Por Amalia del Cid
Desde niños hemos sabido que por alguna razón existe la posibilidad de reanimar a un pollito golpeando una paila sobre él y que un buen susto es capaz de cortar un ataque de hipo. Nuestra sociedad también ha creído que los eclipses lunares tienen alguna influencia maligna sobre las mujeres embarazadas y ha asegurado a pie juntillas que el ajo es infalible contra los parásitos. Esos han sido los dictados de la sabiduría popular, pero ¿qué dice la ciencia?
No lo sabíamos. Por eso le pedimos a varios especialistas que analizaran las más populares creencias de los nicaragüenses y respondieran una gran pregunta: ¿Mito o verdad?
1. Si una mujer embarazada sale al aire libre durante un eclipse lunar, el hijo nacerá manchado o con malformaciones
Al menos por ahora, esta creencia ancestral no tiene un fundamento en la ciencia. “Los científicos se han preguntado si acaso por haber un bloqueo entre Sol y Tierra, debido a la interferencia de la Luna (en el caso de los eclipses solares), se afecta la gravedad y, por consiguiente, la salud”, señala Jorge Huete, doctor en Bioquímica y Biología Molecular. Sin embargo, dice, a la fecha no se ha documentado algún efecto y todo ha quedado en la especulación.
2. Con una bolsa se espantan moscas
En tramos y pulperías existe la costumbre de colgar bolsas plásticas transparentes llenas de agua como método para ahuyentar a las moscas. Hay varias teorías en cuanto a si funciona o no.
La primera afirma que la mosca, debido a que tiene miles de diminutos lentes en cada ojo, ve su propio reflejo distorsionado y aumentado en la bolsa, se espanta y huye. Sin embargo, hay entomólogos (estudiosos de los insectos) que se inclinan por la posibilidad de que a las moscas les moleste la refracción de la luz que incide en el agua.
El doctor Jean Michael Maes, director del Museo Entomológico de León, prefiere decir que no tiene idea de si la bolsa de agua sirve o no como espantamoscas. Para él, una persona que se preocupa por guindar una bolsa, también mantendrá limpio su establecimiento y es más probable que sea eso lo que le ayuda a alejar a estos molestos visitantes.
3. Colgando un trapo rojo se ahuyenta a los murciélagos
La verdad es que los murciélagos se orientan a través de ondas sonoras y no distinguen colores. Por lo tanto, “no importa si el trapo es blanco, rojo, azul o amarillo, si usted lo pone en las ventanas posiblemente el murciélago no entre, porque las ondas chocan en él y se regresan, indicándole que hay algo que no le permite pasar”, aclara Noel Martínez, veterinario.
Con la misma finalidad, agrega, se pueden colocar pedazos de plástico, papel o cartón, en las ventanas o los cuartones del techo. Pero si en realidad quiere deshacerse de estos animalitos, aconseja el veterinario, ataque su punto débil: ponga música. Según el experto, el sonido choca con las ondas que emiten los murciélagos y al tener que competir, ellos eligen irse. En el 2004 la policía alemana espantó a una bandada de murciélagos usando música tecno. Así que en lugar de llenar la casa de ajo y el techo de trapos, súbale el volumen al radio. Mientras más estridente, mejor. Y nada se pierde con probar.
4. Si se ponen ristras de ajo en las puertas, no pasan las culebras
“Eso es falso. No hay ningún repelente de serpientes que yo conozca”, afirma rotundamente el ecólogo Fabio Buitrago. Para no tener culebras en casa, dice, se debe cerrar bien cada hoyito y hendija por donde se puedan meter o donde puedan esconderse. Y, lo más importante, subraya, “si no quiere serpientes, no tenga comida para serpientes: no tenga ratones”.
5. Levantar uno o los dos brazos para cortar los accesos de tos
Se dice que así la tráquea se abre y pasa más aire o aumenta el volumen de la caja torácica y se despejan las vías respiratorias. Pero no es cierto. “La tráquea está siempre abierta en el mismo diámetro y la caja torácica se expande únicamente cuando uno inspira. La tos es un reflejo normal cuando una sustancia está irritando los bronquios y no se quita con levantar los brazos”, aclara Neri Olivas, médico internista. Según él, para cortar esos molestos ataques de tos es recomendable tomar un medicamento o inhalar vapor para que la flema se haga más líquida y se calme la irritación.
6. Para “revivir” a un pollo, hay que ponerle encima una paila (o pana) y golpearla
Esta vieja práctica casera, por muy loca que parezca, podría tener un fundamento científico, según Noel Martínez, veterinario. Se cree, dice, que el golpe en la paila funciona en el pollo como lo hace un shock eléctrico de desfibrilación en el humano.
Por naturaleza, las aves son nerviosas; por algo en los grandes gallineros hay rótulos de: “No hacer ruido”. Así que “al aporrear la paila se altera el sistema nervioso del animal y eso hace que su corazón empiece a palpitar más rápido y la sangre vuelva a circular”, detalla Martínez.
