La nueva acusación contra el preso político Carlos Alberto Bonilla López detalla que dos días antes de que se cumpliera su sentencia de un año de cárcel impuesta por la dictadura, los agentes del Sistema Penitenciario La Modelo le encontraron una bolsa con cocaína en su camarote.
Bonilla fue presentado este miércoles en los juzgados de Managua, para una audiencia sobre esta nueva acusación. Yonarqui Martínez, defensora legal de Bonilla, tuvo la oportunidad de hablar unos minutos con él. El preso político negó los cargos y aseguró que la droga fue “plantada” en su camarote cuando los sacaron a tomar el sol al patio, le dijo a su abogada.
La defensora legal confirmó que esta nueva acusación es una acción política para mantener en prisión a Bonilla, por su oposición al régimen de Daniel Ortega.
Además, Martínez denunció que Bonilla tiene golpes en todo su cuerpo. “Yo solicité atención médica. Ojalá que se la den de manera oportuna, para evitar sucesos como el de don Justo (Rodríguez)”, manifestó la abogada.
La acusación judicial establece que “a eso de las 8:10 a.m. estando en la celda número 13, en la que se encuentra el acusado Carlos Alberto Bonilla López (…) el agente Douglas Rafael Jarquín Balladares procedió a realizar la formal requisa, encontrando en el primer camarote en la parte baja donde duerme el acusado (…) un agujero (caleta) realizado en el concreto de la parte baja del camarote y en cuyo interior encontró una envoltura plástica con cinta adhesiva transparente, misma que en su interior contenía polvo de color blanco”.
La documento legal asegura que después de un análisis, el polvo dio positivo a cocaína, con un peso inicial de 35 gramos.
Tercera acusación
Esta es la tercera vez que Carlos Bonilla enfrenta un proceso judicial con sesgo político, debido a que el sistema judicial de Nicaragua es controlado por los partidarios del régimen de Daniel Ortega, que han venido acusando de narcotráfico y crimen organizado a quienes salieron a protestar en 2018.
Bonilla participó en las protestas civiles contra Ortega en 2018. Estuvo preso por primera vez 11 meses, con una condena de 90 años, tras un proceso con sesgo político por el control del régimen en el sistema judicial.
Fue excarcelado el 11 de junio de 2019, bajo la cuestionada Ley de Amnistía, pero la Policía Orteguista (PO) nunca lo dejó de asediar ni perseguir.
Preso político recapturado
Se fue al exilio el 8 de septiembre del 2019 debido al asedio y las amenazas constantes. Regresó el 15 de enero del 2020 para celebrar el cumpleaños de su hija, pero el 18 de enero, tres días después de su regreso, fue capturado, acusado y condenado a 12 meses por supuesta tenencia ilegal de arma de fuego, un modus operandi practicado por el régimen con los opositores que regresaban del exilio.