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El 16 de mayo de 2021 un hombre palestino rescata el cuerpo de un niño entre los escombros de un edificio bombardeado por Israel en la ciudad de Gaza. LA PRENSA/ Archivo

Claves para entender el antiguo y complejo conflicto entre Palestina e Israel

En el conflicto árabe-israelí confluyen asuntos religiosos, históricos y territoriales. Palestina está fracturada e Israel mantiene ocupados territorios árabes, estableciendo asentamientos judíos considerados ilegales por la comunidad internacional. Ambos pueblos reclaman Jerusalén como su sagrada capital.

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En un pequeño territorio de Medio Oriente, considerado Tierra Santa por tres de las religiones más populares del mundo, dos pueblos cohabitan en medio de constantes tensiones. Las fronteras entre Israel y Palestina se desdibujan, sobre todo cuando se trata de la disputa sobre Jerusalén, la ciudad histórica que ambos reclaman como su capital.

Pero también está Cisjordania, un territorio árabe dividido en tres áreas, A, B y C, en el que la Autoridad Palestina solo tiene control exclusivo sobre la primera. El área B es administrada por palestinos, pero se halla bajo el control militar de Israel. El área C se encuentra bajo el completo dominio israelí y ha sido colonizada por grandes asentamientos judíos que han causado el desplazamiento de la población palestina.

Por otro lado está la Franja de Gaza, el otro territorio palestino, que mide apenas 365 km2 y es gobernado por Hamas, un grupo que reivindica la creación de un estado islámico en la Palestina histórica. Los frecuentes conflictos bélicos suelen ocurrir entre los líderes de Hamas y las autoridades israelíes.

La última escalada de violencia inició el 10 de mayo de 2021, motivada por la ira palestina ante los esfuerzos legales israelíes por desalojar a familias palestinas que tienen sus hogares en Jerusalén Oriental y por enfrentamientos entre la Policía de Israel y ciudadanos palestinos que intentaban reunirse en la Ciudad Vieja de Jerusalén durante el mes sagrado del Ramadán.

Luego de 11 días de enfrentamientos con las milicias palestinas, el Gabinete de Seguridad de Israel aprobó la noche de este jueves el alto al fuego en Gaza. Para entonces los bombardeos ya habían causado destrozos y, como siempre, la principal víctima fue la población civil.

Israel contabilizó 12 muertos (entre ellos dos niños), luego de recibir un “aluvión de 4,000 cohetes, incluso sobre el corazón económico del país, en la región de Tel Aviv”, informó el diario español El País. Por otra parte, “cientos de bombardeos aéreos y de artillería han arrasado manzanas enteras de casas y torres de oficinas en el enclave palestino, donde han perdido la vida 232 personas, incluidos 65 niños y 39 mujeres”. Esto asegura el Ministerio de Sanidad Palestino, mientras Israel sostiene que más de 160 de las víctimas de sus ataques eran milicianos islamistas.

17 de mayo de 2021. Funeral de una de las víctimas de los ataques aéreos sobre Gaza. LA PRENSA/ Archivo

Un Estado para los judíos

Para los judíos Israel es la “Tierra Prometida por Dios al primer patriarca, Abraham, y a sus descendientes”, explica la BBC Mundo. En la antigüedad la zona fue invadida por asirios, babilonios, persas, macedonios y romanos. Fue el imperio de Roma el que puso a la región el nombre de Palestina y expulsó a los judíos siete décadas después del nacimiento de Cristo, condenándolos a vagar por el mundo durante casi dos mil años.

El movimiento sionista cobró fuerza a comienzos del siglo XX, cuando Palestina era parte del Imperio Otomano, que se desintegró en la Primera Guerra Mundial. Pero las aspiraciones por un Estado judío continuaron y, por consiguiente, también las tensiones en las comunidades musulmanas, cuando Reino Unido se hizo cargo de la administración del territorio de Palestina. En este tiempo eran frecuentes los enfrentamientos entre grupos paramilitares judíos y bandas árabes, conformados por nacionalistas de ambos bandos.

Tras el Holocausto ocurrido en la Segunda Guerra Mundial aumentaron las presiones por establecer un Estado para los judíos. Esto desembocó en la división del territorio que hasta entonces había sido controlado por los británicos.