El método podría funcionar en aves de corral; pero no en aves exóticas, ya que el susto que “devuelve la vida” a los pollos, puede detener el corazón de los chocoyos y los zanates. ¿Por qué? “Porque las aves silvestres siempre están alertas ante un posible depredador”.
Además, se debe tener presente que el estrés siempre libera adrenalina y eso puede causar dos cosas: reanimar o matar, agrega Enrique Rimbaud, veterinario. Así que, a su juicio, causarle un susto a un animal no es un procedimiento recomendable.
7. Una mujer que anda en sus días no puede comer cosas ácidas ni frijoles ni huevo
“No hay ningún sustento científico para esa afirmación. Una mujer puede comer lo que quiera y eso no va a interferir en nada con su menstruación”, aclara Erick Bonilla, ginecólogo. Según el médico, quizá ha habido alguna confusión al relacionar los dolores estomacales e intestinales con los cólicos típicos de la menstruación, aunque no tienen nada que ver los unos con los otros.
8. Hay que beber hojas de árbol de neem licuadas para combatir a los parásitos
“Al neem se le han atribuido demasiadas virtudes… Y cuando algo tiene demasiadas virtudes, usted téngale desconfianza”, aconseja el internista Vicente Maltez. Además, según Neri Olivas, médico internista, “el neem es tóxico y no hay que consumirlo. Nunca se ha demostrado que sirva contra los parásitos”.
9. El café detiene el sangrado
Se supone que el café absorbe la humedad y acelera la acción de las plaquetas en las heridas; pero eso es totalmente falso, asegura Neri Olivas, médico internista. “Más bien es perjudicial el poner una sustancia extraña en la herida”, apunta el doctor. Lo que sí se puede hacer es lavar la herida y vendarla. Nunca hay que ponerle café ni tierra ni pelo de caballo, como se acostumbra hacer en el campo. Así se evitan infecciones por tétano.
10. Se recomienda usar un “collar de ajos” contra las lombrices intestinales
En realidad el ajo, ya sea tomado, comido o en collares, no es antiparasitario. Todo lo contrario, alborota a las lombrices y pueden terminar metiéndose a los pulmones, saliendo por la boca y la nariz o formando pelotas en los intestinos, advierte Neri Olivas, médico internista. Este mito, dice el doctor, nos ha tenido engañados “toda la vida”.
11. Se debe apalear al árbol “haragán” o colgarle “chereques viejos” para que dé frutos
Es una práctica frecuente en el campo, pero no tiene base científica. “A veces el árbol no da frutos porque no tiene suficiente materia orgánica o es estéril y hay que hacerle una poda”, apunta Miguel Ángel Sequeira, agrónomo.
También se dice que es mejor sembrar plantas cuando la Luna está en Cuarto Creciente. Aunque no hay una explicación clara, Sequeira afirma que las fases de la Luna inciden en el crecimiento de las plantas. Según él, se ha comprobado que para obtener una buena estatura se debe sembrar cuando el satélite está en Cuarto Creciente. Es posible que esa influencia lunar se deba a cuestiones como la luz, el magnetismo y el movimiento de la sábila en las plantas.
12. Se puede quitar el hipo colocando un hilo rojo en la frente
Definitivamente no. Pero sí podría funcionar el recibir un buen susto o tomar aire y tratar de expulsarlo por la nariz tapada, señala el médico internista Vicente Maltez. Ambos métodos logran una contracción en el diafragma. “En casos leves puede funcionar; pero en casos severos, ni con medicamento”, agrega el doctor Neri Olivas, también médico internista.
13. Leer a oscuras daña la vista
Esto no se ha comprobado. Se sabe que nuestros ojos pueden adaptarse a diferentes niveles de luz y que la miopía es hereditaria; pero los estudios apuntan a que no se pueden desestimar los factores ambientales. Hasta ahora, parece ser beneficioso que los niños jueguen al aire libre y estudien con buena luz.
14. Si se bebe algo caliente después de algo frío los dientes se aflojan y se caen
“No es cierto. No pueden caerse, no deben”, afirma el doctor Walter Álvarez, ortodoncista especializado en implantes. Según él, “lo que podría haber es ciertas reventaduras en el esmalte”. Sin embargo, aclara, para que eso suceda, habría que tomar agua hirviendo e inmediatamente después agua casi congelada.
15. Si un padre niega a su hijo, el niño saldrá idéntico a él
Esta afirmación flota en el mar de las supersticiones, sin un solo asidero científico que la ate a la realidad. “Desde el momento de la fecundación ocurre la asignación genética de las personas. Por lo tanto, el comportamiento del padre no debería tener directamente un efecto genético sobre el bebé en desarrollo”, explica Jorge Huete, doctor en Bioquímica y Biología Molecular.
No obstante, apunta, uno podría imaginar que cualquier comportamiento indebido del padre indirectamente haría daño a la salud de la mujer embarazada y en consecuencia, a la del bebé. Por ejemplo, el estado anímico de ella puede afectarse debido al estrés o a preocupaciones. Así que, según Huete, podríamos suponer que el mito del niño “idéntico” debe haber surgido para castigar conductas inapropiadas del hombre.
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