No ha sido un secreto que la condición física será fundamental en la revancha entre Román González y Juan Francisco Estrada. Chocolatito se ha caracterizado por ser una máquina sin pausas bombardeando al oponente. Esa ha sido la etiqueta del nicaragüense desde sus comienzos en el boxeo. Cuando defendió ante Katsunari Takayama en Japón, tiró 1,351 en las 105 libras. Posteriormente en las 108 libras contra el Chango Vargas lanzó 1,494 golpes, siendo su máxima cifra; mientras que en las 115 libras, en su última presentación defendiendo por primera vez el cetro de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), soltó 1,241 disparos, convirtiéndose en la tercera mayor cifra de su carrera. Ahora pretende hacer algo similar.
Según Marcos Caballero, entrenador de Chocolatito, su pupilo se prepara para tirar más de mil golpes, de acuerdo con la publicación de Boxing Scene. “Conocemos la calidad de Estrada como boxeador, pero confiamos en que una vez estén en el ring el que haga los mejores movimientos saldrá con los brazos en alto. Una de las cosas en las que estamos trabajando es traer de vuelta al Chocolatito que solía tirar combinaciones largas, quien lanzó un volumen de golpes para superar los mil, como lo hizo en su pelea anterior, y sobre todo, apuntamos a mejorar la potencia de sus golpes”, explicó.
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Durante la pelea contra Jiga González entrenó durante cuatro meses, además terminó haciendo campamento en las montañas mexicanas para contrarrestar la altura de la Ciudad de México. En los primeros asaltos Chocolatito se cansó, de acuerdo con sus declaraciones, sentía que se estaba ahogando y se le agotaba el aire, no obstante, supo mantener la calma y tirar de corazón. A pesar de ello, culminó con más de mil golpes.
En el caso de Estrada, también asombra su constancia de golpeo. El Gallo tuvo un combate de mucha mayor exigencia ante Carlos Cuadras, a pesar de tocar la lona, supo reaccionar para enderezar la pelea y terminarla por nocaut. Y de forma sorpresiva, el azteca superó al nicaragüense en golpes conectados, no en lanzados (1,110). Estrada conectó a Cuadras 387 y Chocolatito 337 a Jiga. Sin embargo, el Gallo solo entrenó durante un mes y dos semanas. La pelea estuvo en duda porque parecía que no sería tiempo suficiente.
En la revancha ambos pugilistas tendrán ocho semanas de campamento, aunque del lado azteca estaban en mejor condición previa que la del nicaragüense.