Y todo se tradujo al último episodio. El primer partido del Pomares 2021 se convirtió en una extensión de la final. Se jugaron ocho entradas y nadie extrañó la novena. El Bóer implantó su dominio reciente sobre la Maquinaria Roja y alargó a siete temporadas consecutivas sin perder en el primer partido de la temporada al dejar tendido 4-3 a la tropa de Lenin Picota. Curiosamente habían sido los Dantos en 2014 los últimos en doblegar a la Tribu en un primer desafío. La noche de este viernes Tiffer obtuvo su dulce venganza.
Con un extraordinario relevo final, Wilber Bucardo se encargó de mojar la pólvora de los Dantos. Con dos hombres circulando sin outs (la regla de muerte súbita), el derecho capitalino obligó a batear para doble play a Leonardo Ortiz, quien había sido el empujador de dos carreras en el tercer episodio. No obstante, se transformó en el villano. Luego de dominar a Ronald Garth para evitar anotaciones, en el cierre del octavo, Tiffer decidió no cometer el error de Picota en no mandar a tocar a Ortiz, la señal era tocar con Jesús López, pero Ortiz cometió un passed ball que cambió todo el cierre de juego. Corredores en tercera y segunda sin outs y la orden de tocar a López fue eliminada. Un elevado de sacrificio a los jardines empujó la carrera mortal. Ganó Bucardo y perdió Obando.
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En el cierre del séptimo episodio la Tribu también había tenido otra oportunidad de finalizar el duelo, sin embargo, Jairo Mendoza (coach de tercera) pecó por reservado cuando evitó mandar a Javier Robles al plato con el imparable de Christian Moreno. El tiro de Felipe Aguilar fue desviado. Robles hubiese anotado caminando, mientras controlaba el ruido de su bostezo con la mano derecha. Pesó mucho la jugada del tercer episodio cuando Wuilliams Vásquez fue puesto out. El Bóer reflejó una gran contradicción de dirección: mandas a morir en el tercer inning a un corredor al plato cuando podías ser paciente, entretanto sos extremadamente reservado en el final del juego cuando el partido pedía agresividad.
La Tribu atacó temprano a Ronald Medrano, quien inició sin la brújula de sus picheos. Winston Dávila empujo con base por bola la primera carrera y Álvaro Rubí impulsó con imparable las dos siguientes. Anotó Ofilio Castro la primera de descuento de la Maquinaria Roja y luego Ortiz impulsaba a Felipe Aguilar y Omar Mendoza para desembocar en el trágico final para los Dantos y algarabía para los mimados de la capital.