Los días de Mario Acevedo son agitados en Santa Lucía Cotzumalguapa. El técnico nicaragüense, que logró con el humilde club local el primer título en el futbol de Guatemala para el departamento Escuintla, se volvió una persona muy reconocida en el municipio. Si sale a la calle, la gente lo felicita por la hazaña o le pide una foto. “Es complicado salir ahora. La gente está contenta y lo muestran”, indica el capitalino de 48 años, quien relató que salieron en caravana desde la capital y llegaron a las 4:00 a.m., porque en cada lugar las personas salieron a felicitarlos.
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Acevedo tiene contrato con el Santa Lucía y de momento se ve ahí la venidera temporada. Esta semana espera reunirse con la directiva para conocer el presupuesto que habrá en nuevas contrataciones con el fin de defender el título y debutar en la Liga Concacaf 2021, dos retos enormes por la posible salida de varios jugadores claves pretendidos por clubes más poderosos. El Municipal acaba de anunciar la incorporación del delantero tico Anllel Porras.
¿Cuál fue la clave de esta hazaña?
Se combinaron algunos factores: somos muy profesionales, tengo una mentalidad ganadora, lo digo con toda humildad, soy muy exigente para ganar, mis objetivos eran muy claros, al mismo tiempo me gusta tener muy buena relación con el jugador. Soy exigente porque es lo bueno para ellos. Soy honesto y voy de frente con el jugador, y eso el jugador lo agradece porque es lo mejor. Creo que todo eso se juntó y logramos esto.
Era un técnico debutante, ¿enfrentó algún tipo de obstáculos para sacar lo mejor del equipo?
Gracias a Dios no tuve ningún problema. Los jugadores me conocen, algunos los tuve en Comunicaciones o selecciones mayores y juveniles. El jugador me mostró respeto desde el inicio, respetan la trayectoria y eso lo hizo muy fácil. Dejamos las cosas claras de entrada, nuestras metodologías, intensidad de trabajo y nivel de exigencias. Lo que sí tuvimos que trabajar un poco fue la confianza. El equipo estaba en zona de descensos y eso crea muchas dudas en el jugador.
Pero en cada equipo hay sus jugadores difícil de llevar….
Dejamos las cosas de entrada. Hablamos con un par de jugadores, que si se podían alinear a la forma de trabajar; si no estaban preparados, que no había ningún problema. Creo que cuando se trabaja de forma honesta y profesional, se logran las cosas. Me encontré una agradable con un gran grupo humano y que se dejaron guiar para explotar sus capacidades. Algo que me llamó la atención fue que era un grupo receptivo, creyente de la idea de uno, acá no hubo estrellitas, todos trabajaban por igual, todos se esforzaron al máximo. Pasamos 50 días sin descansos y nadie preguntó cuándo íbamos a tener un día descanso, eso te da pauta de que el grupo estaba con deseos de triunfo.
¿En qué momento se dio cuenta que el equipo podía ser capaz de esto?
No tengo bolita mágica, trabajando con el grupo me di cuenta que se podía explotar. Les dije que se dejaran guiar, sabía que tenía el material para hacerlo. Hablé con el capitán y le dije que este sería el equipo sensación del torneo. Previo a la clasificación a la siguiente ronda comenté a un par de jugadores, que íbamos a ser un equipo diferente porque sabemos plantear finales. Sabíamos y confiábamos en nuestras capacidades como cuerpo técnico y pudimos visualizar el potencial de este grupo. Con nuestra experiencia sacamos lo mejor de cada jugador, pero sería mentirte que estaba convencido de que íbamos a llegar a la final y ganar, no sabíamos hasta donde íbamos a llegar, pero sí que haríamos cosas importantes.
¿Qué viene ahora?
Mi cabeza está en Santa Lucía. Clasificamos a Liga Concacaf y por no ser un equipo grande, algunos jugadores serán llevados por otros clubes de poder económico más alto. Tocará reorganizarlo y trabajarlo nuevamente para hacer un buen papel a nivel local e internacional.
¿Y si llama a su puerta Comunicaciones, el equipo donde se formó?
A veces hay oportunidades en la vida difícil de rechazar, pero ahorita estoy enfocado en Santa Lucía.
Ya fue campeón, ¿ahora su próximo gran sueño a futuro es dirigir la Selección?
En mi cabeza siempre está eso, sé que la voy a dirigir algún día, no sé cuándo, pero quiero llegar a aportar y dejar algo. He tenido muchísima experiencia, estaba listo para este momento con Santa Lucía y yo sabía que si salía era para trascender y quiero hacer lo mismo en la Selección.