Arnulfo Agüero
La literatura nicaragüense tiene su “primera antología libre de poemas de 124 niños con cáncer”. Me gustan los Poemas y me gusta la Vida es el título de esta compilación especial de poemas de niños con cáncer, que el poeta trapense Ernesto Cardenal define como la más extraordinaria reunión de poesía infantil, única en su estilo experimental, creativa y humanista en Nicaragua, que genera alegría y esperanza ante el drama del dolor vivido.
Todo comenzó con un taller que impartió hace tres años el poeta Ernesto Cardenal a un grupo de niños con cáncer internado en el Hospital La Mascota, ante la presencia del doctor Giuseppe Masera, médico y también director del hospital de niños en Milán, quien le propuso la realización de esta inusual experiencia literaria y humanística, pero con niños enfermos de cáncer.
En esta noble tarea el poeta Cardenal retomó los métodos del escritor norteamericano, Kenneth Koch, que escribió los textos I Never Told Anybody; Rose, Where Did You Get That Red?; y Whishes, Lies, And Dreams ; libros que recogen experiencias de literatura terapéutica en Nueva York con personas de la tercera edad, aquejadas de los males propios de su tiempo. Los resultados fueron sugestivos, alentadores, emotivos, divertidos, así como creativos.
Asimilar estas experiencias dio paso al taller, pero en este caso con niños con cáncer. Así surgió la primera colección de poesía libre, sin rimas ni métricas, donde la puntuación y la ortografía no fueron reglas; también se acudió a la poesía hablada, o expresada para los que no pudieran escribir; después se dieron sesiones de lecturas libres. Al final se reunió la primera muestra que fue titulada Sin Arco iris fuera triste , que La Prensa Literaria dio a conocer en su oportunidad; dicho texto fue ilustrado por la alemana Christa Unzner Koebel.
Al pasar de estos años ha salido esta antología de poesía de niños, Me gustan los Poemas y me gusta la Vida (título tomado del poema Me gusta , de Ibis Palacios), el que ha estado bajo el cuidado de las poetas Luz Marina Acosta, Daysi Zamora y ha sido ilustrado por el pintor de la Costa Caribe Augusto Silva.
Cabe señalar que estos textos extraordinarios, a pesar que han sido ligeramente retocados por errores evidentes de dicción de poesía libre, mantienen su fidelidad, apunta el poeta Cardenal en su prólogo.
A estos talleres semanales impartidos a este centenar de niños que van y vienen como “avecillas migratorias”, llevando su canto de esperanza, alegría y porvenir, se han unido los poetas Fernando Silva, Julio Valle-Castillo, Daysi Zamora, Claribel Alegría, William Agudelo y Marvin Ríos.
La Margarita
Es tan linda que siempre las abejas
recogen el polen de ella.
Es de color amarillo como el color del sol
y cuando se muere
es como si el mundo fuera oscuro.
El elote
Estaba sazón y rico
el elote que me comí
desgranando uno a uno
su granos blancos
mientras los demás en la mesa
escuchaban sus poemas
del taller de poesía
que leía el padre Cardenal
La peluca
Dibujada en la ventana de mi casa
me veo pelona.
No me gusta ponerme pelucas.
Me la pongo para salir.
Yo tengo varias pelucas,
unas son pelos lisos y largos
como antes era mi cabello.
En el hospital
Me levanto y me duermo
a cualquier hora
me baño, como y duermo
a cualquier hora.
Cuando veo a Alex Taylor
me dan ganas de patearle el trasero.
Juego solo con mi muñeca plástica
y yo soy su mamá
le pego a cada rato porque es necia
y se va de vaga
y el doctor me dice
que estoy bien.
Poesía
Hormiga,
hojas,
libros,
borrador,
bolso,
chinelas,
coco,
piedra,
reloj,
anteojos,
flor,
pájaros,
barco,
pana,
conejo,
pulsera,
galletas,
zapatos,
calcetín,
pichinga,
cadena,
lápiz,
todo es poesía.
No
No quiero escribir,
no quiero hablar,
no quiero oír
en todo un solo no.
No quiero morir.
Ver en la versión impresa las paginas: 2 ,10