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Román González y Juan Francisco Estrada en 2012. LAPRENSA/ARCHIVO

Los cinco errores del Gallo Estrada en la primera pelea con Román González

A veces el ojo crítico es capaz de encontrarle fallos hasta a la perfección. No será este el caso, pero Juan Francisco “el Gallo” Estrada se encaminó a ese sendero en una parte de la primera pelea contra Román González y, casi consigue un apoteósico triunfo

A veces el ojo crítico es capaz de encontrarle fallos hasta a la perfección. No será este el caso, pero Juan Francisco “el Gallo” Estrada se encaminó a ese sendero en una parte de la primera pelea contra Román González y, casi consigue un apoteósico triunfo. Es que se puede mostrar fineza, elegancia y exquisitez en algunas escenas de un combate, pero sostenerlo durante los 12 rounds contra un destructor completo como Chocolatito es misión imposible. Juan Manuel Márquez encontró su nirvana en la cuarta pelea contra Pacquiao, después de 44 asaltos. Por más que hacía las peleas perfectas terminaba cayendo en las tarjetas. No obstante, el Gallo quedó largo de ese galardón aquel 2012 en California, sin embargo fue el primer oponente en exigir de esa manera al nicaragüense. Aquí te presentamos los cinco errores del ahora monarca mundial de las 115 libras del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

El primer desliz no se debería tomar como un error, aunque lo fue, porque significó el salto a la notoriedad del mexicano: sacrificar, entregar un pedazo de sí mismo para alcanzar la gloria. Para la pelea contra Chocolatito bajó a las 108 libras. Acostumbrado a pelear en 112 y 115 libras, decidió tomar esa oportunidad: ¿qué podría perder un desconocido de las categorías pequeñas? En reiteradas ocasiones el mismo Estrada ha confesado lo debilitado de su fuerza para esa pelea, su recuperación no fue la mejor. Y quedó evidenciado cuando descargaba golpes directos con furia al nicaragüense y los asimilaba como si fueran dos sencillos almohadazos. Plumazos que hacían cosquillas. Chocolatito confesó nunca haber sentido la pegada de Estrada, sí su constancia agotadora. A pesar del error de bajar de peso, ese combate le produjo amarrar la reyerta con Brian Viloria y el resto es historia.

Puede leer: Los cinco errores que cometió Román González en la primera pelea contra el Gallo Estrada

En los primeros cuatro asaltos se vio al Gallo suelto, exhibiendo velocidad, despliegues defensivos, movimientos de piernas, estacionarse a descargar y echar reversa para evitar bombazos del nicaragüense. No obstante, a partir del quinto asalto visitó con mayor frecuencia las cuerdas, además de convertirse en un blanco que permanecía en el centro más tiempo de lo recomendado. Eso provocó el enderezamiento de la pelea para Román, aprovechando esos resbalones giró el destino de ese capítulo. Asimismo, el mexicano se quedaba sin gasolina en los cierres de los asaltos. Eso daba como resultado conclusiones más fuertes de Chocolatito, dejando la impresión hasta de asaltos que no eran para él lo fueran. No por algo el que ríe de último lo hace mejor.

En una pelea de dos gladiadores de altos quilates es imposible no recibir golpes, pero el azteca nunca ajustó su guardia para evitar esa mano derecha punzante y desgarradora de Chocolatito. Apareció una nueva pandemia y el Gallo no consiguió el antídoto para esa arma no solo de apertura sino también de conclusión en las largas combinaciones del nicaragüense.

Hubo mucho desgaste en ambos pugilistas, pero cuando sos retador a la corona o querés tumbar al rey de una categoría no se puede pestañear o desperdiciar opciones para “asesinarlo”. ¿Se imaginan a un vagabundo por el desierto dejando caer una gota de agua? El Gallo no atacaba en las largas pausas de González, sino que también las ocupaba para descansar. Para forjar su sueño en esa pelea debió atacar mientras el otro dormía.

Pasar ocho años y cuatro meses esperando por vengar su derrota es más que suficiente para haber imaginado todos los posibles escenarios, madurado y encontrado primero sus propios fallos, para luego propiciarlos en el contrario. En este momento el Gallo irradia confianza, exhibe su físico y abre la boca sin miedo a tragarse las palabras.

Deportes Juan Francisco El Gallo Estrada Román González

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