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Los precandidatos opositores apuntan a incrementar acciones para evitar un proceso electoral ilegítimo LA PRENSA/ARCHIVO

Críticos al régimen divididos entre participar o no en las votaciones de noviembre

La defensora de derechos humanos, Vilma Núñez, criticó la estrategia política que ha planteado el partido CxL, de participar en las elecciones con el aspirante presidencial que quede libre, porque para ella significa darle el poder a Ortega de elegir a su oponente

En este momento de convulsión política que vive el país, con cuatro aspirantes presidenciales que se convirtieron en presos políticos de Daniel Ortega, los críticos valoran que ni siquiera se puede hablar de proceso electoral, porque para ellos no hay ninguna posibilidad de elecciones verdaderas el próximo 7 de noviembre. Sin embargo algunos aún guardan esperanza de que Ortega revierta las acciones y permita condiciones electorales.

La presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez de Escorcia, manifestó que Ortega le ha dado “un tiro de gracia” a la posibilidad de elecciones con las acciones que ha ejecutado en las últimas dos semanas, que además se suman al fraude electoral en proceso con el control total que tiene Ortega del Consejo Supremo Electoral (CSE).

“En este momento no existe ninguna condición en el ambiente como para pensar en un proceso electoral, con una ley completamente regresiva, peor que la anterior; con un CSE peor que el anterior, porque estos nuevos son tan sumisos como los anteriores, pero son ignorantes de sus funciones, más ignorantes que los anteriores. Y la representación del PLC, ya sabemos cuál es la posición de ese partido”, dijo Núñez, quien también ha sido víctima de los atropellos del régimen de Daniel Ortega y su esposa y cogobernante, Rosario Murillo.

Vilma Núñez, directora del Cenidh. LAPRENSA/Óscar Navarrete

Núñez reconoció que ella siempre ha sido escéptica de las elecciones durante los 14 años que lleva en el poder Ortega, pero con las acciones de arrestos a los precandidatos presidenciales y a opositores destacados, están dejando más que claro que el proceso electoral es injusto.

“Con esas capturas le dio el tiro de gracia al proceso electoral. Su decisión de no realizar elecciones o realizarlas solo él, lo cual ya no sería una elección, ha quedado totalmente en evidencia”, valoró Núñez.

Vilma Núñez rechaza método de los “esquiroles”

Por otra parte, la presidenta del Cenidh criticó la estrategia política que ha planteado el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), de participar en las elecciones con el aspirante presidencial que quede libre, porque para ella significa darle el poder a Ortega de elegir a su oponente, mientras que el candidato opositor que participe se convertiría en un esquirol.

Arturo Cruz y Juan Sebastián Chamorro, dos de los aspirantes presidenciales encarcelados por Ortega, son precandidatos oficiales de CxL, que participan en el proceso de selección del candidato presidencial de ese partido. Y los otros dos detenidos, Cristiana Chamorro (bajo condición de casa por cárcel) y Félix Maradiaga, habían presentado su intención de inscribirse en ese proceso de CxL. Sin embargo, este partido aún cuenta con dos precandidatos oficiales y tres otros que también presentaron su intención, por eso la presidenta de CxL, Kitty Monterrey, dijo el pasado 7 de junio, que con el candidato que quede se van a enfrentar a Ortega.

“A mí no me parece ni ético, ni político ni transparente que se hable de participar con el que quede o de participar en las condiciones que queden. Quiere decir que le dan la facultad a Daniel Ortega de que él inhiba a todos y solo dejar al que él quiera. Harían como un trabajo de esquiroles. El que llegue allí a esas elecciones a participar es como un esquirol”, agregó Núñez.

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La defensora de derechos humanos explicó que los esquiroles es el término que se usaba para referirse a los empleados que se quedaban trabajando en las fábricas, mientras los otros estaban en huelga.

Ninguna proyección de los críticos es buena bajo las condiciones de indefensión total que viven todos los adversarios de Ortega, que en algún momento han destacado por criticar o manifestarse contra el régimen.

