14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

“Suponiendo que en Nicaragua se dé un cambio, yo me pregunto: ¿Cómo vamos a hacer para convivir con los partidarios del Frente Sandinista?”. LA PRENSA/ARCHIVO

Nahiroby Olivas: “Mientras Ortega esté en el poder no hay futuro para mi generación”

Olivas opina sobre unas posibles elecciones, la idea que estudiantes como él quieran ser diputados y porque les aconseja a sus amigos que se vayan de Nicaragua

Contenido Exclusivo CONTENIDO EXCLUSIVO.

Nahiroby acaba de cumplir 21 años. Es recordado por pasar de protestar en las calles tras el estallido de abril de 2018 a estar encarcelado.

Está fuera de Nicaragua desde finales de 2019. No quiere que se mencione en qué país se encuentra. Durante la pandemia se sintió muy solo y asegura que esto lo afectó en sus estudios. Desde que inició 2021, hay una pregunta que le ronda la cabeza con mucha frecuencia: ¿Cómo convivir con los partidarios del Frente Sandinista?

Afirma que se ha sentido decepcionado por ciertos comportamientos de los opositores. Aquí opina sobre unas posibles elecciones, la posibilidad que estudiantes como él quieran ser diputados y por qué les aconseja a sus amigos de que se vayan de Nicaragua.

¿En algún momento se ha arrepentido de haber participado en las protestas?

Yo nunca he pensado que no valiera la pena. Pero muchas veces, honestamente, me he sentido triste y como decepcionado. Porque siento que pudimos haber hecho mucho más. Pero mi sentimiento no se reduce solo a eso, porque a pesar de que el pueblo se sumó y dio todo su esfuerzo, no se logró. Pero no es culpa nuestra. El pueblo tiene toda la voluntad de que cambiara y este fuera un mejor país. Aunque yo me fui de Nicaragua y no esté con mi familia, no me arrepiento porque logramos romper con la normalidad de antes de 2018, de que Nicaragua era un país normal donde se respetaban los derechos humanos. Salió en evidencia todo lo que hace este régimen, como matar para mantenerse en el poder.

¿Quiénes le han decepcionado?

No se reduce a un grupo (ríe). No es un individuo. Desde 2018 para acá he visto muchos comportamientos de distintas personas y organizaciones que me hacen sentir que lo que buscaban era aprovecharse de la situación y no estaban con los intereses de la mayoría. No solo intereses políticos, sino de toda clase. Había gente que no solo quería cargos, sino dinero, popularidad y espacios. Creo que yo me comienzo a decepcionar cuando este conjunto de manifestaciones dejó de serlo y ya adoptaron un hombre y comenzaron a exagerar lo que sucede y hacer politiquería de todo el sufrimiento del pueblo. Ese no era el sentido de la lucha.

¿Se ha perdido el llamado espíritu de abril?

En 2018 lo que yo tenía en mente era que Ortega se fuera y ya. Ellos no accedieron a esta voluntad popular. Quiero dejar claro que el régimen es el primer responsable de todo esto. En ese momento era que se fueran, el problema es que no sabíamos cómo, o al menos yo no sabía. Creí que en algún momento se podía crear una transición pacífica y calmar la situación y no se hizo. Llevamos tres años. Ahora el fenómeno es irse a un sentido más político electoral como una forma de conseguir este cambio. No creo que esté mal que se organicen todas estas personas, creo que responde a ese interés de buscar una forma de arreglar esta situación. En caso de que se consuma el fraude, el pueblo lo intentó con manifestaciones, luego con el diálogo, luego se lo gritamos y el pueblo no tiene armas y lo que nos queda es tratar de incidir desde el espacio político. Si no nos organizamos, creo que estaríamos en un gran error.

Desde ya se observa que la dictadura está impulsando unas reformas electorales más represivas. ¿Valdría la pena ir a unas votaciones amañadas?

Mi perspectiva fatalista es que Ortega no va a permitir a nadie que vaya a las elecciones y que ni siquiera va a permitir que se inscriba un candidato opositor. No creo que los opositores vayan a elecciones, lo que veo es que Ortega está decidido a robárselas desde ya. Esa es una decisión tomada y que lo han demostrado por medio de la Policía y los actos de violencia contra los opositores.

Lea además: La historia de Nahiroby Olivas, de la guitarra y el ballet a las protestas y la cárcel 

¿Y si el régimen deja inscribirse a los candidatos?

Veremos, aunque no creo que vaya a suceder. Pero bueno, ir a elecciones en estas condiciones no es correcto y no se debería de hacer porque no será transparente ni imparcial. Será violento y creo que si no hay garantías antes de noviembre, la oposición no debería de participar. Sin embargo, hay otro problema que tenemos los nicaragüenses y es que existen partidos colaboracionistas que sí van a participar y le van a querer lavar la cara internacionalmente a Ortega. También creo que se debe de mostrar de parte de la oposición voluntad política para unirse todos.

