Nicaragua es cuna de boxeadores. Cuando no se tienen otras posibilidades de romper el círculo de la pobreza en una familia, el pugilismo entra como una opción viable, sacrificada y sinuosa, pero no se necesita mucho dinero, solo el coraje de subirse a un ring, aguantar golpes y aterrizar primero los suyos. Así es como han surgido 15 campeones mundiales en la historia del país y así es como siguen surgiendo prospectos, tratando de salir de ese escalafón llamada pobreza. Winston Guerrero, Kevin Traña, Melvin López y Darwin Martínez fueron catalogados como los cuatro mejores pugilistas con proyección internacional para convertirse en campeones mundiales años atrás, pero ¿qué ha pasado con ellos? ¿Han cumplido las expectativas o decepcionado?
Winston Guerrero
A sus 20 años, Guerrero es el pugilista más evolucionado de todos los prospectos. El muchacho no se ha descarrilado desde su primer combate y ha seguido trabajando de la mano con Gustavo Herrera, además ha aprendido mucho junto a Román González. Guerrero es el sparring oficial de los últimos años de Chocolatito en el Róger Deshon. Actualmente tiene 14 victorias sin derrotas y recientemente venció a Alexander Taylor cuando decidió no seguir peleando en el séptimo asalto. Lo mejor de Guerreo es su técnica, altamente depurada, largas combinaciones y alto volumen de golpes por asalto. Sin embargo, su gran debilidad es su pegada. Los oponentes le faltan el respeto y se van al choque, obligándolo a realizar peleas al contragolpe. Más allá de eso, su evolución ha sido evidente y se maneja que debutará en mayo en Estados Unidos.
Te puede interesar: El excampeón mundial Luis Pérez, la principal figura de los nuevos integrantes al Salón de la Fama
Melvin López
Conocido como Melo, es el cuarto clasificado en las 118 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). A sus 23 años se esperaba que ya hubiese peleado por una corona mundial. A nivel amateur daba la impresión que sería un campeón mundial seguro, pero diferentes factores detuvieron su desarrollo. Recientemente en Miami noqueó a Samuel Gutiérrez en el primer asalto, consiguiendo su triunfo 25 por un revés y 16 nocauts. López está en una categoría de muchos campeones de gran envergadura y cuando le ha tocado enfrentarse a rivales respetados, se ha visto disminuido. No obstante, posiblemente es el peleador nicaragüense de los últimos años mejor manejado.
Darwin Martínez
Le llaman el Finito. Entrenado por Wilfredo Amador, Martínez vislumbraba por su técnica y pegada abrumadora en los pesos pequeños, pero tras su debut en el profesionalismo se descarriló. Malas decisiones, escasez económica y problemas en su entorno lo obligaron a convertirse en un peleador parpadeante, a pesar de ser alguien que lo tiene todo. Con 23 años tiene seis triunfos, un empate y una derrota. Recientemente noqueó en tres asaltos a Saydín García y reflejó un boxeo espectacular ante un oponente exigente. Martínez bien puede ser campeón mundial si él lo quisiera y lo reflejara con los hechos. Mantiene una defensa respetada, asimila bien el golpeo del oponente y tiene dos martillos por brazos.
Kevin Traña
A Kevin Traña siempre se le recuerda en el boxeo por haberle ganado a la joya tica David “Medallita” Jiménez en un tope amistoso en Nicaragua. Actualmente el muchacho ha tenido altibajos. Acumula 10 triunfos, dos derrotas y dos empates. Viene de noquear en cuatro asaltos a Reynaldo Moreno en Nindirí cuando el réferi decidió detener el combate. Traña es el que menos ha evolucionado de todos los prospectos, aunque probablemente sea el más corajudo, sin miedo a los intercambios. El problema de Traña es que su pegada es asimilable. Moreno cayó en el primer round por un gancho al hígado y con un pie en la tumba soportó toda la pegada de Traña. Si no es por el réferi todavía seguirían peleando.
Definir el futuro del boxeador es una moneda al aire y más cuando la pandemia golpeó fuertemente el deporte y el mundo. No obstante, Martínez, Guerrero, López y Traña dependerán de ellos mismos si quieren que su nombre se recuerde como uno de los inmortales del pugilismo nicaragüense o, solo como ese prospecto que pudo ser alguien y no lo consiguió.