Minúsculos
Al mediodía del 19 de abril de 2018, cuando tomaban fuerza las protestas ciudadanas antigobierno, Rosario Murillo pronunció un incendiario discurso en el que destacó una palabra: “minúsculos”.
“Qué tristeza da la manipulación política de los mismos de siempre, esos minúsculos grupos que azuzan y desestabilizan, para destruir Nicaragua”, dijo. “Esos grupos minúsculos, esas almas pequeñas, tóxicas, llenas de odio, no representan el sentimiento, la necesidad de paz, de trabajo y de cariño del pueblo nicaragüense que tanto ha sufrido”.
La ciudadanía opositora se apropió del término “minúsculo” e incluso apareció un grupo musical con ese nombre.
Vampiros, almas mezquinas…
“Vampiros” fue uno de los primeros insultos pronunciados por Rosario Murillo en contra de los manifestantes anti régimen, que en ese momento protestaban contra las reformas al Seguro Social. La empleó el 19 de abril de 2018 por la noche, mientras la Policía reprimía y las turbas sandinistas hacían su parte.
“Tanta sangre derramada y nos les basta!”, exclamó. “Parecen vampiros reclamando sangre, para nutrir sus agendas políticas, para alimentarse, porque el vampiro se alimenta de sangre y cree que con eso logra avances en sus agendas políticas”. Esa noche también los calificó de “almas mezquinas” y “seres mediocres”.
¡Dejen de joder!
El 12 de diciembre de 2019 Rosario Murillo estalló nuevamente. “¡Ya dejen de joder, dice la gente! ¡Ya dejen de joder, decimos todos! ¡Déjennos en paz!”, despotricó en medios oficialistas. “No merecen ser considerados nicaragüenses porque ni piensan, ni actúan como nicaragüenses, piensan y actúan con botas imperiales”.
La reacción iracunda de Murillo se debió a que ese día el gobierno de Estados Unidos sancionó a Rafael Ortega Murillo, hijo mayor de la pareja cogobernante, por ser “el administrador de dinero clave detrás de los esquemas financieros ilícitos de la familia Ortega”. Es decir, por lavar dinero para sostener al régimen.
Esa misma mañana la Policía reprimió con violencia una protesta de madres de presos políticos y miembros de la Alianza Cívica que exigían la liberación de más de 160 ciudadanos encarcelados por la dictadura.
De otra galaxia
“Extraterrestres” y “aprendices de extraterrestres”. Así calificó Murillo a médicos de hospitales privados y ciudadanos que reportaron casos y muertes por Covid-19 que el Ministerio de Salud no reconoció en sus cifras oficiales.
“Ellos, los extraterrestres, porque viven en otra galaxia, viven en una burbuja mental, en otros espacios… Allí se inventan, allí fabrican sus mentiras, y desde allí, sin contacto, sin polo a tierra, sin contacto con el sufrimiento, con las necesidades del pueblo, emiten sus mensajes mentirosos, sus noticias falsas, sus campañas de pánico, sin pudor, nunca han tenido”, expresó en su alocución del 15 de mayo de 2020.
Puchitos
La palabra “pucho” y “puchito” entró al vocabulario de los partidarios de la dictadura desde que Rosario Murillo la pronunció en contra de la ciudadanía opositora, en un intento de descalificar las protestas.
El 13 de agosto de 2018 Murillo dijo: “¡Qué terrible! ¡Y cuánto tóxico debe de haber en esas almas! ¡Cuánto odio! ¡Cuánto veneno! En esos puchitos que quedan por ahí que quieren ver a nuestro pueblo infeliz; porque ese es el propósito: vernos infelices”.
Ataque a los Chamorro
El 12 de enero de 2021 Murillo arremetió contra la familia Chamorro, sin mencionarlos, luego de que Cristiana Chamorro se declarara abierta a una eventual candidatura presidencial.
“En estos tiempos nuestro derecho supremo no lo puede violentar nadie. ¡Ni los ungidos! Porque un montón de ungidos andan por ahí. ¿Ungidos por quién? Ni siquiera su trayectoria de vida los defiende o los hace ponerse de pie, o verse de pie, porque agachados son, y vendepatrias son. Y prácticamente no es sólo el personaje o la personaje, sino una historia de familia que de patrimonio heroico no tiene nada”.
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