¡Trump se adueña del GOP!
Desde la devastadora derrota y humillante salida de la Casa Blanca por la puerta trasera, el expresidente Donald Trump retornó brevemente a la palestra política como invitado principal a la p Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), para consolidarse como líder supremo con su base política, promulgando sin vergüenza alguna la continua gran mentira, de que el resultado electoral fue un fraude y relegar del liderazgo del Partido Republicano a Mitch McConell.
Trump ignora que perdió por ocho millones de votos, una cantidad histórica de derrota electoral jamás sufrida en la historia de esta democracia. Aun así, su gran mentira se aferra en sus seguidores, quienes creen cualquier tontería que Trump exprese y le consideran como el dueño sin objeción del partido de Lincoln.
Comparar a Trump con Abraham Lincoln es una total aberración política y humana, pero reemplazar a Lincoln con Trump es la mayor infamia que el partido republicano puede sufrir en su historia. Trump dejó la Casa Blanca como el más desprestigiado presidente en la historia, con dos juicios políticos en su contra y un legado desgraciado como incitador al más infame ataque, al más sagrado templo de la democracia en la historia de la humanidad, además, de promotor de la muerte de medio millón de estadounidenses por su política pública de propagación del virus más letal que este país jamás ha sufrido y líder de la más aberrante corrupción gubernamental en la historia del país que le tiene a dos pies de la cárcel.
El Great Old Party (GOP, como se le llama al Partido Republicano) sufrirá desde este momento hasta el próximo año, una guerra política interna que les augura más desprestigio, luchas feroces en elecciones primarias que descubrirán los verdaderos colores de la hipocresía y deshonor que reina en ese partido.
Trump como dueño del partido lo hundirá a tremendas derrotas en 2022, Mitch McConell lo sabe, por eso es que el fallo de la Corte Suprema de Justicia de ordenar la entrega de todo documento financiero de Trump — incluyendo sus declaraciones de impuestos por ocho años— al fiscal de Manhattan en Nueva York, es buenas noticias para él. Que Trump termine en la cárcel es el alivio que necesita para poder retomar el poder de su partido y mantener su puesto de privilegio.
La guerra política interna republicana y juicios criminales contra Trump son gratos regalos para el Partido Demócrata, que busca en 2022 incrementar su mayoría en el Senado y mantenerla en el Congreso.
Walter Monge-Cruz
¿Dónde está nuestro Adenauer?
Konrad Adenauer. ¿Quién fue? Fue un político alemán. Nació en Colonia en 1876, fue alcalde de su ciudad desde 1917 hasta 1933, en el que fue apartado por los nazis. Católico ferviente, se opuso a Hitler, por lo que fue encarcelado varias veces. Al final de la Segunda Guerra Mundial, los norteamericanos le nombraron alcalde de Colonia, de nuevo, pero al quedar en el sector británico, fue destituido y se le prohibió cualquier actividad política. Tenía ya 68 años.
No obstante, fue elegido canciller en 1949, de la República Federal de Alemania. Y mantuvo su cargo hasta 1963.
Cuando accede al cargo, Alemania ha sido derrotada: el diez por ciento de la población ha muerto en la guerra, las ciudades alemanas han sido devastadas por los bombardeos aliados, la industria está destruida, los vencedores exigen “reparaciones de guerra” y se llevan toda la maquinaria que pueden. Hay hambre, epidemias, miseria, todo ello se puede ver en la película Alemania año 0, de Roberto Rossellini. El país ha sido dividido en dos, quedando la Alemania Oriental bajo el comunismo. Y lo peor, lo incomprensible, el porqué. ¿Por qué? ¿Cómo la vetusta, culta y pujante Alemania pudo incubar al nazismo? Cuando se descubren los horrores de los campos de exterminio, una sensación infinita de dolor debió apretar el corazón de millones de alemanes decentes, ¿Cómo pudimos llegar a esto? ¿Por qué no lo detuvimos a tiempo?
Y llega Adenauer. Un hombre ya mayor (73 años) pero con una fe inquebrantable, y unas ideas claras y precisas. Se rodea de excelentes hombres, muy capaces, donde sobresale Ludwig Erhard un ministro de Finanzas, con las ideas muy claras y una capacidad de trabajo encomiable.
Adenauer habla a los alemanes, no con palabrería hueca, los hechos están ahí y no se deben olvidar nunca, pero va convenciendo a todos de que se puede salir del abismo, con una lucha feroz, con trabajo, con sacrificio, con dolor. Y Alemania responde como solo ella sabe hacer: Los alemanes regalan parte de su tiempo al Estado para desescombrar las ciudades derruidas. Poco a poco se produce el “milagro económico alemán”.
Además, Adenauer, sabe que lo ocurrido no puede volver a ocurrir y siembra los cimientos de un europeísmo firme y duradero, junto a los eternos rivales, Francia y Gran Bretaña, y aliados: Italia. La Unión Europea, de la que forma parte Alemania, se crea en 1955. Además intuye al nuevo gran enemigo, el comunismo, por lo que entra en la OTAN, para frenar militarmente su influencia, siendo un feroz anticomunista, y prohibiendo toda actividad comunista y neonazi con dureza (el error no puede volver a repetirse).
Y todo ello con su fe, que es el motor de su vida y su actividad. En 1963 se retira después de su trabajo bien hecho. Murió a los 91 años en 1967.
Y ahora yo pregunto, en esta situación de crisis galopante: pandemia, economía, crisis territorial y sobre todo crisis moral de la sociedad española, ¿dónde está nuestro Adenauer?
Alejandro Pérez Benedicto.
Señor de Esquipulas
En la edición de Domingo del Diario LA PRENSA, del 21 de los corrientes, se publicó un reportaje titulado: “Incendios emblemáticos”. La periodista que realizó dicho reportaje, erróneamente menciona como el “Señor de Esquipulas” al referirse a la venerada imagen de la Sangre de Cristo.
El único Señor de Esquipulas en Nicaragua es la imagen del Cristo Negro ubicado en El Sauce, perteneciente a la d diócesis de León de la Iglesia católica de Nicaragua.
La imagen de la Sangre de Cristo, ubicada en la Catedral de Managua nunca ha sido denominada Sangre de Cristo de Esquipulas.
Julio León Báez
Fe de errata
En la nota periodística “Creación de la reserva marina por parte de Nicaragua no afecta a Colombia, señala excanciller”, publicada en la página 7 A, de la edición del martes 23 de marzo, debió decir: Corte Internacional de Justicia (CIJ) en vez de Corte Interamericana de Justicia.
El editor