Hay una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más por seguir siendo el mismo, decía Norman Mailer. Y lo que vimos en la trilogía entre Golovkin y Canelo se asemejó más a lo último. A Golovkin le hubiese bastado ser el mismo de cuatro años atrás para derrotar a Canelo, pero a sus 40 años desmejoró en condición física, mientras Canelo no buscó la grandeza de los verdaderos ídolos, sino que se conformó con la comodidad del triunfo monótono y sencillo. Los tres jueces (116-112, 115-113 y 115-113) no tuvieron que rascarse la cabeza para decretar ganador al mexicano por decisión unánime.
Canelo se encontró la noche de este sábado en Las Vegas con extrema comodidad, con un oponente sin que le ejerciera presión, que no tiraba golpes, que solamente utilizaba su jab de vez en cuando y se dedicaba a sobrevivir. Hasta el noveno Canelo ganaba los asaltos sin hacer mucho, más que soltar un volado de derecha, conectar su izquierda en cruzado y aterrizar uno que otro upper cut. Golovkin le colocaba rosas en el camino y el azteca caminó sobre ese colchón sin arriesgar. Cuando se creía que soltaría su furia y buscaría el nocaut como lo había prometido, se quedó nuevamente en la frontera de la gloria y no la logró traspasarla.
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Golovkin reaccionó a partir del noveno asalto, sufrió una metamorfosis. Todo parece que administraba sus fuerzas para el final porque su vejez boxística lo hacía vulnerable. Llegó solo a permanecer en pie los ocho asaltos anteriores y a ver si se encontraba la sorpresa en el final de la pelea. Tras este combate Golovkin no necesita que Canelo lo retire, se puede retirar solo, nadie lo extrañará, a pesar de ganar los últimos tres de cuatro rounds y mostrar al mexicano vulnerable.
Uno ganará 65 millones de dólares y el otro 40, y tras 36 asaltos de batalla juntos, se recordará como una de las trilogías más absurdas del pugilismo, donde faltó el coraje, no se presentó la furia y la sangre fue inexistente, pero aun así los fanáticos la soportaron. ¡Rayos! Ahora el mundo se conforma con tan poco.