En cinco años se espera que el tránsito de mercancías —tanto de exportación como importación— se reduzca hasta en 69 por ciento en Peñas Blancas, frontera con Costa Rica. En tanto, en El Guasaule, límite con Honduras, la meta es que la disminución de tiempo sea del 37 por ciento para la importación y del setenta por ciento para la salida de productos.
Esta es una de las ambiciosas metas que persigue el Gobierno con la contratación de un préstamo por 55 millones de dólares con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyo fondo se utilizará “para la dotación de infraestructura y de un sistema de control efectivo para manejar los procesos y herramientas de control de cargas y personas”, explicó el organismo mediante un comunicado.
Ayer, en su habitual comparecencia en medios oficiales, Rosario Murillo, coordinadora de comunicación de la Presidencia, dijo que este “financiamiento (fue) obtenido en condiciones concesionales con plazos largos, hasta cuarenta años y tasas de interés menores al uno por ciento anual”.
Según estimaciones del BID, este programa de mejoramiento de los pasos fronterizos también permitirá que el tiempo en el tránsito de pasajeros se reduzca un 78 por ciento respecto a lo que se tarda actualmente.
El anuncio de este préstamo del BID llega en momentos que la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA) está siendo fuertemente cuestionada por el sector empresarial, a la que acusan de retener en las fronteras cargamentos (vehículos y electrodomésticos), ocasionando que los precios de estos se eleven en el mercado nacional.
“La baja calidad en la gestión fronteriza y la deficiencia en infraestructura vial aumentan los costos de transporte entre un cuatro por ciento y uno por ciento, afectando la competitividad del país. Estos factores inciden en el resto de la cadena logística, generando altos costos para el consumidor final, largos tiempos de paso e insatisfactoria calidad de los servicios”, señala el organismo.
Para resolver parte de esa realidad, “el BID también ha aprobado un programa de integración fronteriza para Costa Rica, lo cual permitirá que ambos países unifiquen esfuerzos que conlleven a una gestión coordinada de fronteras en los pasos de San Pancho y Peñas Blancas”.
Ya se firmó un memorándum de entendimiento entre Costa Rica y Nicaragua a inicios de este año, “que define el proceso de coordinación en materia de diseño, ejecución y funcionamiento de las operaciones en ambos pasos”.
Después de Honduras, Nicaragua es la nación menos competitiva de Centroamérica, según el Índice de Competitividad Global que publicó este año el Foro Económico Mundial. De las 144 economías evaluadas este año, Nicaragua se quedó estancada en el 99. Uno de los aspectos peor evaluados es su paso de fronteras.
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