La Azul y Blanco se dio a conocer futbolísticamente en Rusia 2018. La sorprendente victoria (2-3) sobre Jamaica en Kingston puso la miraba sobre la humilde selección nicaragüense en 2015, que estuvo a un minuto de la gloria. Seis años después regresa al escenario donde empezó todo con la ilusión de volver a atrapar a la afición y esta vez trascender en las eliminatorias mundialistas de Catar 2021.
“El objetivo es pasar a la siguiente ronda, conseguir cosas importantes que no se han alcanzado”, afirmó Juan Barrera, capitán de la Azul y Blanco y uno de los jugadores importantes en esa etapa dorada que inició en ese momento en el conjunto nacional. Barrera es uno de los seis futbolistas que repiten de ese generación junto a Luis Fernando Copete, Justo Lorente, Manuel Rosas, Josué Quijano y Carlos Chavarría. “Esperamos dar el golpe, tenemos un buen grupo para hacerlo”, afirma el ocotaleano.
Puede interesarte: ¿Se le acabará el reinado a Raúl Leguías? La Azul y Blanco podría tener un nuevo líder goleador en las eliminatorias
Quijano recuerda como ayer la decepción de Rusia 2018. Él y Copete fueron uno de los jugadores que lloraron de frustración por la eliminación. “Estuvimos a segundos de pasar a una siguiente ronda y no se nos dieron las cosas, eramos una selección que apenas venía creciendo y a partir de 2015 todo fue diferente. Ahora estamos enfocados en esta eliminatoria y sabemos que tenemos posibilidades de clasificar”, señala el jugador con más partidos jugados (67) en la historia de la Azul y Blanco.
Copete señaló que este grupo tiene mayores condiciones pero que necesita enfocarse. “El techo nos lo ponemos nosotros. Dejamos hacer cosas que no debimos hacer y eso impidió estar en un nivel mucho mejor. Ahora hay trabajo avanzado y nos va ayudar muchísimo y se pueden hacer muchas cosas”, señala el central, quien piensa que los jugadores de experiencia del grupo son los que deben guiar a los más jóvenes.
Barrera consideró que este selección cuenta con más experiencia, aunque algunos jugadores necesitan de mayor roce internacional. “En el de 2015 el grupo tenía más trabajo porque estábamos muchos jugadores de la liga local que se fueron haciendo. El de ahora es un grupo ya establecido, una base, y otros que se han ido incorporando y no tienen tanto trabajo, pero esperamos acoplarnos rápido y hacer grandes cosas”, apuntó.