El Gobierno de Rusia está cerrando filas con su aliado de Nicaragua, Daniel Ortega, para respaldarlo frente a las acciones de Estados Unidos. Este viernes 9 de julio, la vocera de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, denunció en una conferencia de prensa lo que su país considera una “injerencia” de Estados Unidos en los asuntos de Nicaragua en medio del proceso electoral de ese país, según reporta la agencia Sputnik.
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Zajárova dijo que hay una “poderosa ola de presión externa sobre el gobierno legítimo del presidente Daniel Ortega” para desestabilizar el país y expulsar del poder al partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que lidera Ortega y esposa y cogobernante, Rosario Murillo.
La vocera de la cancillería rusa también advirtió sobre la “injerencia flagrante en los asuntos internos de Nicaragua, en particular, en las cuestiones de financiamiento, que está reflejada de forma clara en el marco legislativo de EE. UU.”
Estados Unidos ha mantenido una dura crítica y condena contra el gobierno de Ortega desde los acontecimientos de 2018, cuando la Policía encabezó la represión armada contra las protestas civiles que se quejaban de una reforma a la seguridad social. Más de 300 personas murieron por la represión policial y de civiles armados afines a Ortega, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
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En el último mes, en medio del proceso electoral, el régimen de Ortega ha ordenado la detención de seis precandidatos presidenciales y de opositores, lo que ha sido condenado por Estados Unidos, Canadá, México y otros países de la región latinoamericana. También ha recibido duras críticas de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos (OEA) y de organismos defensores de derechos humanos. La comunidad internacional en general demanda a Ortega elecciones libres, justas y transparentes el próximo 7 de noviembre.
El régimen orteguista ha respondido a las críticas diciendo a través de sus delegados en foros internacionales que son actos de injerencia en los asuntos de Nicaragua y también ha contestado con una serie de insultos a los cancilleres y diplomáticos de los países demandantes.
Por otra parte, la vocera de la cancillería rusa recordó que en noviembre de 2018 el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, aprobó una orden ejecutiva que declaraba la situación en Nicaragua como “una amenaza extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”. En diciembre de ese mismo año, Washington aprobó una ley que bloqueó cualquier tipo de financiamiento para el país centroamericano por parte de bancos internacionales, organismos e instituciones monetarias y financieras.
Estados Unidos es uno de los países que encabeza las presiones al régimen de Ortega, para obligarlo a realizar elecciones libres, justas y transparentes el próximo domingo 7 de noviembre. Sin embargo, se mantiene el control del orteguismo en el poder electoral y las últimas cuatro semanas se ha recrudecido la represión policial contra los opositores.
El anterior gobierno de Donald Trump, en Estados Unidos, sancionó a más de veinte familiares y funcionarios de Ortega, entre ellos su esposa y cogobernante, Rosario Murillo, a tres de sus hijos; también a su consuegro y jefe de la Policía, Francisco Díaz; al presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras; al jefe del Ejército, al ministro de Hacienda y Crédito Público, la ministra de Salud, entre otros.