El Centro de Asistencia Legal Interamericano de Derechos Humanos (Calidh) presentó un informe en que señala que el panorama en Nicaragua es de «demolición definitiva de los derechos humanos y libertades de los nicaragüenses».
El informe sobre la situación de los derechos humanos en Nicaragua 2023 remarca que la violencia estatal de ese año supera la del 2022.
«De los 6 años de ataque contra los nicaragüenses, tras 2018, el año pasado fue el peor por la generalización definitiva de la violencia y la venganza extrema contra todos los nicaragüenses que están dentro o fuera del país. En lo que va de 2024, parece indicar que la crisis de derechos humanos continuará exacerbada», remarca el resumen ejecutivo presentado por Calidh.
De acuerdo con Calidh los patrones simultáneos muestran que el fin último del Estado es la destrucción moral, mental e incluso vital de las víctimas.
«La desnacionalización, la imposición de penas por delitos políticos que criminalizan el actuar opositor, el destierro y la confiscación de bienes de los 222, por ejemplo, buscó y aún busca romper a las víctimas de todas las maneras posibles. Toda esa violencia extrema, además, busca la anulación individual como persona tanto en el sentido subjetivo como jurídico. La brutalidad de estas conductas provocará efectos irreparables aun cuando retorne la democracia», señala Calidh.
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El Centro realiza un análisis de los delito de lesa humanidad cometidos por el régimen Ortega Murillo. «Desde 2023 se asiste a una espectacularización sostenida de los crímenes de lesa humanidad. La intensa cobertura mediática oficialista, la perpetración pública de los crímenes, la gigantesca exaltación partidaria, así como la legitimación por los máximos dirigentes del Estado o de importantes funcionarios judiciales, son conductas propias del terrorismo de Estado. Con esta espectacularización y la exaltación de los crímenes, con efectos de profunda impresión y sobresalto buscan doblegar a la población en su conjunto para que el temor y el miedo intensos hagan concluir que el miedo y el terror ejercidos por las autoridades son inevitables», agrega.
Cruel persecución a la Iglesia
El informe hace énfasis en la «cruel persecución a la Iglesia» y recuerda que Calidh ha enviado cartas dirigidas al papa Francisco y a las conferencias episcopales afirmando que este ataque sin antecedentes tiene por finalidad la destrucción institucional de la Iglesia.
«Al ocuparnos de la cruel persecución de la Iglesia en 2023, además de concluir que fue el grupo que recibió la mayor cantidad de violencia extrema de todos los perseguidos, afirmamos que ya no es posible considerar a la persecución religiosa como crimen de lesa humanidad. El genocidio no solo incluye la matanza por motivos étnicos o raciales, también alcanza a los grupos religiosos con el fin de su supresión mediante actos como la privación arbitraria de las libertades y derechos», recuerda el informe.
El informe aborda otros temas como la demolición de la libertad de asociación, específicamente de las universidades, la situación de los presos políticos y de los defensores de derechos humanos.