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Rafael Estrada tiene 28 años y ya acumula 677 imparables en su carrera como jugador de Primera División. LAPRENSA/CORTESÍA

Rafael Estrada, un inesperado líder de bateo que posee una licenciatura y un posgrado

En este 2021 ha iniciado con más fuerza de lo habitual hasta conseguir amanecer como líder de los bateadores del Pomares. Batear .470 es una cifra astronómica

Rafael Estrada volvió a sus raíces: Jinotega. Regresó a la ciudad en donde se siente más querido, luego de estar cinco años seguidos con los Dantos. En 2021 ha iniciado con más fuerza de lo habitual hasta conseguir amanecer como líder de los bateadores del Pomares. Batear .470 es una cifra astronómica. “Estoy consciente que esto apenas empieza. Mi trabajo no cambiará”, dice el joven receptor de 28 años luego de su sesión de gimnasio. En el primer día de la Semana Santa y entrena como cualquier otro. “El entrenamiento es la base de un buen rendimiento”, señala con clara madurez. Estrada pasó de ser un actor de reparto en los Dantos a ser el principal en Jinotega, siendo el pilar ofensivo de las Brumas. Y su liderazgo no solo es en las estadísticas, sino en el terreno de juego.

La vida de Estrada no ha sido fácil. Ha pasado por un mar de olas bravas, pero ha sabido surfearlas sin ahogarse en el intento. Originario de Jinotega, se siente orgulloso al mencionar sus raíces. Decidió transitar por dos caminos: el beisbol y los estudios universitarios. Tenía un talento interesante y prometedor en el diamante, pero nunca llegó la anhelada firma. “Más adelante me enteré que tuve dos ofertas, pero mi agente no me dijo nada porque eran muy pequeñas de dinero. Para un jugador que sueña con llegar a Grandes Ligas, el dinero es lo de menos, pero Dios sabe por qué hace las cosas”, señala. Siguió escalando posiciones hasta debutar en Primera División y continuó estudiando en la American College una licenciatura en Diplomacia y Relaciones Internacionales, luego finalizó un posgrado en Derecho aduanero, del mar y transporte marítimo.

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“No fue nada sencillo. Pasé de 2010 al 2015 estudiando. Estudiaba de lunes a viernes en Managua y los fines de semana me trasladaba a Jinotega, además que cuando terminaba la serie buscaba la forma de volver a Managua. Casi no entrenaba y era muy cansado. Recuerdo que pensé dejarlo en 2013, también no pasaba por un buen momento económico”, rememora. En ese año, el papá de Estrada se había quedado sin trabajo y su mamá Jasmine Méndez tomó la decisión de partir hacia España, buscando una mejor vida para su familia. Así fue como logró ayudar a su hijo a no abandonar sus estudios y consagrar su carrera. “Mi familia es mi motivación. A mi mamá le tengo un enorme aprecio por todo el sacrificio que ha hecho por mí. Una manera de pagárselo es siendo buen hijo, buena persona y rindiendo en el trabajo”, reflexiona Estrada.

La razón de su rendimiento

No todo es gimnasio y entrenamiento duro, sino también saber acercarse a las personas adecuadas para hacer correcciones. Rafael Estrada luego de pasar unos meses en Estados Unidos, recibió una oferta para unirse a Rivas en la Liga Profesional. “En Rivas no me dieron mucho chance de ser titular, pero me dediqué a prepararme y aprender. En ese punto le agradezco mucho a Juan Castillo, quien me corrigió muchos errores en mi bateo, y pienso que ahora estoy viendo los frutos de esos ajustes”.

“Un jugador siempre juega con dolencias, pero las lesiones son lo peor”, relata Estrada. Recuerda que hace dos años sufrió una fractura en la muñeca cuando jugaba con los Dantos. “Se me zafó el bate y me fracturé un hueso de mi mano izquierda. Me pusieron un tornillo, y aunque ahora no juego al cien por ciento de ritmo, me siento recuperado”, rememora. En 2013 también sufrió otra lesión, pero en su brazo de lanzar. “Pasé cuatro meses sin tirar la pelota, pero aún así me utilizaban para batear. Ese año cono Rivas así fuimos a la semifinal como refuerzo”, indica el pelotero.

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A sus 28 años vive el día a día. No le gusta adelantarse a los tiempos. “Lo que puedo decir es que me esfuerzo lo más que puedo por ser mejor. Siento que he encontrado la madurez en el juego”. No importa donde esté, Estrada siempre va al gimnasio: “No es que pretenda ser fisicoculturista, pero me gusta ser disciplinado”. Cuando le toque colgar los spikes le espera su carrera profesional, pero por lo pronto tiene muchas historias por escribir en su amada Jinotega.

Deportes Jinotega Pomares 2021 Rafael Estrada

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