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Dignos hijos del doctor Chamorro Cardenal y doña Violeta

Al escuchar al juez orteguista declararla culpable de unos delitos que no ha cometido, Cristiana Chamorro Barrios declaró con toda dignidad:

“Se  criminaliza un esfuerzo de más de 20 años (de promover la excelencia en el periodismo), iniciado por mi madre, doña Violeta Barrios de Chamorro, quien al terminar su gobierno quiso seguir poniendo un granito de arena para honrar el legado de su esposo, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, asesinado por ser periodista y defender las libertades públicas”.

Se refería Cristiana a que ha sido  condenada por haber presidido la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, que promovía el buen periodismo y la libertad de expresión y de prensa. La acusación infame de que cometió delito de lavado de dinero fue solo el pretexto para encarcelarla y condenarla.

Ese delito no existió y jamás podría haber sido cometido por Cristiana Chamorro Barrios, una persona honorable y orgullosa de los intachables nombres y apellidos de sus ilustres padres y antepasados.

Para toda la gente honesta de Nicaragua, lo mismo que para la comunidad democrática internacional, está claro que Cristiana ha sido condenada por promover y defender la libertad de expresión y de prensa. Pero en particular, porque quiso ser candidata presidencial para enfrentarse en las urnas electorales a Daniel Ortega, con una gran posibilidad de derrotarlo como lo  derrotó doña Violeta en las elecciones del 25 de febrero de 1990.

Por su parte, Pedro Joaquín Chamorro Barrios, el otro hijo del doctor Chamorro Cardenal y doña Violeta, que  también fue declarado culpable por el mismo falso delito, dijo al juez orteguista que lo condenó: “Ante Dios, ante la patria… ante la memoria de mi padre que es un Héroe Nacional, y ante mi madre, la presidenta de la paz, quiero decir que soy inocente…”

Ciertamente, Pedro Joaquín Chamorro Barrios es inocente. Ha sido encarcelado, procesado y condenado por ser un tenaz luchador cívico y pacífico por la democracia. Y sobre todo porque cuando el año pasado todos los precandidatos presidenciales de la oposición habían sido encarcelados, él   declaró que aceptaría el reto de enfrentar a Ortega en las elecciones. 

Cristiana y Pedro Joaquín Chamorro Barrios son dignos herederos políticos y morales del doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, el Mártir de las Libertades Públicas de Nicaragua asesinado en enero de 1978, quien dejó un legado de honestidad y consecuencia con sus principios y valores políticos, morales y religiosos. 

Cristiana y Pedro Joaquín Chamorro Barrios también son dignos y orgullosos hijos de la expresidenta de la República, Violeta Barrios de Chamorro, quien enarbolando la bandera de su glorioso esposo el 25 de febrero de 1990 derrotó electoralmente a Daniel Ortega y lideró el proceso de pacificación, democratización y reconciliación nacional. Una transición democrática que, hay que decirlo, fue frustrada por la traición de algunos principales líderes democráticos, falsos y corruptos.

Porque son inocentes y la justicia puede tardar, pero siempre llega, Cristiana y Pedro Joaquín Chamorro Barrios tendrán que ser liberados, igual que todos los demás presos políticos y de conciencia de Nicaragua. 

Editorial Cristiana Chamorro Pedro Joaquín Chamorro Barrios
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