En este contexto, cobra más vigencia la teoría del sociólogo y analista político, Oscar René Vargas, quien siempre ha dicho que para Ortega es “el poder o la muerte”, porque “sobre todas las cosas quiere conservar el poder”.

La teoría del poder o la muerte

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Oscar René Vargas, sociólogo y analista política. LA PRENSA/Archivo

Para Vargas, las acciones de Ortega en pleno año electoral, cuando podría estar en juego su permanencia el poder, significan que va a hacer todo para llevar la situación al límite antes de llegar al 7 de noviembre, para que le ofrezcan algo concreto a cambio de ceder lo menos posible.

“La lógica del poder y la muerte es: no hacer una elección transparente, y lo que se puede esperar va a depender de las presiones internacionales y de la oferta que le hagan a nivel internacional”, dijo el sociólogo.

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El sociólogo dijo que Ortega está claro y sabe que si concede elecciones libres, justas y transparentes las puede perder, por eso valoró que no se puede creer que está loco o que está actuando sin pensar en sus acciones.

“Él (Ortega) presiona, presiona, presiona, para ver hasta dónde puede llegar, para también en una negociación ceder lo menos posible. Esos dos elementos son los que hacen al régimen que sea aparentemente loco, aparentemente irracional, pero su racionalidad no es la racionalidad de las demás personas, sino que es su racionalidad. Tomando en cuenta esos elementos, él está esperando que le ofrezcan algo concreto”, valoró Vargas.

“Él (Ortega) sabe que si pierde el poder es su muerte política, económica y de todo, entonces por eso es el poder o la muerte”, explicó el sociólogo.

Seguir exigiendo elecciones libres y justas

El opositor exiliado y presidente de Hagamos Democracia, Luciano García, dijo tener claro que en este momento Ortega cerró todas las posibilidades de elecciones libres y justas, pero valoró que mientras no llegue el día de la votación se debe tener la esperanza de que Ortega recapacite y revierta todo lo que ha hecho hasta ahora.

Luciano García presidente de Hagamos Democracia. LA PRENSA/Archivo

García manifestó que como organización democrática se mantendrán demandando elecciones libres, justas y transparentes, que cumplan con las condiciones mínimas.

“Para que este proceso electoral tenga validez, necesitamos que Ortega dé las condiciones mínimas que se requieren, que es la observación electoral, la fiscalización, la libre movilización, que deje libre a los precandidatos presidenciales que acaba de echar presos y la no inhibición de ninguno de ellos. No puede ser posible que los principales competidores estén presos e inhibidos”, expresó García.

La también opositora exiliada y directora del Instituto de Liderazgo de Las Segovias, María Haydee Castillo, siempre ha mantenido la posición de que no puede haber elecciones libres y justas con Ortega en el poder, por eso lo que hoy está ocurrieron en Nicaragua para ella solo reafirma esa creencia.

Haydee Castillo, líder opositora en el exilio. LA PRENSA/Archivo

Castillo valoró que el régimen Ortega Murillo “usa como estrategia un proceso electoral con el propósito de perpetuarse en el poder, conservar sus privilegios y recuperar la legitimidad perdida a nivel internacional, pues a nivel nacional no hay manera de que la recupere”.

“Lo que hoy vive Cristiana Chamorro, Félix Maradiaga, Juan Sebastián y Arturo Cruz, así como Violeta Granera, José Adán Aguerri y José Pallais, además de ser una flagrante violación a sus derechos humanos, es exactamente lo que han vivido miles de nicaragüenses que hoy o ya no están, o están en el exilio, en la cárcel o en casas de seguridad en todo el territorio nacional desde 2018”, manifestó la opositora.

Aún así, para Castillo esta nueva crisis es una “gran oportunidad” para repensar el camino y la estrategia seguida hasta ahora.

Política Daniel Ortega Nicaragua opositores

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