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CONTENIDO EXCLUSIVO.Este 9 de noviembre se conmemoran 33 años de la caída del Muro de Berlín. Un hecho histórico que no solo puso fin a la Alemania dividida, sino también a la división de toda Europa y que su caída tuvo retumbos en los sistemas políticos de todo el mundo de esa época., incluyendo a Nicaragua.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue vencida por los países occidentales: Reino Unido, Estados Unidos y Francia y la Unión Soviética. Cada uno de estos países vencedores, se repartió una parte de Alemania. Sin embargo, al final quedaron solo la Unión Soviética y Estados Unidos controlando dos mitades del país vencido.
Pronto Alemania se dividió entre la República Federal Alemana (RFA), orientación capitalista y la República Democrática Alemana (RDA) con vínculos a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Durante 1949 y 1961, aproximadamente 2,7 millones de personas abandonaron la RDA. Se tienen registros de que en su mayoría personas los migrantes eran menores de 25 años.
Para evitar esta migración de los habitantes del sector oriental hacía la RFA, fue levantado el 1961 un muro por la RDA. Además, querían evitar todo contacto con la población de la República Federal.
El muro se construyó de una manera sorpresiva. La noche del 13 de agosto las autoridades de Alemania del Este dieron la orden de dividir Berlín con una red de alambres.
A los pocos días inició la construcción de ladrillo de esta pared divisoria creado como un dispositivo militar dotado de torres de vigilancia, proyectores y alambre de espino.
Según el museo del Muro de Berlín la longitud del muro era de 155 km. En los puestos fronterizos la seguridad consistía de un muro interior y uno exterior que tenía vallas eléctricas, torres de vigilancia, perros guardianes, zanja para evitar el pase de vehículos y permanentemente estaba custodiados por soldados con orden de disparar aquel que intentase cruzarlo.
Aproximadamente 140 personas murieron al intentar huir de la Alemania Democrática controlada por el socialismo soviético.
“El Muro… seguirá en pie dentro de cincuenta e incluso cien años”, afirmó el líder comunista Erich Honecker a finales de enero de 1989.
Un nica en la RDA
El catedrático Ernesto Medina, se encontraba en Managua, Nicaragua cuando se dio cuenta que el Muro de Berlín había caído. Un hecho que creía que tendría que pasar mucho tiempo más para que ocurriera debido al tras fondo geopolítico e histórico complicado que giraba en torno a las Alemaniay es de los gobiernos europeos tenían temor de una Alemania reunificada.
Medina había vivido en Alemania entre la década de los setenta y ochenta, y presenció la realidad alemana. Describe la situación como impactante, ya que a como explicó “uno que vive al otro lado del mundo no tiene conciencia de lo realmente significan estos actos”.
Medina llegó a Alemania en 1974, una época donde el mundo estaba extremadamente politizado y solo existían los buenos contra los malos. “Los socialistas y los progresistas eran los buenos, y los conservadores eran los malos”. Hasta no ver las consecuencias que estaba viviendo Alemania antes de la caída del muro, no se había planteado cuestionamientos ideológicos sobre la validez del socialismo inspirado por la revolución de Bolchevique y de Fidel Castro.
“Lo que se conocía del otro lado es que el muro era para que los imperialistas no atacaran al paraíso socialista. Pero solo se tenía que profundizar un poco para darse cuenta de que la verdadera razón que los habitantes de Alemania oriental no viajaran a occidente en busca de un lugar donde pudieran pensar libremente”, recordó Medina.
Medina conoció el sector oriental de Alemania, y recuerda que las diferencias de la calidad de vida eran notorias desde las construcciones de los edificios, la situación en que se encontraban las casas, los negocios vacíos y hasta en las expresiones de la gente.
“La lucha ideológica del consumo contrastaba. Por un lado, un Berlín (occidental) con grandes tiendas, enormes escaparates y demás, y el otro Berlín (oriental) hacia lo posible por competir”, indicó.
Para Medina, en Nicaragua también existe un muro que dive a la población, aunque no de manera tangible.
“El muro en sus últimos años ya no estaba controlado ni vigilado por soldados armados, sino que eran metralletas automáticas que disparaban si alguien trataba de cruzar la cerca. En Nicaragua existe un muro y hay una división, por los aparatos de seguridad y fuerzas paramilitares del muro de la dictadura Ortega-Murillo”, explicó Medina.
La dictadura orteguista ha levantado un muro que mantienen “al otro lado” a las personas que no comparten sus ideologías, han expresado sus inconformidades y se atreven a criticarles. Siendo similar la experiencia de los ciudadanos que habitaban el lado oriental del muro de Berlín, que aspiraban cruzar al lado occidental para poder expresarse libremente.
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La caída del Muro
Las protestas iniciaron el 6 y 7 de noviembre de 1989, donde la gente gritaba mayormente la consigna “somos un solo pueblo”. Estas culminaron el 9 de noviembre estas finalizaron el 9 de noviembre con la apertura de las fronteras entre la RFA y la RDA,
Sin embargo, el proceso no fue de un día para otro. Para los especialistas uno de los puntos claves para la caída del Muro fue la llega de Gorbachov como secretario del Partido Comunista.
