Más calmado, habiendo digerido el pisotón en la cara de los jueces y sentado en su casa en Coachella, California, Marcos Caballero habla sobre lo sucedido el pasado sábado en Dallas, Texas. El entrenador de Chocolatito tiene ese sabor a satisfacción y a la misma vez tristeza, en cada entrevista encuentra su desahogo, pero luego se lamenta de no poder hacer nada. “Ojalá fuera como en otros deportes que se pueden cambiar los fallos”, cuenta molesto el adiestrador originario de Estelí. Caballero destaca algunos puntos del combate y afirma que Chocolatito siguió cada detalle del plan de trabajo establecido y relata las horas posteriores sufridas tras el baldazo de agua fría en el American Airlines Center contra el Gallo Estrada.
¿Cómo ve el panorama después que pasaron los días?
Triste porque se trabajó con todo el coraje y dedicación para sacar esta pelea y lo que miraron dos jueces no lo miró el mundo entero. Aquí no solo fue uno, sino dos, independientemente del juez que vio 117-111. Él pudo dar 115-113 y no cambiaba el panorama, dos jueces vieron a favor del Gallo cuando todo el mundo miró otra cosa. Cosas así indignan.
Una vez que termina la pelea pone a Chocolatito sobre sus hombros y al otro lado en la esquina del Gallo se ve todo más frío…
El primer conteo se lo dan al que va a ganar la pelea, antes que lo dijeran levanto la mano de Román, pensando que ganamos. Ellos sabían desde el noveno cuando lo mandan a presionar que estaban perdiendo la pelea. Yo le dije a Chocolatito que no dejara que lo empujara, estaba viendo la presión del mexicano y cuando iba al frente es porque sabía que la lleva perdida y vi que su entrenador le dice al Gallo que debe presionar más porque la pelea la lleva perdida. Él lleva el mismo conteo de las tarjetas de la televisión. Igual nosotros tenemos a alguien en la esquina que me iba diciendo.
Chocolatito no reacciona en el primer asalto y en el inicio del segundo tampoco ¿por qué ese inicio un poco frío?
Así es él, yo te dije que Chocolatito no va a tirar temprano, sino va a ser de estudio; tampoco fue que Estrada hizo algo impresionante, si te fijas bien todos los golpes pegaron en la mano.
¿Pero en peleas que se saben que serán complicadas vale la pena regalar un asalto?
Pero todavía tenés 11 asaltos porque los puede ganar. Yo sabía que los iba a ganar e hizo exactamente lo que se le pidió. Dije que sería una guerra y los cambios dentro de la pelea serían la llave.
Cuando chocolatito intercambió con Estrada por primera vez y sintió sus manos ¿qué le dice?
Primero le pregunté cómo se sentía y me dijo que bien, luego si había sentido la pegada y señaló que no había sentido nada. “Este muchacho no trae pegada”, me dijo, entonces le respondí que íbamos a ponerle presión. “Manténgase vivo, necesito tu cintura y tus piernas como habíamos planificado”. Eso sería la llave de la pelea. Muchos reclaman que no tiró el gancho, pero es que la situación no te daba para usar ese recurso, Chocolatito estaba adentro, golpeando desde los laterales. Aquí había que hacer un cambio para sacar esta pelea y aquí se vio un cambio de Chocolatito.
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¿Cuál fue ese cambio porque la pelea fue un poco lineal?
Chocolatito no peleó adentro, sino desde el lateral, no íbamos a caer encima del contragolpeo del mexicano. Román luego hace los intercambios de golpes y mantuvo sus piernas durante todo el tiempo y, aun así, dio un 70 u 80 por ciento de todo nuestro arsenal y fue suficiente para ganar la pelea.
Cuando Chocolatito gana tres asaltos seguidos parecía que tenía el control, ¿sintió que tenían el control de la pelea para poder noquear?
En ningún momento le diré a mi peleador que vamos ganando o que tenemos el control, solo digo que vamos bien y avanzando. Si le digo que vamos ganando o que tiene el control perderíamos el enfoque y Román se relajaría.
El Gallo conectó su mano derecha muy bien a Chocolatito en el séptimo, ¿se vio mermado el nicaragüense?
No pasó nada, fueron combinaciones. No me voy a enfocar en esa combinación y que si lo paralizó, sino cómo reaccionó después de eso: si se echó atrás o no.
El trabajo de la mano derecha fue su arma principal, ¿fue algo preparado?
Todo fue preparado y cómo la iba a utilizar. Habíamos trabajado más cosas que no usó. La estrategia se basó también en la mano derecha, eso era parte de la estrategia.
¿Cuál es la sensación después del último asalto, que Chocolatito noqueaba con 30 segundos más?
Cuando me preguntaban en qué asalto íbamos a noquear no sabía, nadie sabe eso, uno entrena para la pelea completa. El hubiese no existe.
¿Qué interpretación le dio usted al llanto de Román?
Pasaron los minutos y sentí algo pesado en el pecho porque me duele por él y el cariño que le tengo por la persona que conozco y me duele porque sé lo mucho que significaba esta pelea. Sabía a lo que iba y se preparó como tal e hizo las cosas casi perfectas, pero al final dijo que no nos preocupáramos. No sé si le estará doliendo. Aquí se gana y se pierde, desgraciadamente se pierde con sabor a triunfo. En el boxeo no existe regresar al fallo y hacer un conteo conforme el error.
¿Cómo pasaron toda la noche en el hotel Thompson?
Cada quien a su cuarto y a dejarlo descansar. Le dijimos que había hecho su trabajo que estábamos contentos y oramos porque los dos salieron caminando. Lo que el mundo no entiende es que estos gladiadores arriesgan su vida.
¿Cuándo habla de su retiro y luego rectifica ustedes como equipo influyeron?
No. Él se refería a la última pelea de ahorita… él quería decir que venía de esta última pelea e iba a descansar.
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No. Chocolatito lo dice claro…
Se toma de diferentes formas, no le he preguntado porque a nosotros no lo mencionó. Una cosa que tiene Choco es su calma contagiosa y acepta las cosas y no te va a reprochar ni criticar.
¿Habrá variantes en una tercera pelea?
Hay cambios, siempre hay cambios. No se esperaba un Chocolatito así, el Gallo pensaba que se quedaría adentro y caería enfrente de él. Siempre habrá variantes, para eso es el campamento.
¿Este Chocolatito le gana a Rungvisai?
Claro que sí. Al Gallo lo supimos descifrar, en el caso del tailandés es alguien que está parado y es un error si se le quedara enfrente, si el Gallo se le hubiera parado lo tumba. Chocolatito cometió el error de pararse cuando lo enfrentó. Además, si el Gallo lo ponían más alto que Rungvisai, y a Román nadie le daba un centavo, demostró ser diferente, decían que estaba acabado y viejo, que lo iban a destrozar, porque cuando peleó en las 108 se sintió débil ¿y ahora cuál va a ser la excusa? El boxeo es de inteligencia.