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CONTENIDO EXCLUSIVO.Cristiana Chamorro se ve y se siente tranquila. Habla con una profunda calma, pero con firmeza y formalidad. Cada palabra que dice parece calculada, pero la expresa de forma espontánea. Parece que toda su vida se hubiese preparado para este momento, en el que se ha vuelto el centro de atención de un país, en medio de la crítica feroz y la aclamación de quienes la ven como la próxima segunda mujer presidenta de Nicaragua.
Cristiana Chamorro Barrios, de 67 años, es una de las aspirantes presidenciales menos política, pero más conocida por su defensa de la libertad de expresión y de prensa a través de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, cuando era su directora.
Además, su padre, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, y su madre, Violeta Barrios de Chamorro, dejaron huella en la historia de Nicaragua. Su mamá fue presidenta de la República en los años noventa, representando un cambio de la guerra a la paz y la democracia en ese momento. Y su padre, Director Mártir de LA PRENSA y declarado Héroe Nacional en 2012, es un ícono de la democracia y de la libertad de expresión, porque enfrentó a la dictadura somocista con la palabra y fue asesinado por eso.
Aunque existe una percepción de que Chamorro se inclina por el bloque Alianza Ciudadana , como plataforma para impulsar su aspiración presidencial, sus planteamientos se alejan de esa organización, porque para ella los partidos y organizaciones políticas no deben tener más poder de decisión que la voz de la ciudadanía.
Cree que se puede utilizar otra metodología, una competencia acordada entre los precandidatos y que mediante una encuesta acompañada con observación y expertos internacionales, se decida qué candidato tiene el mejor programa.
¿Por qué quiere ser presidenta de la República?
Yo soy una de los miles de nicaragüenses que estamos cansados de este Gobierno, que queremos cambiar a Nicaragua, que queremos democracia, que queremos libertad, que queremos empleo, que queremos seguridad para los nicaragüenses y creo que hay que contribuir, y al decir sí a Nicaragua, pienso que estoy ofreciendo un ejemplo a otros miles que pueden también buscar su sueño.
¿Las figuras de su padre y su madre influyeron en esa decisión?
Mi padre y mi madre son un ejemplo para mi persona. Ellos me han dado la fuerza y me han inculcado los valores de servir a Nicaragua. Desde muy chiquitos mi padre nos dijo: “A tus hijos dile que Nicaragua son ellos y otros como ellos, que hay que luchar”. Mi mamá no dudó en decirle sí a Nicaragua.
Su frase de “brindar una salida digna a Ortega” ha hecho que sus críticos señalen que durante el gobierno de su madre se aprobaron amnistías que equivalían a dejar en la impunidad delitos del régimen de los 80. ¿Usted aprobaría una amnistía?
Me referí a que aprobaría una salida digna para los nicaragüenses y una salida digna para los nicaragüenses es elecciones dignas, en libertad, sin Estado de sitio. Me refiero también a darle dignidad a todos los nicaragüenses que quieren este cambio, incluyendo también, que si los ves tienen que salir a rotondear, estar bajo el sol, los antimotines siguiendo a líderes políticos. A eso me refiero. Nicaragua necesita dignidad ante el mundo y también necesitamos ser un país donde la dignidad sea la que impere. En cuanto a lo de una amnistía o no, no podemos sacar de contexto el presente con el pasado. En el pasado era una guerra, eran hermanos nicaragüenses todos que estaban en una guerra civil. En este momento se cometieron crímenes, en este momento hay gente señalada de crímenes de lesa humanidad. Lo que yo he propuesto es la idea de una fiscalía de lesa humanidad, de traer de vuelta a los organismos de derechos humanos, para encontrar la verdad, porque las víctimas merecen la verdad, las víctimas merecen que sus crímenes no queden en la impunidad, que se conozca la verdad de los hechos, para poderles dar reparación y para poderles dar justicia.
¿Cómo manejaría el tema de la justicia transicional en su gobierno?
Los gobiernos no dependen únicamente del presidente, los gobiernos dependen también de la creación de poderes del Estado independientes. En un próximo gobierno la justicia tiene que imperar, tiene que haber un Estado de justicia donde todos seamos iguales ante la ley y ante la Constitución. De esa manera podemos aplicar la justicia que merecen los nicaragüenses.
¿Por qué su simpatía hacia la Alianza Ciudadana, pues ya ha externado su aval a CxL?, ¿qué la distancia de la Coalición Nacional?
