¿Sentís que el tiempo no te rinde? Solemos decir: “No tengo tiempo de nada”, “nunca hay tiempo para mí”, “no logré terminar”. El asunto no es el tiempo, es cómo lo manejamos, cuán inteligentes, productivos y eficientes somos con el tiempo disponible. Aun cuando el día tuviera 50 horas diríamos lo mismo porque no es la cantidad sino la calidad del trabajo que ejecutamos.
Algunas sugerencias para optimizar tu tiempo son:
1 – Utiliza una agenda. En ella anota todo, desde llamadas, reuniones, reportes, pendientes, etc. Lo que no está en agenda no suele suceder, pero es importante agendar con realismo para no saturar. En tu agenda necesitas priorizar: podrías ponerle el número 1 a la actividad más importante, un 2 a la segunda más pertinente y así sucesivamente para saber que las deberás ejecutar con prioridad en ese día.
2 – Prepara tu día. Revisa la noche anterior lo que tienes que hacer al siguiente día, esto ayudará a preparar tu mente. Asegúrate de tener todo lo que necesitas y dejarlo listo, así no tendrás imprevistos en caso de olvidar algo.
3- Trabaja en bloques y con horarios. Establece un tiempo para responder correos, mensajes de WhatsApp o hacer llamadas telefónicas. Generalmente las personas van reaccionando y respondiendo todo el día, lo que se convierte en una gran fuga de tiempo. Elimina todo distractor cuando estés concentrado en una actividad; es mejor realizar un asunto a la vez que varios al mismo tiempo.
4- Pedí ayuda cuando sea necesario. Hay personas que pierden mucho tiempo investigando o tratando de hacer algo, cuando alguien lo sabe hacer más rápido. También es necesario delegar aquello en lo que no somos indispensables y utilizar ese tiempo en lo que nadie más puede hacerlo por nosotros.
5- Aprende a decir “no”. Muchas veces tomamos demasiados compromisos por miedo o vergüenza a decir no. Necesitamos comprometernos honestamente solo con aquello que podamos cumplir. Entre menos abarques mejor.
6- Distingue lo “importante” de lo “urgente”. Hay asuntos urgentes que son aquellos que debes implementar a lo inmediato como trabajos con fecha límite. Hay otros asuntos importantes pero que no urgen y pueden esperar. Estos debes planificarlos y agendarlos. Organízate haciendo esta distinción para que sepas qué es primero y qué viene después.
7- No procrastines o postergues lo que hay que hacer. Empieza cada día haciendo aquello que más te cuesta o que no deseas hacer para evitar la procrastinación. Te sentirás bien liberado al salir de eso desde tempranas horas de la mañana.
Tu tiempo está en tus manos y vale oro. Utilízalo de forma responsable porque es un recurso limitado e irrecuperable.
Nadia Vado *
Autora y conferencista
www.nadiavado.com