendido al ver a sus compañeros comiendo gallo pinto en todo momento. “No se aburren del gallo pinto. Lo comen a toda hora y yo digo: ‘Coño, clase aguante’”, comenta en tono de broma. “Entiendo eso. En Cuba le decimos arroz de moros o congrí. No se come todo el tiempo como acá”. Esta no es una plática culinaria y tampoco Blanco es un chef, sino el mejor brazo cubano de la actualidad que es hasta el momento la única luz en el picheo de occidente.
El astro cubano asegura tener una gran relación con sus compañeros y muestra de ello son las invitaciones a comer pescado que ha tenido con Wilton López. Blanco se muestra sencillo en esta conversación, “vivo en la ciudad, pero soy un hombre del campo”, agrega y también habla del nivel del beisbol cubano en relación con el nicaragüense y el ofrecimiento que tuvo en 2013 de salir de Cuba para firmar con un equipo de Grandes Ligas.
¿Cómo te has sentido en León?
Contento. La acogida de León es buena. Ya había estado con el equipo nacional de Cuba, es una nueva experiencia en mi carrera deportiva, pero me siento muy cómodo. Me llevo bien con mis compañeros, más con la dirección y le agradezco mucho al gerente del equipo que me dio la oportunidad de representar a Cuba.
¿Cómo llegás a Nicaragua?
Adrián Moreno es mi amigo, jugamos en Cuba y teníamos contacto. Yo estaba en Cuba preparándome para ir a la Liga Mexicana en verano y se suspendió por la pandemia y me contactó que León estaba interesado, que había que ver por todo el tema de la pandemia y me puse en contacto con Michael (presidente del equipo) y empezamos a conversar y aunque me retrasé, él siempre mantuvo su palabra y yo le di la mía.
¿Estás acostumbrado a la presión? El fanático espera que brillés en cada una de tus salidas…
En Cuba se juega una primera parte y luego los playoffs y es bien dura, y si uno es capaz de lanzar en el Estadio Latinoamericano con más de 60 mil personas, te puedes imaginar la presión que es eso, puede lanzar donde sea. Eso uno lo toma con experiencia, además están los eventos internacionales. Lo primero para mí es la concentración y dedicación en su trabajo. Si no hay disciplina no se logra el objetivo. Siempre que salgo al terreno digo que haré lo que me toca. Lo que uno haga en los entrenamientos es lo que va a hacer en el campo a la hora del juego.
¿Cómo es el nivel de la Liga Profesional en relación con la de Cuba?
En Cuba solamente jugamos los cubanos. La liga la veo muy bien y hay varios extranjeros que levantan el nivel de beisbol, cada equipo con seis y ahora hasta más y se ve el beisbol de calidad. Se ve el avance del beisbol nicaragüense, terceros en los panamericanos, primero en el Sub-23, eso se ve cuando un país está logrando esos objetivos. Veo muy buenos peloteros en los equipos, muchachos jóvenes que están firmados. Y lo veo en León y Chinandega, al único equipo que no le lancé fue al Bóer, pero los otros equipos muy bien.
¿Entonces está al mismo nivel?
La liga tiene buen nivel, en Cuba se juega una etapa y luego se fortalece con los refuerzos. Aquí me dijeron que se juega un Pomares y luego la Profesional. Ahora en Cuba es una sola liga con 75 juegos y luego los playoffs.
¿Te ha costado adaptarte a la Liga?
El beisbol es el mismo, pero a veces es difícil adaptarse porque uno no conoce a los bateadores y con la ayuda de la dirección y los muchachos me he adaptado. En Cuba se juega un beisbol distinto, aquí le hacen swing a los primeros picheos entre otras cosas, en Cuba hay equipos que no tienen el mismo nivel. Tú ves un equipo en Cuba una vez si te toca y aquí te ven dos o tres veces en la misma semana, entonces debes cambiar el sistema de picheo y te conocen, en el trabajo diario y con la ayuda de todos me he acostumbrado a la liga. Me gusta mucho cuando veo los partidos y pregunto sobre picheo a los compañeros o al receptor.
¿Cuáles son tus mejores herramientas?