Yo nunca he dicho que me voy a inscribir en ningún lugar. Yo lo que he dicho es que voy a escuchar, (porque) cuando te abren las puertas tenés que ir a escuchar de qué se trata y cuáles son los detalles para poder participar o no, pero para mí la unidad es vital. Yo no creo que podamos ir separados, porque si vamos separados perdemos.
Pero usted dice que solo se postularía en una plataforma unitaria y el tiempo se está acabando.
Pero todavía hay tiempo. Es decir, ahorita estamos dando los pasos para conocer mejor los detalles de ese llamado a la inscripción y saber si esa casilla garantiza la unidad de los nicaragüenses y ofrece lo que toda Nicaragua está esperando, que es que nos unamos para ganarle a Ortega.
¿Va a tomar algunas acciones, se acercará a la Alianza Ciudadana y a la Coalición para propiciar o promover esa unidad?
Exactamente. Solamente informada podrás saber qué es lo que hace falta, para que todos se entiendan, para que podamos ir en una sola casilla y para que podamos tener un candidato de la unidad. Yo firmé un compromiso con la Comisión de Buena Voluntad de que apoyo la unidad y la voy a seguir apoyando. El que visite a uno o que visite al otro no importa. Yo hablo con todos.
Usted firmó el documento Unidad Nicaragua Primero, ¿corrobora su apoyo al candidato único si usted no resulta seleccionada? ¿Hará campaña a su lado?
Por su puesto, yo apoyo al candidato de la unidad nacional.
¿Qué opinión tiene de la precandidatura de su primo Juan Sebastián Chamorro?
A mí me parece que todas las candidaturas son bienvenidas y las debemos de celebrar, porque de lo que te estás dando cuenta aquí es que hay un sinnúmero de gente que le dice sí a servir a Nicaragua y, además, que están dispuestos a competir en primarias abiertas y transparentes. Y eso es un gran paso en lo que ha sido la política en Nicaragua. No lo tenemos que ver como una competencia, sino que lo tenemos que ver como un aporte a la democracia, como parte de esta fiesta cívica que queremos tener el 7 de noviembre, donde todos los nicaragüenses ojalá que podamos tener la oportunidad para salir a votar y decir lo que queremos en las urnas y de forma pacífica.
¿Cuál sería su reacción si los mecanismos que se establezcan conllevan a una fórmula Chamorro-Chamorro?
Si eso es lo que decide el pueblo. Porque aquí, en esta competencia de selección (del candidato presidencial único) que se tiene que hacer, lo que tenemos que escuchar es la voz del pueblo. Tenemos que escuchar al pueblo en sus encuestas, en sus manifestaciones, en sus grupos. No creo que deban de ser solo las organizaciones políticas las que decidan, porque el pueblo es el que tiene que decidir el candidato único. Y si se hace un proceso también para ver qué fórmula, pues también.
¿Qué sistema de selección del candidato favorece usted ¿Encuestas, debates, convenciones de las organizaciones políticas?
Yo creo que un acuerdo entre precandidatos.
¿Cómo sería?
Que los precandidatos nos sentemos y podamos, los precandidatos, proponer las reglas del juego en la competencia que vamos a tener entre todos. Es decir, no tiene que ser una organización política la que esté atrás de esto, sino que pueda ser otra metodología, una competencia que acordemos los precandidatos, al margen de las casillas. Y de esa manera el que resulte ganador sea apoyado por todos. Allí incluiría una encuesta realizada con observación internacional y con expertos internacionales, con gente al margen de la política nicaragüense que pueda ser bien objetiva, para decidir qué candidato o candidata tiene mejor programa.
Se habla del apoyo del gran capital para algunas precandidaturas. ¿Tiene usted el apoyo de capitales fuertes para su campaña?
Yo tengo el apoyo de la gente que está igual que yo, pensando en que estamos cansados de esta dictadura, de que queremos el cambio, de que le queremos devolver a los nicaragüenses un país en democracia, que no tenga que huir, que no tengamos otro niño tirado en el desierto, como el que vimos el otro día, que es la cara de Nicaragua pidiendo amparo, eso es una vergüenza en un país como Nicaragua. Ese es el apoyo que yo busco y es el que he encontrado.
Pero para una campaña se necesitan recursos. Mucho se menciona al señor Carlos Pellas o al señor José Antonio Baltodano como empresarios fuertes que la apoyan.
