El chontaleño Sandy Bermúdez, actual campeón de bateo del Pomares, estuvo hace pocos días en el ojo del huracán; se negaba a participar esta temporada con los Toros de Chontales por desacuerdos económicos. Una vez superado ese asunto, el toletero tiene la oportunidad de entrar a un selecto grupo de bateadores que han ganado el título de bateo en temporadas consecutivas en el beisbol de Primera División.
Desde 1970 solamente seis bateadores han podido revalidar la corona. Sandy la temporada pasada consiguió su primer título de bateo con promedio de .435, producto de 67 hits en 154 turnos; a eso se le agrega que fue sublíder en carreras empujadas con 46, detrás de las 54 de Juan Carlos Urbina. El reto para Bermúdez esta temporada es conservar la corona de bateo. Acá están los bateadores que lograron retener el título de mejor bateador:
1- Pedro Selva (1971, 72 y 73)
El Bambino caraceño es una de las máximas figuras del beisbol pinolero. A inicios de los años 70 era el bateador a seguir, junto al legendario Ernesto López. Selva arrasó con la competencia y se llevó tres títulos de bateo consecutivos. En 1971 obtuvo su primer reinado con promedio de .355, conectó 82 hits en 231 turnos; en 1972 revalidó su corona con .348, disparó 70 cañonazos en 201 visitas al plato. Si había dudas de su hegemonía, en 1973 nuevamente fue el máximo artillero; su promedio de .364 lo consolidó como el mejor bate a nivel nacional en ese momento. Esa campaña tuvo 84 inatrapables en 231 turnos.
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2- Freddy García (1988 y 1989)
El Sheriff, Freddy García fue parte de los recordados Productores de la UNAG; el jardinero central logró conquistar dos títulos de bateo a finales de los 80. En la temporada de 1988 ganó la distinción con promedio de .390, en 254 turnos disparó 99 cohetes. La campaña siguiente, en 1989 compartió el título con Próspero González, ambos batearon .400. García conectó 100 hits en 250 visitas al home.
3- Nemesio Porras (1991, 92, 93 y 94)
La mejor primera base de todos los tiempos de Nicaragua y uno de los máximos íconos del terruño, consiguió ganar cuatro coronas de bateo consecutivas (único en la historia) vistiendo la franela de los Indios del Bóer. En 1991 inició la racha con un astronómico promedio de .400, sus 132 imparables en 330 turnos le permitieron llevarse los máximos honores en bateo. Revalidó el título al año siguiente, en 1992; esa temporada bateó .439, siendo el mayor promedio de la historia hasta ese momento, consiguió 129 inatrapables en 294 visitas al plato. En 1993 tuvo average de .402 (148 hits en 368 turnos) y completó el tetracampeonato de bateo en 1994 con .382 (81 imparables en 212 turnos).
4- Jimmy González (2002, 03 y 04)
El chontaleño no necesita presentación, es de los mejores bateadores en la historia de la pelota criolla. Ganó su primer trofeo de campeón bate en 2002 con Chinandega, su promedio fue de .367 (88 cañonazos en 240 visitas al plato), en 2003 nadie pudo superarlo y retuvo su cetro con .405, estando con Granada, (87 en 215). Completo la trilogía de coronas en 2004 con Chinandega en la Copa Nicaragua, donde consiguió .489 (23 hits en 47 turnos). Cabe mencionar que ese torneo fue con solo cuatro equipos y con pocos turnos es más fácil tener un mejor promedio. Por ese motivo no se considera récord nacional la cifra.
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5- Darrell Campbell (2013, 14 y 15)
El toletero costeño tuvo tres años para la historia. Sus tres títulos de bateo consecutivos por encima de .400 puntos lo hicieron unirse a Nemesio como los únicos en conseguirlo. En 2013 jugando con la Costa Caribe alcanzó el promedio de .413 (97 en 235), la temporada siguiente nuevamente destacó con su cifra de .434 (115 en 265), completando su triplete con .430 (68 en 158).
6- Ofilio Castro (2018 y 2019)
El principal artillero de los Dantos es el último bateador en lograr dos coronas de bateo seguidas. Castro alcanzó el promedio de .436 en 2018 (61 en 140). En 2019 retuvo el título con average de .418 (104 en 249). Ofilio en la temporada pasada quedó relegado en la lucha por ser el mejor bateador del Pomares; este año intentará regresar al trono y de paso evitar que Sandy entre al selecto grupo.