Dos escenarios distintos con un día de diferencia. El martes la fanaticada de Chinandega abarrotó el estadio Efraín Tijerino sin acatar las medidas de distanciamiento social ni usar la mayoría mascarilla para ver a los Tigres en la Final. Este miércoles en Rivas la historia es todo lo contrario. Los aficionados han abandonado, aparentemente, a los Gigantes y los pocos que ingresaron al estadio Yamil Ríos Ugarte se protegieron, en su mayoría, del Covid-19.
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En Rivas dicen que la afición está un poco “desconfiada” de los Gigantes y por eso el estadio no se colmó a toda su capacidad, al menos hasta iniciar el desafío el Yamil Ríos estaba con espacios vacíos, propiciando el distanciamiento.
A diferencia de los occidentales, los rivenses en su mayoría hicieron caso y permanecieron con los tapabocas que son de uso obligatorio al ingresar al estadio. La LBPN explicó en un comunicado que la prioridad era llevar a cabo el torneo “en las mejores condiciones posibles, extremando cuidados de salud de todos los involucrados mediante estrictos protocolos”.