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CONTENIDO EXCLUSIVO.Batman y Robin
Además de “Ciudad Gótica”, Managua también tuvo su versión de Batman y Robin, pero no ocultaban su identidad como Bruce Wayne y su secuaz. Se trataba de Pedro Joaquín Chamorro Barrios y Luciano García, que fueron candidatos a diputados por Managua en las elecciones generales de 2006.
El eslogan completo era “Batman y Robin, juntos por la metrópolis”. Chamorro Barrios era Batman y García era Robin. No salían a combatir el crimen y tampoco tenían un “batimóvil”, pero sí salían a los barrios de Managua a hacer campaña con pancartas que tenían dibujados a los superhéroes con las caras de ellos dos.
Fue una campaña tensa marcada por los ataques verbales entre los liberales que llegaban divididos a esa elección. Estaba el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) controlado por Arnoldo Alemán, que llegaba con José Rizo como candidato a la presidencia, y la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) encabezada por su candidato Eduardo Montealegre.
Chamorro Barrios era el primer candidato a diputado por Managua y Luciano García era el sexto. Según García, la idea de “Batman y Robin” fue de él porque desde pequeño ha sido fanático de las películas de estos superhéroes.
La idea le surgió de una plática que tuvo con Chamorro Barrios. “Era para distensionar la campaña, para quitarle presión a todos estos pleitos, pero muchos la vieron como una campaña loca”, comenta.
Después de los comicios, Chamorro Barrios quedó como diputado, pero García no pudo alcanzar el curul. “A mí me robaron ese escaño. Se repartieron los votos entre el Frente y el PLC”, señala. En esas elecciones fue cuando Daniel Ortega regresó al poder.
Actualmente, Chamorro Barrios es un preso político de la dictadura de Daniel Ortega y García tuvo que salir al exilio después de ser acusado de terrorismo.
El lago congelado y los 400 elefantes
El lago de Managua mide 1,049 kilómetros cuadrados y la propuesta del candidato a alcalde Ariel Montoya era congelarlo para que los niños de la capital pudieran patinar sobre él.
En otra ocasión, Montoya, que también era poeta, dijo que desfilarían elefantes por las calles de la capital. “Como alcalde haré realidad el sueño de Rubén Darío, desfilarán 400 elefantes por las avenidas de Managua con oportunidades para todos”, mencionó como parte de su campaña.
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Según el mismo Montoya dijo al programa Esta Semana, sus propuestas eran porque las de los otros candidatos eran “absurdas”, pero que las de él no, pues eran producto de la imaginación y la metáfora.
“Decimos que vamos a congelar el lago como una metáfora de la imaginación mientras lo saneamos y que los niños van a tener un esparcimiento para poder patinar”, dijo, y aseguró que muchas personas en el exterior le escribieron para coordinar la llegada de los 400 elefantes a Managua.
Montoya era el candidato a alcalde del partido Alianza por la República (APRE) para las elecciones municipales de 2017. Para entonces, el APRE y Montoya eran señalados de ser “zancudos” y que solo le seguirían el juego al Frente Sandinista que ya tenía el control del Consejo Supremo Electoral (CSE).
Además de congelar el lago de Managua y poner a desfilar a 400 elefantes, Montoya también apareció en un banner con un fumigador y una leyenda que decía: “Ariel fumigará a los zancudos de todas las especies, botará la basura y limpiará Managua de alimañas y sabandijas”.
Ortega como Somoza
Era un caballo blanco cenizo, corpulento, de cabellera larga y hasta con mayor presencia que su jinete: Daniel Ortega. En ese entonces estaba de campaña electoral y llegaba montando a la Plaza de la Revolución para celebrar el 27 aniversario de la Revolución Sandinista.
Ese 19 de julio de 2006, el candidato a la presidencia por el Frente Sandinista llegó a las 2:30 de la tarde. Más temprano de lo habitual porque ni sus seguidores lo esperaban a esa hora. Había salido a las dos de la Secretaría del partido con un pantalón azulón, una camisa blanca manga larga y la bandera de Nicaragua amarrada al cuello cayendo sobre su espalda como si fuera la capa de Supermán.
De la Secretaría del Frente Sandinista avanzó a caballo hacia la calle 27 de mayo hasta llegar a Plaza Inter y luego giró a la izquierda para llegar a la Plaza con sus seguidores. Ortega entró como caballista a la Plaza al grito de: ¡Viva Sandino!
Pidió un minuto de silencio por Herty Lewites, que recién había fallecido, e hizo mención a Carlos Mejía Godoy, quien era candidato a la vicepresidencia por el Movimiento Renovador Sandinista (MRS) y el autor de una gran parte de canciones revolucionarias y del Frente Sandinista.
Con su entrada a caballo, Daniel Ortega hizo que muchos recordaran a Anastasio Somoza García, el padre de la dinastía somocista, quien también gustaba de montar a caballo. En aquel entonces, el doctor Calos Tünnerman dijo a LA PRENSA que cuando él era un niño, vio pasar a Somoza García montado a caballo de la misma manera en que lo hizo Ortega.
Tünnerman, quien también es historiador, resaltó que a Somoza García le fascinaba salir con el Estado Mayor de la Guardia Nacional cada primero y el diez de agosto para las fiestas patronales de Santo Domingo en Managua. En esas elecciones, Daniel Ortega resultó electo como presidente con el 38 por ciento de los votos.
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La “mierda” y la mosca
Antes de su muerte, el candidato presidencial del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) Herty Lewites y su equipo de campaña publicaron un anuncio publicitario que fue muy controversial, pero a su vez humorístico.
Se trataba de Lewites hablando sobre el “pacto sucio” que mantenía sumergido al país en pobreza, miseria y desempleo, y había socavado la democracia. “Pero esto se va a acabar. Vamos a terminar con toda esta mierda”, dice el candidato en el video que todavía se puede encontrar en redes sociales y Youtube.
Después de esta frase, en el anuncio aparece una mosca gigante dando declaraciones a periodistas y anunciando su candidatura para la presidencia. “HertyLewites, si vos estás contra la mierda, yo estoy contra vos. Nos vemos en las urnas”, decía la mosca.
Sin embargo, Lewites no pudo cumplir con su promesa de “terminar con toda esta mierda” porque falleció de un infarto cuatro meses antes de las elecciones, según la versión oficial. La viuda de Lewites no permitió que se le hiciera una autopsia al cuerpo para determinar la causa de su deceso.
La controvertida campaña de Lewites para las elecciones presidenciales de 2006 quedó narrada en una novela llamada “Mierda” de la escritora argentina Carla Pravisani, en donde ella y su esposo fueron asesores publicitarios.