¿Y si van divididos a como están ahora?

No se debería de ir divididos. El problema es que no sabemos qué van a hacer los partidos. Pero deben estar unidos, aunque no compartan muchas cosas con otros grupos.

¿Se le ha ocurrido otra salida que no sean las elecciones?

Es complicado todo. ¿Si no hacemos nada entonces qué hacemos? La otra cosa es si lo querés intentar y no te dejan. Es una encrucijada tremenda. Mi plan es estudiar, y aprender y ganar todas esas herramientas para luego ver cómo las utilizo en Nicaragua. Pero bueno, eso no es la solución a lo que me estás preguntando. La tiranía no puede ser eterna, porque en algún momento esto tiene que cambiar. Pero nada, esto tampoco responde a tu pregunta.

Paul Oquist, asesor de la dictadura, una vez dijo en una entrevista que no importaba si lo opositores levantaban barricadas porque los sandinistas también sabían hacerlo. ¿Cómo mira ese panorama de repetir otro ciclo de violencia?

Ese es un buen tema. Suponiendo que en Nicaragua se dé un cambio, yo me pregunto: ¿cómo vamos a hacer para convivir con los partidarios del Frente Sandinista? Estamos fraccionados. A partir de 2018 se escuchan discursos separacionistas y polarizadores. Nadie se está preguntando de cómo vamos a hacer para convivir con los sandinistas para que no nos maten ni los matemos y garantizar esa no repetición. Es importante plantear cómo vamos a hacer en el futuro y atraerlos desde ahora.

¿Qué le impulsó a salir de Nicaragua?

El buscar cierta seguridad para mi familia. A pesar de que yo estaba metido en estos asuntos políticos, más allá de mi arresto y cuando me liberaron, la que sufría las consecuencias era mi familia. Llegaban a la casa los paramilitares y la Policía, meses después de que yo me fui eso se detuvo. Pero hubo otras razones. En Nicaragua yo no iba a poder continuar con mi vida. No iba a poder estudiar, ni avanzar y me estaba desgastando física y psicológicamente porque como no podía avanzar en estas cosas me concentraba en el estrés de que me podía agarrar la Policía y de que no sabía qué iba a pasar.

¿Siente que Nicaragua se está volviendo un país invivible para los jóvenes?

Sí, pero yo tuve que salir para darme cuenta de eso. Estando fuera comencé a comparar la calidad de vida que tenían las personas en donde estoy con relación a Nicaragua. Otra cosa es que en Nicaragua no hay gobierno. En nuestro país no hay inversión en tecnología y educación. Mientras esté Ortega en el poder no hay futuro para mi generación.

¿Se ha desconectado de Nicaragua por completo?

El año pasado en la última entrevista que hice dije que me iba y que no iba a aparecer más en esta esfera pública y no cumplí (ríe). Participé en el lanzamiento del Libro Blanco y esta es la tercera entrevista que doy. Quizás luego de esta entrevista no vuelva a participar. Decidí concentrarme en mi vida y desconectarme un poco de la situación en Nicaragua, pero no lo logré ni un día. Todas las mañanas estoy leyendo las noticias, pendiente de lo que sucede. También estuve concentrado con reanudar mi vida, no basta solo con irse del país.

¿Qué está estudiando?

Tengo la oportunidad de estudiar porque una universidad me brindó el 50 por ciento de beca y yo estoy viendo cómo pagar el otro 50. Inicié a estudiar Ciencias Políticas el año pasado y me fue pésimo cuando inició la pandemia y tuve que hacer clases en línea. Solo aprobé dos clases de ocho y se mi vino una crisis emocional bastante dura por estar solo en el confinamiento. Donde estaba no había nadie más, no tenía con quién compartir. Fueron muchas situaciones. Al final del año comencé a ir al psicólogo y hablar con personas. Ahora me está yendo mejor, estoy muy motivado y contento.

Lea además: CIDH otorga medidas cautelares al estudiante Nahiroby Olivas

¿Cómo hace para mantenerse económicamente?

Mi familia. No trabajo, mi familia se encarga de mis necesidades. Tengo oportunidades que otras personas no tienen.

¿Qué son para usted las redes sociales?

Son el único lugar para mí donde se puede hacer resistencia a toda esa violencia simbólica de Daniel Ortega. Por eso me parecen importantes.

¿En algún momento, al salir de Nicaragua, recibió algún señalamiento en contra de su decisión?