En 1985, aplicó su conocida política de “Glasnost”, que tenía como objetivo culminar la represión estalinista y conceder mayores libertades en la URSS. Política que tuvo eco en toda la Europa.
Dos meses antes de la caída del Muro, Polonia logró celebrar las primeras elecciones en parte libres tras décadas.
El país vecino de Hungría abrió sus fronteras para que miles de “turistas” de Alemania del Este pudieran cruzar con destino a Austria. Fue en Hungría donde botaron la primera piedra del Muro de Berlín”, declaró el excanciller alemán Helmut Kohl luego de la reunificación de Alemania.
Pronto las protestas se extendieron por la RDA, y el 18 de octubre Honecker renunció debido a que ya no era querido por el pueblo. Tuvo oportunidad de poder cambiar las cosas poco antes de la caída el Muro, durante el 40 aniversario de la RDA donde Gorbachov le insistió siguiera su política y aplicara reformas, pero este se aferró a la idea del viejo estalinismo.
El ex líder de la RDA fue sustituido por Egon Krenz. Gunter Schabowki, portavoz del gobierno de la RDA a través de una conferencia de prensa anunció que las restricciones habían sido levantadas.
A los pocos momentos los ciudadanos de Alemania del Este acudieron al Muro exigiendo a los soldados abrir las puertas, siendo este la caída del Muro de Berlín.
Nicaragüenses que descubrieron el “verdadero” socialismo
Medina recuerda que durante su juventud viviendo en Alemania, conoció a dos jóvenes nicaragüenses que anteriormente vivieron en Chile, atraídos por la idea de vivir bajo el gobierno socialista de Salvador Allende. Sin embargo, luego del golpe en 1973 por parte de Augusto Pinochet, estos nicaragüenses habían sido detenidos por creerles cubanos.
“Ellos pudieron salir con la ayuda de la Cruz Roja, y los trajeron a la RDA. Pero estando aquí ya no les gustó el socialismo así huyeron al otro lado”, recordó Medina.
Los nicaragüenses que vieron caer el Muro de Berlín no se esperaban el acontecimiento debido a tras fondo geopolítico e histórico complicado que giraba entorno a las Alemania, y es los países europeos tenían temor de una Alemania reunificada.
“En su mayoría los nicaragüenses que estaban aquí durante la caída tenían ideas progresistas, eran simpatizantes de la revolución sandinista y de alguna manera pensaba que las cosas tenían que cambiar, porque la situación era insostenible”, indicó el catedrático.
Los nicaragüenses poco a poco pudieron entender que los discursos de la Alemania Democrática eran propaganda obsoleta y repetitiva: definiéndose como defensores del socialismo y que ellos representaban al mundo justo.
“Esto también es algo que nos pasa en Nicaragua. Nos siguen contando el cuento de que todo lo que está ocurriendo es para defender una revolución que solo existe en la cabeza de los que se han beneficiado de la revolución. Para la inmensa mayoría del pueblo es un calvario, igual pasaba en Alemania”, afirmó Medina.
Otras de las similitudes que encontró el catedrático, son los tipos de acciones de movilización que parecían casi una coreografía de las protestas de la República Federal Alemana y las actuales protestas que realiza el Frente Sandinista.
Fin de dos fuerzas
Los políticos de esa época afirman que este hecho fue el inicio de la desaparición soviética, la unificación de Alemania, el fin de regímenes soviéticos en Europa y posteriormente la amplificación de la Unión Europea.
La URSS perdió la Guerra Fría, por lo que por un breve tiempo el mundo, las relaciones internacionales cambiaron se rearticularon y estuvieron lideradas por Estados Unidos.
Sin embargo, esta acción retumbo en todo el mundo, incluso en Nicaragua. Este fenómeno mundial de poner fin a los gobiernos influenciados por el viejo socialismo se vio reflejado en las elecciones del 25 de febrero de 1990, donde la Unión Nacional Opositora (UNO) derrocó a Daniel Ortega.
Cierre pacifico
Medina afirma que la estructura policiaca que existe en Nicaragua es el espejo del aparato represivo de la RDA. En Nicaragua se utilizan mecanismos de control para que la población este controlada y evitar que expresen sus ideas, al igual que vivían los pobladores de la Alemania democrática.
La Caída del Muro se debe al cansancio de la población de vivir bajo un control totalitario, lo que para Medina es lo que está sucediendo en Nicaragua.
“Va a llegar un momento en Nicaragua donde va a explotar y ojalá sea como sucedió en Alemania, de una manera pacífica porque el régimen se desmorono por el aislamiento en el que se encontraba”, expresó el Medina.
En Nicaragua, la situación está tomando en mismo camino. Simpatizantes sandinistas que abandonan el país por la inestabilidad económica, mayor aislamiento de Ortega con la comunidad internacional, miles de nicaragüenses migrando solo significan que algo dentro del Frente Sandinista se está desmoronando, afirmó Ernesto Medina.
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