Nicaragua necesita mucho trabajo de orfebrería en el beisbol y Marvin Benard lo sabe, por eso parece dispuesto a seguir al frente de la Selección Nacional para depurar y cambiar al pelotero nicaragüense. “En el futuro sé con quién contar y a quién correr”, le indicó al jefe de prensa de la delegación, Carlos Alfaro. Por eso es que se necesita a Benard no solo un mes antes del siguiente torneo, sino en un proyecto con metas claras y soporte necesario desde las altas esferas de la Feniba.
En 2012 durante el Preclásico Mundial de Beisbol en Panamá, la gran sorpresa fue Brasil. Un equipo que solamente contaba con una figura conocida: Yan Gomes, receptor de Grandes Ligas. Los sudamericanos callaron bocas y se ganaron el boleto al ansiado torneo. Brasil había hecho algo distinto. Contrató al exjugador Barry Larkin para liderar su proyecto de beisbol y pasó durante tres años trabajando en todas las categorías. El resultado tuvo premio. Pasó el tiempo y Nicaragua siguió patinando y patinando porque se improvisa y no se piensa en el desarrollo sino en el momento, aferrándonos a la esperanza de un milagro.
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Benard considera que existe un fin de ciclo para algunos jugadores. “Hay veteranos que tienen mucha experiencia y puede que sea su último torneo para ellos, pero para los jóvenes fue una experiencia buena. Sabíamos que era un torneo muy duro y tendríamos que poner mucho esfuerzo para ganar uno o dos juegos. Vi unos cuantos peloteros que subieron su nivel y dijeron sin decirlo: ‘Sígueme a mí que te abriré el camino’. Me asustó que vi a otros que se echaron para abajo. No sé qué pasará con Marvin Benard y la Selección, pero en el futuro sé con quién contar y a quién correr”, indicó el estratega.
Hay mucha disponibilidad por parte de Benard en seguir en la tropa nacional. “A mí me gusta y estoy dispuesto a seguir, hay muchas cosas en el beisbol nicaragüense que debemos mejorar. Debemos cambiar la mentalidad del pelotero. La experiencia que tuve en el San Fernando fue muy valiosa, lo que ves aquí pasa en el beisbol nicaragüense. Uno monta jugadas y a ellos les da miedo fracasar. Uno les debe decir que si falla es mi culpa, pero aun así dudan”.
En referencia a situaciones que no le gustaron a Benard señaló: “Vi unas cuantas cosas por ahí. Me pusieron algunos jugadores excusas. Mandé algunas jugadas que no salieron y otras que no las hicieron y cuando les pregunté me ponían excusas”, concluyó la gloria del beisbol nicaragüense.
Benard está seguro del siguiente paso a tomar, los fanáticos exigen resultados, las deficiencias quedaron ventiladas en cada uno de los partidos y ahora solo falta el turno de la Feniba: ¿Seguirá todo igual o implementará un proyecto diferente?