René Alvarado ya puede respirar tranquilo. Despertó esta mañana con la noticia de que peleará el 14 de agosto en Frisco, Texas, en la cartelera de respaldo de Vergil Ortiz Jr. contra el lituano Egidijus Kavaliauskas y compartirá el escenario con su hermano Félix Alvarado. El excampeón de las 130 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) tendrá su tercer enfrentamiento ante Róger Gutiérrez, el ahora monarca que le arrebató el cetro en Año Nuevo.
René se cuestionó a sí mismo y no tuvo mucha tranquilidad en los días posteriores. Sentía que era mejor boxeador, que ya había sido capaz de noquear al venezolano antes de ser campeón y había fallado en la cita importante, tratando de defender por primera vez su corona. No obstante, llegó la reflexión y la gestión de su apoderado Carlos Ruiz con Golden Boy Promotions y ahora tendrá el chance de explotar y soltar toda esa rabia del pasado en el cuadrilátero y volver a ser campeón.
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Para René era ilógico pensar en una derrota cuando había vencido a un peleador más fuerte como era el caso de Andrew Cancio y por la vía del nocaut. Sin embargo, esa furia y fuego a la misma vez interno se dedicó a gestionarla en los entrenamientos para volver a la cima. Su apoderado aún no define si se quedará en Nicaragua completando el campamento o se irá a Estados Unidos. “Por los costos es muy probable que nos quedemos en Nicaragua, pero no le faltará nada. Aquí tendrá su alimentación, vitaminas, cuidados y sparring para llegar en grandes condiciones”, explicó Ruiz.
En relación con el semblante de Alvarado, agregó: “Lo veo bien positivo porque ahorita está con hambre de triunfo porque siente que no tenía que haber perdido esa pelea. Ahora René va dispuesto a recuperar su título y sabemos que lo va a lograr y se está preparando para eso, creo que de acuerdo a la preparación y mentalidad nosotros regresamos con el título. Róger Gutiérrez ya no quería pelear después del séptimo asalto, pero aguantó por inercia. Vamos a atacar mucho más los bajos esta vez”, concluyó Ruiz.