El tiempo es inevitable enemigo de los deportistas, especialmente en el boxeo que con cada año contado los golpes hacen más eco en el organismo y las facultades se estropean. La vida después del pugilismo es una incógnita en Román González, aunque en reiteradas ocasiones ha dicho que le gustaría ser un predicador evangélico, a pesar de las tantas polémicas en las que se ha envuelto por no separar la política del deporte, convirtiéndose en una de las figuras más despreciada de muchos nicaragüenses por su vínculo con la pareja dictatorial y la Policía Sandinista.
No obstante, en el controversial concierto de Danny Berríos en el Polideportivo Alexis Argüello, Chocolatito dio su testimonio después cuando tocó fondo tras el nocaut con el tailandés Srisaket Sor Rungvisai. “Después de eso reconcilié con Dios, pasé por un proceso muy difícil, dije: ¡Ya no más boxeo! Ya no sirvo. Ya no valgo nada, pero cuando me humillé Dios era el único que estaba ahí para restaurar mi vida, mi familia y me dio las fuerzas como las del Búfalo. En esa noche que acepté, al siguiente día que fui al gimnasio no sé qué me pasó, pero llegó una unción sobre mi persona”, confesó Chocolatito, mientras miles de personas lo aplaudían.
Te puede interesar: Marvin Benard abre puertas: tres grandes prospectos jugarán con la Selección Nacional en el Preolímpico
Asimismo González admitió que no siempre ha estado en el camino correcto. “Los jóvenes flaquean, pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas como las águilas. El único camino que hay es el camino de Dios, el camino, la verdad y la vida. Yo necesito más de Dios. Le he fallado a Dios muchas veces, pero mientras tengamos vida, hay esperanza para Nicaragua, la mesa está servida”, agregó González.
Chocolatito confirma una vez más el golpe no solo físico, sino psicológico que le dejó el combate con Rungvisai en donde perdió todo y pasó prácticamente dos años fuera del máximo nivel. Recientemente, Román dijo que se retiraba nuevamente tras el fallo de Dallas, Texas, ante el Gallo Estrada, pero un día después se volvió a contradecir y ahora peleará el tercer combate contra el monarca unificado.