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Joel Fuentes (mascarilla negra), Lenín Picota (mascarilla celeste) y el Boricua Jiménez a la derecha de Picota. LAPRENSA/JADER FLORES

Contracrónica: La pifia de Joel Fuentes le cuesta el partido a Rivas

Fuentes entró nuevamente para platicar con Solís sin darse cuenta que se había suicidado. Ni Picota ni el Boricua Jiménez le pudo avisar del lapsus al timonel

Joel Fuentes se quedó sentado viendo el oscuro y vacío cielo nocturno. Pensaba en lo que había hecho. Su error había significado la pérdida del juego. En esta ocasión no había discurso que dar, ni a jugadores a los cuales aconsejar. Hablaba consigo mismo, se reprochaba a lo interno sin decir una palabra. Su mirada lo decía todo. Luego de mover sus fichas y haber empatado el encuentro, aprovechando el passed ball de Melvin Novoa para emparejar la pizarra (6-6), trajo a la loma en el octavo inning a Douglas Solís, un bombero, zurdo y especialista para bateadores de su perfil. Vicente Padilla respondió con Montiel, que fue dominado, luego Fuentes entró por primera vez a platicar con Solís antes de enfrentar a Novoa, quien conectó imparable, luego del error del lanzador sobre el toque de Marcelino (aunque Williams Vásquez tuvo cierta culpa por no retener la pelota), el estratega de los Tigres volvió a mover el banquillo y trajo al zurdo Edgar Figueroa.

Fuentes entró nuevamente para platicar con Solís sin darse cuenta que se había suicidado. Ni Picota ni el Boricua Jiménez le pudo avisar del lapsus al timonel. Entrar dos veces en un mismo episodio significa relevar al lanzador por reglamento. Y Solís tenía unos números insólitos contra zurdos: 16-0. No había habido nadie capaz en la temporada de someterlo, mientras los derechos lo aporreaban para un .360 de promedio. No existió enfrentamiento Solís vs. Figueroa, Padilla saltó a exigir la salida del zurdo, mientras Norman St. Clair entraba al montículo. Esa fue la decisión del juego. El Chinandegano prefirió a un derecho que había ponchado a cuatro tigres en dos entradas en el segundo juego, que a un especialista como Douglas. El resultado final tiene a Chinandega bailando la cumbia a dos partidos de coronarse con ese imparable barre bases de Figueroa, mientras Joel tendría un largo viaje de regreso  a Rivas, golpeándose la cabeza, mirando a Picota y a Jiménez sabiendo que se les escapó de las manos un partido por un momento de alzhéimer.

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