El Real Madrid se ha dejado cuatro puntos en los últimos tres partidos cuando la carrera por La Liga arde. Los de este sábado podrían ser las honras fúnebres precipitadas de los blancos. Parece que la lluvia en el Alfredo Di Estéfano les terminó mojando la mecha. Nada de explosividad y de llegadas con claridad. Hazard lo intentó entrando en los últimos 15 minutos, pero no hubo letalidad en el último golpe. Vinicius agitó las aguas con su incursión; sin embargo, puede ser tan determinante para bien o para mal, en esta ocasión fue negativa: falta de control de la pelota y dudas en la decisión final de las jugadas, el brasileño es una bicicleta sin tuercas. Benzema se quedó sin balones para rematar, mientras veía como las aspiraciones por levantar el título se diluían. La tropa de Zidane empató sin goles en casa contra el Betis, renco por las ausencias de sus dos mejores jugadores: Fekir y Tello.
Modric, Casemiro e Isco eran los enviados a generar juego y contener el oponente, eso no ocurrió. Benzema retrocedía en la primera parte para abastecer a Rodrygo. El francés o generaba o finalizaba, solo ante el mundo prefería retroceder. Hubo intensidad inicial del Betis, luego se fueron apagando, esperando al cazador. Si se le pude llamar oportunidad clara, sucedió al 24’ con Rodrygo y Benzema, pero primero fue Emerson y luego Claudio Bravo, quien detuvo el ímpetu ofensivo. Muchos ladridos y pocos mordiscos.
Te puede interesar: Alex Blandino responde a su titularidad por primera vez en la temporada de Grandes Ligas
En la segunda parte Rodrygo no supo si quiso enviar un centro o un disparo, eso era lo de menos cuando la pelota se estrelló en el travesaño tras el roce de Bravo. El Betis se refugió en los contragolpes: Guido Rodríguez falló en el disparo, más tarde apareció el mexicano Diego Lainez con Sergio Canales y Borja, este último dudó y Courtois paró. Zidane movió su banquillo como si fuera un sombrero de mago, pero no salieron palomas blancas. Hazard abrió espacios, su calidad se notó en los minutos que jugó; no obstante, sus compañeros estaban en otra frecuencia.
Es difícil pensar que dejando puntos claves en casa, el Madrid pueda conseguir una Liga que parece del Barcelona o Atlético de Madrid —ambos juegan este domingo (8:15 a.m. y 1:00 p.m., respectivamente)—. Mientras sangra el equipo de Chamartín, el Chelsea vive su cuento de hadas tras conseguir su décimo triunfo consecutivo de visita y espera con ansias a este equipo bipolar el próximo martes en las semifinales de Champions League.