Yo pienso que cuando logremos la unidad, cuando logremos la legitimidad de un candidato, entonces el sector privado también se va a sumar a esto, pero en este momento es una competencia en donde todos los sectores están esperando qué dice el pueblo y me imagino que cuando se le dé la oportunidad a la gente de (decidir) quién es el candidato que quieren. Y también cuando nos vean en unidad, porque yo te digo que si yo fuera uno de los que financian y no veo unidad, me parece que vamos a perder, y no me monto en eso.
La Iglesia católica en general, pero en particular el obispo Rolando Álvarez, de Matagalpa, se ha pronunciado sobre las futuras elecciones y la situación de la oposición, ¿usted ha conversado con algún obispo?
Yo soy católica practicante, yo voy a misa, yo veo a mis párrocos, me he encontrado a algunos caminando en el (colegio) Calasanz. Ellos son mis amigos. He mantenido el respeto a la Iglesia en este momento, porque yo creo que ellos, al igual que muchos en Nicaragua, están esperando que el pueblo decida quién es la candidata o el candidato de unidad y, segundo, un solo candidato para ganar las elecciones.
A la Iglesia católica y la evangélica les preocupa el tema del aborto. A nivel de la sociedad también se discute el tema. ¿Cuál es su posición al respecto?
Como te digo, yo soy católica practicante. Yo soy defensora de los derechos humanos, yo soy defensora del derecho a la vida desde su concepción hasta que uno muere. Ese es un tema que no lo tenemos que hacer de campaña, porque hay otros sectores que no están de acuerdo, aunque la mayoría esté de acuerdo en ser pro vida, no debe ser un tema. Hay otros temas muy importantes, como el de la justicia transicional, como es el de derrocar a la dictadura, erradicar todas sus estructuras, reformar la Policía Nacional, quitar todas las leyes represivas, sacar a todos los presos, miles de temas en este momento como para estarnos enfocando en otros que dividen.
¿Cuál es el plan de gobierno que usted ofrece?
En este momento yo ofrezco a Nicaragua erradicar la dictadura. Inmediatamente terminar todas las leyes draconianas que tenemos, devolverle a los confiscados sus bienes, liberar a los presos políticos y que nunca vuelva a haber presos políticos. Y luego establecer las bases de la institucionalidad democrática, inmediatamente reactivar la economía. En la reactivación de la economía nicaragüense enfocarme en la creación de empleos, dándole seguridad monetaria, jurídica y política a las empresas, para que venga inversión nacional y extranjera, y nos enfoquemos en el pueblo, en la educación, en la salud, en la seguridad social, en la seguridad jurídica y tener presente siempre al pueblo de Nicaragua. La gente tiene que estar en primer lugar por encima de todas las políticas económicas y sociales que hagamos.
¿Cómo piensa reactivar la economía y crear empleos?
Dándole confianza a la inversión extranjera, para que de nuevo vuelvan a invertir en Nicaragua, porque con Ortega no hay posibilidades de tener esa confianza.
¿Qué haría para transformar a la Policía?
El objetivo es pasar de un gobierno represor a un gobierno protector nuevamente, y obviamente es con ayuda de los organismos internacionales que hay que hacer una restructuración completa de la Policía, para poderla convertir al servicio de los nicaragüenses y no al servicio de una familia o de una pareja.
¿Cómo piensa lidiar con un orteguismo “gobernando desde abajo”? Durante el gobierno de su madre, en el que usted estuvo muy cercana a ella, Ortega jugó un papel de inestabilidad promoviendo huelgas y asonadas?
Quiero decirte que decir “gobierno desde abajo” es una trampa en la que todos caemos. Ortega no gobernó desde abajo, Ortega destruyó desde una oposición destructiva. Eso no fue gobierno, eso fue destrucción de un esfuerzo de los nicaragüenses que votaron por la democracia, que votaron por la paz y la reconciliación que él quiso boicotearla permanente, pero eso no se llama gobierno, se llama destrucción, oposición destructiva. Yo espero que en el próximo gobierno vamos a ganar con una legitimidad de más de 65 por ciento, para reducir a las fuerzas sandinistas que en el pasado todavía tenía un 42 por ciento, a su tamaño que en este momento viene siendo de un 18 por ciento. Ese tamaño tendrá su lugar en la Asamblea como todo partido político, pero eso nos va a permitir hacer todas las transformaciones necesarias para tener un Consejo Supremo Electoral independiente, una Corte Suprema de Justicia independiente, una Contraloría que trabaje para los nicaragüenses, es decir la independencia de los poderes del Estado, con una Asamblea que también trabaje en libertad y de acuerdo a su conciencia, con un Ejecutivo eficiente, un Ejecutivo con mística, que sea transparente y que rinda cuentas.