“Escasa evidencia científica”, así han evaluado científicos de la Universidad Internacional de la Florida (FIU, por sus siglas en inglés), el Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIAS) sobre el Canal Interoceánico, presentado por la empresa consultora Environmental Research Management (ERM), al Gobierno de Nicaragua.
Los expertos de FIU emitieron sus consideraciones tras la entrega del EIAS, realizada por ERM el pasado 31 de mayo.
“Hemos planteado serios cuestionamientos a la escasa evidencia científica que subyace a la evaluación de ERM. Los datos sobre la biodiversidad se restringieron al estrecho corredor a lo largo de los 278 kilómetros del área prevista para el canal, mientras que el impacto del proyecto se extenderá inevitablemente a una extensa franja de los bosques tropicales de Nicaragua. El documento presentado contiene escasa información sobre la geología del área propuesta para el canal”, dice el informe presentado por FIU tras la reciente entrega del estudio final de ERM.
Los científicos de FIU concluyen que los estudios de proyectos de gran envergadura, como el del Canal Interoceánico, requieren de varios años de estudios, análisis y planificación para la evaluación apropiada de la viabilidad y de la mitigación.
En Nicaragua el EIAS fue realizado en menos de dos años, un proyecto que partirá el país en dos y fragmentará bosques de rica biodiversidad, sus arrecifes y el lago de Nicaragua.
“Por ejemplo, el Canal Interoceánico propuesto en 1970, a través del Darién, Panamá, requirió de diez años de estudio antes de ser abandonado por inviable”, dice el informe.
Científicos estadounidenses e internacionales participaron durante los días 9 y 10 de marzo pasado, en un taller realizado en la Escuela de Leyes de FIU, para conocer sobre el estudio de impacto ambiental realizado por ERM, la empresa contratada por HKND a quien el presidente inconstitucional de Nicaragua, Daniel Ortega, le otorgó la concesión canalera.
La recomendación de FIU a ERM en esa oportunidad fue hacer más estudios para poder conocer la magnitud del impacto que ocasionará a los ecosistemas la construcción de ese Proyecto. ERM se comprometió en realizar más estudios, pero dos meses y veinte días más tarde de las recomendaciones científicas, el EIAS fue entregado de una manera visiblemente apresurada.
“Lo más inquietante es que se proporcionaron muy pocos datos sobre posibles impactos a la calidad del agua, el flujo y las corrientes para un canal que pasaría por el Lago de Nicaragua, es decir, la mayor fuente de agua dulce de Centroamérica”.
En su informe final los científicos sostienen que la práctica común es tener un EIAS antes de aprobar un proyecto de gran magnitud, pero en Nicaragua se hizo lo contrario, el gobierno de Ortega aprobó y entregó la concesión para la construcción del canal sin conocer la viabilidad del proyecto.
“Un EIAS proporciona información crítica sobre posibles impactos y las oportunidades de mitigación. Lamentablemente, aparte de algunos informes optimistas en los medios de comunicación patrocinados por el Gobierno alegando que el proyecto es ‘viable’, el contenido del EIAS sigue siendo una incógnita para el pueblo de Nicaragua y la comunidad internacional”, expresa el informe.
DESASTRE PARA ECOSISTEMAS
De acuerdo con el informe de FIU, HKND pregona la construcción del canal como el mayor proyecto de infraestructura jamás realizado, que costaría dos veces lo que costó el de las Tres Gargantas y que removería 44 veces más tierra.
“Proceder sin una evaluación adecuada de los impactos ambientales, sociales y económicos del canal resultará desastroso para el pueblo de Nicaragua y los ecosistemas de la región”, apuntan.
En su informe los científicos exhortan al Gobierno de Nicaragua a revelar públicamente la evaluación de ERM, incluyendo los costos ambientales y sociales del canal.
“Seguimos en la oscuridad como el resto del mundo, en cuanto a las conclusiones finales del EIAS.
Mantener el EIAS en secreto no solo socava el poder de la ciudadanía nicaragüense para evaluar el proyecto, sino que pone en duda la legitimidad de todo el proceso. Si este canal fuese una causa justa, debería existir transparencia y apertura al debate público sobre su sostenibilidad y consecuencias imprevistas como los impactos ambientales y sociales”, dice el informe de FIU.
CONSECUENCIAS IRREVERSIBLES
Ambientalistas internacionales han concluido que el megaproyecto canalero podría traer consecuencias irreversibles y catastróficas. Los científicos de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) pusieron como ejemplo la construcción de la presa las Tres Gargantas en China.
“Se inició basado en un EIAS de alcance y tiempo de preparación similar al informe presentado por ERM y se ha convertido en un claro ejemplo de lo oneroso que resultan los costos ambientales no previstos en los megaproyectos, a causa de deslizamientos frecuentes, la contaminación del agua, e incluso el aumento de la actividad sísmica”.
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