El recién pasado domingo 4 de septiembre, la mayoría de los ciudadanos de Chile rechazó el proyecto socialista de nueva Constitución, asestando una histórica derrota a la izquierda en el poder; y dando al mismo tiempo una merecida victoria a la derecha democrática de ese país y de toda América Latina.
La última victoria de la derecha democrática en la región había sido la de Ecuador, el 11 de abril de 2021, cuando Guillermo Lasso ganó la elección presidencial al izquierdista Andrés Arauz. Desde entonces la izquierda venía sumando una victoria política tras otra, ganando las elecciones y tomando el poder presidencial en Bolivia, Perú, Chile, Honduras y Colombia.
En Chile, como consecuencia de la insurrección violenta de octubre de 2019, las fuerzas políticas se pusieron de acuerdo en convocar un plebiscito para preguntar a los ciudadanos si querían una nueva Constitución; esta en sustitución de la dictada en 1980 por la dictadura militar de Augusto Pinochet, que fue democratizada después por 60 reformas constitucionales.
El primer plebiscito, llamado de entrada, fue realizado el 25 de octubre de 2020 y el 78.28 por ciento votó a favor de que se redactara una nueva Constitución. De manera que lo lógico era que en el segundo plebiscito, que realizó este 4 de septiembre, el proyecto constitucional fuera aprobado también por una contundente mayoría. Pero ocurrió al revés.
Lo que pasó fue que más de dos tercios de los convencionales constituyentes elegidos en las elecciones del 15 y 16 de junio de 2021, fueron militantes izquierdistas y personas independientes inclinadas a la izquierda. De manera que el proyecto de nueva Constitución que redactaron fue para refundar a Chile sobre bases socialistas.
De allí que el mayor periódico independiente y democrático de Chile, El Mercurio, dijera en su editorial de este lunes 5 de septiembre: “Se ha rechazado la pretensión de usar un texto constitucional para imponer un proyecto político radicalizado”.
Por su parte, José Antonio Kast, el candidato presidencial de derecha democrática que perdió la elección del 21 de noviembre de 2021 ante el líder izquierdista Gabriel Boric, opinó al conocer el resultado de las votaciones, que “ha triunfado el sentido común de los chilenos”.
El demócrata chileno de derecha, quien ha sido denigrado por el aparato político y mediático de la izquierda presentándolo como “ultraderechista”, señaló que el rechazo del proyecto constitucional “no es el triunfo de unos pocos. Es un triunfo rotundo de todos aquellos que aman a Chile. Con su voto, su compromiso y su esfuerzo (los que rechazaron el proyecto constitucional de la izquierda) han salvado a Chile de un camino sin retorno, el camino por el que nos quería llevar el partido comunista”.
La izquierda chilena en el poder escogió el 4 de septiembre como fecha del plebiscito de salida, con el fin de celebrar el 52 aniversario de la elección presidencial del médico y político socialista Salvador Allende, que la ganó con 36.6 por ciento de los votos. Tres años después, los militares encabezados por el general Augusto Pinochet sacaron a Allende del poder mediante un sangriento golpe de Estado, según dijeron para impedir que en Chile se instaurara una dictadura comunista como la de Cuba.
Ahora, la izquierda chilena quiso honrar la memoria de Allende con la aprobación en el 52 aniversario de su triunfo electoral minoritario, de una Constitución que haría de Chile un Estado y una sociedad socialista. Pero el proyecto fracasó por el rechazo mayoritario de los ciudadanos.
Cabe recordar que el 5 de octubre de 1988, después de 15 años de estar en el poder, Pinochet realizó un plebiscito para que los ciudadanos votaran si querían que él siguiera en el poder por 8 años más. El 56 por ciento votó en contra y Pinochet tuvo que renunciar.
No cabe duda de que este nuevo plebiscito que ha rechazado el proyecto de constitución socialista para Chile, tiene la misma trascendencia histórica de aquella otra consulta popular del 5 de octubre de 1988 que puso fin a la dictadura militar.