Mientras René Alvarado baja hacia la conferencia de prensa, bromea con su equipo de trabajo, platica sobre los chismes del día y se preocupa por cómo está su hermano Félix Alvarado, quien está cerca de las 108 libras. Antes de entrar a la conferencia, durante el almuerzo previo, René sorprende al sentarse en la mesa de los medios de comunicación con un plato de zanahoria y salmón. Come como si no pasara absolutamente nada, como si este viernes no tendría que dar la categoría, pero no es más que otra cosa que una extrema confianza en su preparación. El más pesado de los Gemelos se ríe de las 130 libras y evita el sufrimiento.
Más tarde, en la conferencia hizo su entrada su oponente, el venezolano Róger Gutiérrez, campeón mundial de la AMB. Al menos en el físico y seguridad no tiene nada que envidiarle al nicaragüense. Tiene claro lo que debe hacer para contrarrestar las armas de Alvarado. “Siempre que suenan nuestros apellidos las personas lo asocian a una guerra. Tengo el mismo objetivo de la segunda pelea, con la excepción que en esta ocasión no pienso desesperarme como lo hice al mandarlo al suelo, sabré reaccionar. En esta oportunidad pienso cambiar de estrategia, uno siempre trata de corregir errores y aprender. Conocemos muy bien de su peligrosidad, pero hemos hecho un gran campamento que inició en Maracaibo, luego en Colombia y terminamos en Los Ángeles. Me siento ansioso de que suene la campana”, agregó Gutiérrez, tras la conferencia de prensa.
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El 14 de enero de este año tras coronarse campeón mundial, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lo condecoró con la orden Francisco de Miranda en su primera clase, la cual fue creada en 1939 para realzar logros de venezolanos. Como respuesta a ese ofrecimiento, el contrincante del Gemelo le entregó unos guantes especiales autografiados.
A partir de la muerte de su mamá, Gutiérrez le dedica a ella cada una de sus peleas. La tragedia surgió en plena pandemia, mientras se adiestraba en Medellín, Colombia, y le avisaron del fallecimiento de su progenitora, pero el Covid-19 impidió despedirse de ella como se lo merecía. Y aunque pensó no pelear contra René, en la segunda pelea decidió hacerlo porque era lo que su mamá hubiese querido al verlo monarca mundial. “Eso me hizo más fuerte y quiero sostenerme por ese motivo como campeón mundial”, confiesa Gutiérrez, admirador de Miguel Cotto.
René no se intimida
Esa seguridad salpicada por Gutiérrez no intimidó al Gemelo. “Estoy muy relajado. Cada quien sabe lo que va a realizar este sábado, pero solo uno ganará. No creo que haya cambios drásticos, en la segunda pelea él decidió amarrar y evitar pelea, dicen que se viene a fajar, pase lo que pase o decida lo que decida yo estoy preparado para cualquier terreno. Mi objetivo es emular la primera pelea en la cual salió noqueado y para eso debemos tener el control de la pelea y dominar”, respondió Alvarado.