En el momento que me fui no. Todos los comentarios que recibí fueron de personas apoyándome y diciendo que era una de las mejores cosas que había hecho. Pero he sido testigo de ese tipo de cosas y comentarios negativos. Cuando participé en el lanzamiento del Libro Blanco, me dijeron que era porque venían las elecciones y yo quería un puesto. Hay un fenómeno en Nicaragua sobre eso de que el que ha sido más víctima se merece más. Las víctimas deben ser reconocidas como lo que son y por supuesto que tienen derecho a participar en lo que quieran. Pero no se deben de aprovechar las cosas que te pasaron para querer aspirar a ciertas cosas.

¿Qué opina de esos señalamientos dentro de la oposición de los que son de izquierda contra la derecha, los que están a favor y en contra del aborto y otras posturas similares?

Es imposible que no suceda. Demuestra que dentro de la oposición hay pluralidad en el pensamiento y se quiere lograr llegar a un consenso. Pero esto hace más difícil todo porque nos peleamos buscando qué hacer y nos pone en desventaja. Todas estas diferencias no deberían de ser importantes en este momento. El principal problema es que el Frente Sandinista está en el poder.

¿Qué es lo que más le hace falta de Nicaragua?

Luego de mi familia, creo que es el ambiente de mi país. Un lugar pequeño, sencillo, donde se puede andar caminando, la gente se conoce. Me gustaba el ambiente de León. Si querías ir al mar tenía a 15 minutos el mar, por ejemplo. Estando fuera estoy apreciando esas cosas. También observo los avances y los lugares donde estoy para pensar qué se puede implementar en Nicaragua.

En el peor de los casos, Ortega se robaría las elecciones. ¿A usted cómo le afectaría?

Me sentiría triste por no regresar pronto a Nicaragua. Pero pienso en toda la gente que no tiene trabajo, la cacería contra los opositores, los medios que quizás no van a poder laborar. Es un daño emocional. La verdad, me preocupa todo lo que representa para el país. La gente va a estar sin futuro, ese adoctrinamiento y la violencia que se pueden comenzar a normalizar. Veo un montón de gente que no estudia ni trabaja. Los otros van a los actos de la dictadura y solo dicen vulgaridades, te ofenden y es una descomposición social que me preocupa y me hace pensar en cómo se va a reconstruir todo.

Si eso pasa, en el horizonte se ve una desbandada de jóvenes al exilio.

Es super triste. Yo le estoy recomendando a algunos amigos que se vayan. Es que veo a la dictadura lista para hacer el fraude y seguir en impunidad. Ellos cuentan con señalamientos de crímenes de lesa humanidad y estos no prescriben y son perseguidos en territorios democráticos. Creo que quieren aislar al país.

Dentro de los seguidores del régimen también hay jóvenes como usted, ¿cómo los describiría?

Yo veo gente que solo grita para recibir un reconocimiento. Están creando un grupo de gente vulgar. Es triste ver a gente en la ignorancia y sin criterio. No creo que podría mantener una conversación con estas personas.

¿Cuáles son sus planes personales a corto plazo?

Estoy estudiando inglés, quiero finalizar mi carrera. En estos cinco años quiero eso, terminar mi carrera, el segundo idioma. Me gustaría estudiar otra cosa. Ese es mi principal enfoque. Acabo de cumplir 21 y ya me hubiera graduado de Derecho. Todo esto que pasó me hizo anhelar mis estudios. También quiero comenzar a trabajar, pero no tengo planeado volver a Nicaragua.

¿Qué opina de que estudiantes como usted aspiren a diputaciones?

Yo les diría que en lugar de eso busquen como estudiar.

Plano personal

Al momento de esta entrevista estaba en temporada de exámenes.

Salió en diciembre de 2019 del país.

Confiesa que si Daniel Ortega pierde las elecciones, al siguiente día se regresaría a Nicaragua.

Espera poder aplicar a una universidad pública el próximo año, debido a que en la que estudia actualmente la mensualidad es alta.

Su mascota es un perro llamado Felipe.

Su rutina diaria es levantarse temprano, sacar a pasear a su mascota y asistir a clases.

Estudia Ciencias Políticas, pero le sigue apasionando el Derecho.

En su tiempo libre juega en línea con sus amigos.

Asegura que se ha apasionado con el tema de los procesos de paz en otros países.

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. Hace 3 años

    El muchachito mas inteligente de todos los que se levantaron en abril del 2018. Que tenga paciencia y siga estudiando con el mismo ahinco con que lo ha estado haciendo hasta ahora. Le deseo todo lo mejor del mundo. Esa decision que tomo de irse, a pesar de dolerle tanto, es lo mas sabio que pudo hacer. Mucho cariño y bendiciones.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí