En este 2021 Renato Morales cumplirá 39 años. Está a dos partidos de seguir escribiendo su nombre en los libros de historia de la Liga Profesional. Tiene un promedio de bateo de .393 y es el líder de todo el torneo, sobre grandes figuras como Cheslor Cuthbert y jugadores extranjeros que estuvieron en la Gran Carpa. Nadie ha podido contra Renato, el humilde pelotero que fue firmado cuando joven por los Filis de Filadelfia. Ni el brazo de Lázaro Blanco, tampoco las balas soltadas por Carlos Sanó ni la soberbia en el montículo de Alexander Santana. Solo una lesión es capaz de alejarlo del cajón de bateo.
Sucedió el pasado martes contra los Tigres de Chinandega. Con corredores sobre las almohadillas, Renato salió buscando como girar un marcador casi perdido, ligó un roletazo y se dio cuenta al instante de hacer el swing que su pantorrilla no estaba bien. “Cuando corría a la primera el dolor empeoraba”, explica el pelotero, quien no jugó este miércoles. “En ese momento pensé que no jugaría más, pero solo fue un calambre. Según me recomendaron los doctores del equipo solo tomaré un día de descanso para entrar en acción en los últimos dos desafíos”, explica.
Morales se encuentra 24 puntos encima de Wuilliams Vásquez (sin incluir el partido del miércoles), el pelotero de los Gigantes de Rivas de origen venezolano pero nacionalizado nicaragüense. Solamente un sprint final casi perfecto lo catapultaría al gran asalto sobre Renato. El jardinero del Tren del Norte bien podría decidir no jugar más para recuperarse sin problemas y asegurar su segundo cetro de bateo de su carrera en la Liga Profesional. No obstante, eso está en un segundo plano. “Si voy a ganar el título de bateo que sea jugando porque eso es secundario. Ahorita mi preocupación es el Tren del Norte, debemos clasificar a la final y mis compañeros necesitan de mis batazos”, señaló Morales.
Te puede interesar: Tigres a su décima final en 16 años: ¿Ganarán esta vez?
Antes que Vásquez se aproximara a la pelea, sus compañeros de equipo como Willy García y Héctor Gómez estaban pisándole los talones, a pesar de ello, confiesa que nunca hubo rivalidad. “Somos un solo conjunto. Recuerdo que cuando fallaba uno de nosotros alentábamos al otro a conectar el batazo. Somos familia y ellos tienen experiencia de Grandes Ligas y he aprendido mucho jugando a la par de mis amigos. Me han hecho correcciones. Uno no lo sabe todo en esto, siempre hay algo que aprender”, agrega Morales.
La primera semana en la que conversé con Renato estaba consciente que el liderato podía ser pasajero. Habían demasiados competidores con mejor edad, condición física y herramientas, pero dijo: “Voy a entregar hasta la última gota de sudor por mantenerme” y lo está haciendo. El resto ha caído como fichas de dominó, menos él, el jugador más estable de toda la Profesional. “Los lanzadores se acoplan a tu manera de batear y cada vez lo hacen más complicado. Suelen lanzarte más fino cuando estás rindiendo. Y uno también sigue haciendo ajustes”, explica.
En este 2021 Renato cumplirá 39 años y está a dos partidos de darse un regalo anticipado, uno que le garantizará mayor credibilidad en la recta final de su carrera: el cetro de bateo. Por lo pronto, espera que el calambre no vuelva a aparecer y ganar con honorabilidad su premio, mientras consigue la clasificación a la final.
Estadísticas de Morales
Renato Morales ha jugado 40 partidos y 39 de ellos como titular. En 150 turnos conecta 59 imparables, siendo 12 de ellos dobles y uno triple y liga con cuadrangulares.
El jardinero anota 25 carreras y empuja 31, solamente detrás de Héctor Gómez (41) en su equipo.
Se poncha 25 veces, ha cometido dos errores y recibe 17 bases por bolas, la segunda mayor cantidad dentro del conjunto norteño.
Curiosamente, Renato le batea mejor a los zurdos que a los derechos (.442 y .367) y se crece aún más con corredores sobre las almohadillas (.413).
Morales ha tenido siete turnos con las bases llenas y en cinco de ellos ha ligado incogibles.