Yo no tengo una velocidad alta, sino entre 88 hasta 90 millas, pero lo fundamental es el control si no tienes no sirves. De qué vale tirar 100 millas si no pones strikes. Mi control lo es todo, tengo recta, sinker, slider y un cambio de bola, lo importante del picheo es saber colocar strikes, si tu rompiente no pasa de strikes no haces nada, porque el bateador se acomoda. La velocidad no lo es todo. Tengo amistades que tiran duro, pero no ponen strikes.
A tus 34 años ¿qué te hace falta por lograr?
He estado en varias ligas y le doy gracias a Dios por eso. Estoy finalizando mi carrera deportiva. Los muchachos me dicen que hasta cuándo. Yo me pongo mis metas. Simplemente voy a darlo todo. Tengo varias ofertas de jugar en otras ligas como México que es una liga fuerte, pero me trazo metas a corto plazo, lo primero que veo es el presente donde estoy, me gusta siempre trabajar y sacar lo mejor de mí donde estoy para tener una bonita experiencia para que después se acuerden de mí y recuerden mi trabajo.
¿Qué hay más allá del Lázaro pelotero?
Desde muy pequeño jugaba a los 8 años. Entré a la escuela del deporte. Soy profesor de beisbol en Cuba, cuando termine mi carrera activa seré un entrenador de beisbol porque estudié para eso cinco años. La vida me dio esa oportunidad. Yo soy del campo, pero vivo en la ciudad y mi familia es de allá y cuando tengo mis días de vacaciones trabajo con mi familia de campo. El beisbol me lo ha dado todo y pienso seguir como un profesor de beisbol.
Te puede interesar: El plan diseñado por Juan Vita para clasificar a la siguiente etapa de las eliminatorias a Catar 2022
¿Siempre te imaginaste ser uno de los mejores lanzadores de Cuba?
Cuando pequeño me gustaba Norge Luis Vera, es uno de los grande y siempre tuve fotos con él, trabajaba para eso, en los primeros años no tenía esos resultados y la dedicación al trabajo es lo fundamental. Yo les comento a muchos que todos no nacemos como Omar Linares que con 17 años era el tercer bate de la selección, eso es una cosa irreal, pero tuve un entrenador, Marcos Fonseca cuando entré con Gramma a los 17 me ayudó. También tuve un entrenador llamado José Manuel Cortina que entrenó a Mariano Rivera y me dijo que sería uno de los grandes de Cuba. Asimismo agradezco a Luis Ernesto González que es quien me prepara para los torneos, él es un máster en preparación deportiva.
¿Te queda la espina de no haberte probado en el mejor beisbol del mundo?
Sí, el cubano es un guerrero con todas las adversidades con el deporte, el país nos da la oportunidad de ir a una escuela gratis y así nos forjamos todo. He ido a Serie del Caribe y terminé siendo el mejor. En 2013 me propusieron abandonar el país y probarme y dije que no. Y eso queda por dentro. Si en una Serie del Caribe y en Canadá lucí bien, como deportista me hubiera gustado jugar en ese nivel en el mejor beisbol del mundo para medir mi calidad.
¿Fue difícil tomar esa decisión?
Es duro porque uno piensa en su familia, la enseñanza de mis padres, pero son decisiones que toma como ser humanos y la acaté y luego trabajé en Cuba y todo me ha ido muy bien.
¿Tenés relaciones con los cubanos en las Grandes Ligas? ¿Hablan de beisbol?
Después que salieron de Cuba los he visto en Cuba y no hablamos de beisbol, cuando vamos a un lugar vamos a compartir. Hablamos de todo. Jugué con Yoanis Céspedes 10 años y él decidió irse y también con Yoan Moncada, además de mis otros amigos como Alfredo Despaigne que juega en Japón, voy mucho a su casa. Otro con el que converso mucho es Frederich Es bueno conversar porque una gana experiencia como Frederich Cepeda, es importante porque a esas conversaciones uno le saca provecho a la hora que estoy en el montículo recuerdo algunas de esas pláticas.
El equipo de León está al borde de la eliminación, ¡se van a recuperar?
El equipo está bien, los partidos se nos han escapado por detalles. Lo importantes es que tamos trabajando para salir del bache.
Detalles
Lázaro Blanco es líder en efectividad de la Liga Profesional con 2.83 de efectividad, es quinto en ponches (37) y tercero en victorias (4).