Román González y Juan Francisco Estrada se volvieron a ver cara a cara un año y nueve meses después de la última pelea. La cita fue en las afueras de la Gila River Arena, lugar en donde será la trilogía, ubicada en la parte de atrás del hotel donde se hospedan ambos pugilistas. El mexicano se mostró ligeramente más desgastado en esta ocasión por el peso que Chocolatito, mientras ambos utilizaban pantalones y sudaderas deportivas por el clima, aunque los días son soleados la temperatura baja entre 15 y 20 grados Celsius.
La última pelea realizada en Dallas, Texas, dejó errores y aciertos en la esquina de Chocolatito, que serán fundamentales para aprender por parte del nicaragüense y evitar que se repita un fallo desfavorable como sucedió en 2021. Aquí te presentamos los tres errores del tetracampeón mundial pinolero.
Los errores de la segunda pelea
1- El primero fue evidente en un principio y aunque pasó desapercibido por los más de mil golpes lanzados por Chocolatito, fue el campamento. Román González se reconcentró para la segunda pelea solamente mes y medio, siendo el tiempo de preparación más corto desde 2014 cuando inició a debutar en las “Grandes Ligas” del boxeo en Estados Unidos. La incertidumbre de las negociaciones y la pandemia de Covid-19 provocaron que González se marchara casi a mitad de enero, mientras en marzo sería la pelea. Si bien es cierto que la presentación ensombreció la poca preparación, ¿se imaginan lo que hubiese sido al ver a un Chocolatito con un adiestramiento similar al de ahora que pasó tres meses completos en una burbuja para impactar en la trilogía?
Te puede interesar: La impactante historia del Gallo Estrada: perdió a sus padres cuando era un infante
2-Para Chocolatito no es un error porque lo suele repetir en una y otra vez, sin embargo, el hecho de entrar frío en el primer round suele pesar cuando las peleas son cerradas. González prácticamente regala el primer round al rival, según cuenta el nacido en La Esperanza, es para “ver lo que trae y medirlo”, pero a un pugilista que lo ha enfrentado 24 asaltos no debería sorprenderle nada. Ese regalo también pasó en aquella pelea en 2017 con Rungvisai.
3- Parte del éxito de Chocolatito es su capacidad para entrar a las brasas, intercambiar golpes y brindar espectáculo, no obstante, González muchas veces toma riesgos innecesarios porque simplemente su sangre caliente de guerrero lo empuja a l intercambio cuando no es necesario. Chocolatito nunca va hacia atrás ni para respirar, prefiere pasar golpes moviendo su cintura o con su guardia arriba, sin embargo, en la última pelea contra el Gallo recibió muchas combinaciones “por gusto” sin necesidad de ir al frente, más en la recta final del combate cuando los asaltos ya eran suyos.