El 14 de mayo de 1948 en la ciudad de Tel Aviv, David Ben Gurión, líder político del movimiento sionista, proclamó el nacimiento del Estado de Israel.

“La Tierra de Israel fue la cuna del pueblo judío. Aquí se forjó su identidad espiritual, religiosa y nacional. Aquí logró por primera vez su soberanía, creando valores culturales de significado nacional y universal, y legó al mundo el eterno Libro de los Libros. Luego de haber sido exiliado por la fuerza de su tierra, el pueblo le guardó fidelidad durante toda su dispersión y jamás cesó de orar y esperar su retorno a ella para la restauración de su libertad política”, rezó su declaración de independencia. “Impulsados por este histórico y tradicional vínculo, los judíos procuraron en cada generación reestablecerse en su patria ancestral”.

Sin embargo, al día siguiente “Israel, Egipto, Jordania, Siria e Irak invadieron el territorio, dando pie a la primera guerra árabe-israelí, también conocida por los judíos como guerra de la independencia o de la liberación”, detalla el reportaje 8 preguntas para entender por qué pelean israelíes y palestinos, de la BBC Mundo.
Al finalizar este conflicto el territorio que Naciones Unidas había previsto para un Estado árabe se redujo a la mitad. Para los palestinos, dice el texto, comenzó la Nakba, la llamada ‘destrucción’ o ‘catástrofe’, el inicio de la tragedia nacional: 750,000 palestinos huyeron a países vecinos o fueron expulsados por tropas judías”.

Bombardeo israelí sobre la ciudad de Gaza el 17 de mayo de 2021. LA PRENSA/ Archivo

Ocupación militar y asentamientos

Desde entonces las tensiones y las guerras han sido el pan de cada día en esta zona del mundo, considerada santa para el cristianismo, el islamismo y el judaísmo. La Guerra de los Seis Días, ocurrida entre el 5 y el 10 de junio de 1967, culminó con el avance de la ocupación israelí sobre territorios árabes, tomando el control de Cisjordania, Jerusalén y la Franja de Gaza.

De acuerdo con Amnistía Internacional, “desde que comenzó la ocupación en junio de 1967, las implacables políticas israelíes de confiscación de tierras, asentamiento ilegal y desposesión, sumadas a la discriminación generalizada, han infligido un sufrimiento inmenso a la población palestina despojándola de sus derechos fundamentales”.

En la práctica, dice el organismo, “Israel ha tomado como rehenes las vidas completas de estas personas (los palestinos asentados en territorios controlados por Israel)”. “El régimen militar de Israel altera la vida diaria de los territorios palestinos ocupados en todos sus aspectos. Sigue afectando cómo y cuándo los palestinos pueden —y si pueden— desplazarse al trabajo o a la escuela, viajar al extranjero, visitar a familiares, ganarse la vida, asistir a un acto de protesta y acceder a sus tierras de cultivo o incluso al suministro de electricidad o de agua potable. Todo ello implica sufrir humillación, miedo y represión a diario”.

Una de las expresiones más visibles de la violación a los derechos humanos de los palestinos son los asentamientos israelíes en territorio ocupado. Según Amnistía Internacional, “a lo largo de los últimos cincuenta años, Israel ha demolido decenas de miles de propiedades palestinas y ha forzado el desplazamiento de grandes grupos de población para construir viviendas e infraestructuras destinadas al asentamiento ilegal de su propia población en los territorios ocupados. Además, ha desviado recursos naturales palestinos —como agua y tierras de cultivo— para uso de los asentamientos”.

Paralelamente el gobierno israelí ha adoptado “un complejo entramado de leyes militares para reprimir la expresión del desacuerdo con sus políticas”, y altos cargos públicos han tachado de “traidores” a los israelíes que abogan por los derechos de la población palestina.

A la fecha Israel controla el 60 por ciento de Cisjordania y recién en 2005 se retiró de la Franja de Gaza, cuya administración pasó de facto a Hamas, el mayor y más obstinado enemigo de los israelíes. Esta última ha sido escenario de enfrentamientos armados entre israelíes y palestinos en 2008, 2009, 2012 y 2014.

Los israelíes son superiores militarmente y la mayor parte de las bajas proviene de la comunidad palestina.

La Prensa Domingo conflicto guerra Israel Palestina

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